Resumen: Uno de los fundamentos de los cuidados paliativos es realizar aquellas acciones tanto diagnósticas como terapéuticas que estén acordes con la situación en la que se encuentre el paciente en ese momento.
Adecuar el esfuerzo es no utilizar o cancelar algún tipo de medidas diagnósticas o terapéuticas cuando se percibe una desproporción entre los fines y los medios, con el objetivo de no caer en la obstinación diagnóstica o terapéutica. El médico, en la fase terminal de su enfermedad continuará a su lado, proporcionándole aquellos tratamientos que alivien su situación, pero absteniéndose de medidas penosas e inútiles. Deberá abandonar la idea de curar para centrarse en cuidar al enfermo con toda la humanidad y competencia técnica que requiera su situación.
Adecuando el esfuerzo de nuestra atención con la aplicación de medidas diagnósticas y de estrategias terapéuticas, evitando tanto el encarnizamiento diagnóstico y terapéutico como el abandono, el alargamiento innecesario y el acortamiento deliberado de la vida, estaremos realizando una buena práctica médica.