El autor, detalla en el presente artículo, los aportes realizados por la Academia al desarrollo de esta nueva disciplina que es la Bioética. Su objetivo ha sido siempre salvaguardar la naturaleza y la dignidad del ser humano ante la amenaza de un mal entendido “progreso científico y cultural” que muchas veces atenta contra éstas. La Pontificia Academia para la Vida se nutre del Magisterio de la Iglesia y apuesta constantemente al diálogo fecundo entre fe y razón.