Una propuesta de la Asociación ProvidaVALENCIA, 11 mayo 2001 (ZENIT.org).- La Asociación Provida recomendará a los farmacéuticos españoles la objeción de conciencia para no dispensar la «píldora del día después» porque es «profundamente inmoral y supone la eliminación de nuevos e indefensos seres humanos vivos no nacidos».El anuncio ha sido …
Una propuesta de la Asociación Provida
VALENCIA, 11 mayo 2001 (ZENIT.org).- La Asociación Provida recomendará a los farmacéuticos españoles la objeción de conciencia para no dispensar la «píldora del día después» porque es «profundamente inmoral y supone la eliminación de nuevos e indefensos seres humanos vivos no nacidos».
El anuncio ha sido presentado por el médico Justo Aznar, presidente de la asociación y jefe del departamento de Biopatología del Hospital Universitario la Fe de Valencia, en declaraciones concedidas a la agencia AVAN.
A finales de esta semana a pone a la venta en las farmacias españolas la llamada «píldora del día después». El fármaco será distribuido gratuitamente en Andalucía.
Ante la posibilidad de sanciones administrativas a quien se niegue a ofrecer este medicamento si es prescrito por un médico con receta, Aznar ha advertido que «lo que sí puede ser delictivo, según la legislación vigente, es dispensar la píldora a una persona que quiera abortar y que no se encuentre en alguno de los tres supuestos despenalizados».
Se trata de «una auténtica técnica abortiva y no sólo anticonceptiva ya que el fármaco provoca, en la mayoría de los casos, la pérdida del embrión ya fecundado, es decir, del ser humano no nacido», según el presidente de Provida.
Aznar ha recomendado «evitar este tipo de fármacos» y fomentar una formación «que ayude especialmente a los jóvenes a vivir una sexualidad responsable y en la que estén presentes los valores de la continencia y de la fidelidad».
De lo contrario, «seguiremos contemplando cómo crece la promiscuidad y el número de embarazos en adolescentes, después de una década de recomendaciones sobre el uso del preservativo».
El amor juvenil «es algo más que sexo y por eso el Gobierno debe tener la valentía moral de promover unas campañas en las que se transmita a nuestra juventud otros valores que no sean los de la más dura y exclusiva genitalidad».