Bebé de diseño para curar al hermano (2-oct-01)

Una pareja británica ha pedido permiso para tener un niño probeta genéticamente seleccionado para que pueda tener un tipo de sangre que salve la vida de su hermano, ví­ctima de una rara enfermedad sanguí­nea. Una pareja salvó de ese modo la vida de su hija el año pasado en Estados Unidos. Pero la ley británica, aunque permite seleccionar los genes antes de la implantación para evitar enfermedades muy graves del propio embrión, no autoriza esa selección cuando el objetivo es salvar la vida de otro. Una clí­nica británica ha aceptado el encargo de los padres de Zain Hasmhi, de cuatro años, pero necesita una autorización oficial.

La ley británica permite el uso del llamado diagnóstico genético preimplantatorio, una técnica que posibilita a los médicos seleccionar los embriones antes de implantarlos en el útero de la madre, para evitar una enfermedad grave, como la fibrosis quí­stica o la hemofilia. Y en los últimos años han nacido una veintena de bebés perfectamente sanos porque la selección de sus genes ha evitado la enfermedad.

Pero lo que no prevé la ley es la posibilidad de que se pueda encargar un bebé de diseño con determinados genes para poder curar a otro. Esa técnica de selección genética no se puede utilizar en el Reino Unido por razones sociales, porque plantea el problema de que el niño de encargo puede ser tratado como una mercancí­a.

Zain Hashmi padece talasemia, una enfermedad que afecta a su capacidad para generar hemoglobina, la sustancia sanguí­nea que lleva oxí­geno a los tejidos. Los médicos del Park Hospital para Reproducción Asistida de Nottingham afirman que la única solución es un trasplante de células de médula ósea compatibles, algo que no puede hacer ninguno de los tres hermanos de Zain. ‘No es un simple problema de grupo sanguí­neo, sino de compatibilidad entre los embriones’, advierte el doctor Simon Fishel, experto del hospital de Nottingham.

Incluso si nace un hermano de diseño, el éxito de la cura no está asegurado. Sólo hay un 30% de posibilidades de que el futuro trasplante resulte compatible. E incluso en ese caso, el trasplante de células no garantiza al 100% la curación.

La decisión está ahora en manos de la Autoridad para Fertilización Humana y Embriologí­a, que debe decidir si acepta la petición planteada por los padres de Zain de traer al mundo un niño diseñado genéticamente para salvar la vida de uno de sus hermanos mayores. El doctor Fishel afirma que la decisión es urgente, que es cuestión de dí­as o de pocas semanas. Si la operación es autorizada, será la primera vez que se permite en el Reino Unido.

Frente al debate filosófico británico, los padres de Zain Hasmhi tienen la alternativa del pragmatismo: viajar a Estados Unidos, donde hace justo un año Lisa y Jack Nash tuvieron un hijo seleccionado genéticamente por encargo para salvar la vida de su hermana Molly, que padecí­a la anemia de Fanconi.

Los médicos analizaron genéticamente los embriones de una pareja antes de implantarlos en la matriz de la madre. Eligieron el embrión que deberí­a tener exactamente el tipo de células que se necesitaban para salvar a la hija mayor del matrimonio, que entonces tení­a seis años.

(Publicado en El Paí­s, 2-oct-01)