Introducción
La Bioética se ha caracterizado por ser una propuesta práctica de principios éticos racionales, que pretenden una validez universal, independientemente de las culturas o civilizaciones. Los derechos humanos fundamentales, y especialmente el derecho a la vida y el derecho a la asistencia en salud, son la base conceptual de la propuesta bioética, y se consideran derechos universales desde la Declaración de la ONU.
Esta propuesta universal de la Bioética se ha encontrado con varios obstáculos y retos diferentes a los que debe responder. Por una parte, desde la ética del cuidado y desde el feminismo se ha insistido en la atención al paciente concreto, en su especificidad, hombre o mujer, y no al individuo racional abstracto. Por otro, desde el comunitarismo y la ética de la interculturalidad se ha insistido en el respeto a las tradiciones comunitarias, tanto culturales como sociales y éticas, y en el consecuente respeto a la diferencia en la atención de salud, por ejemplo, con las poblaciones indígenas en América Latina.
La globalización ha acentuado esta tensión, con una revolución de los medios de comunicación que lleva a una revolución en las transferencias de pensamiento, como analiza Sloterdijk, con propuestas de éticas globales o mundiales, que chocan a veces con la exigencia de adecuación a lo particular y respeto a la identidad concreta y la multiculturalidad. Esto supone actualmente un reto para la Bioética tradicional, que pensamos debe afrontarse tanto desde la visión de la ética del diálogo, como desde la visión del personalismo y el comunitarismo, como complementación necesaria de lo aportado por la Bioética universalista o global. No es posible dar la respuesta sólo desde los principios bioéticos, o desde la bioética clínica, se necesita una propuesta desde una bioética institucional y social que ayude al desarrollo de un debate plural sobre el papel de la ética en las sociedades democráticas, empodere a los individuos e instituciones, y lleve al diálogo entre las distintas eticidades existentes en América Latina.
1.- Los antecedentes: la propuesta universalista de la Bioética.
Bioética global de Potter
En “Bioética: un puente para el futuro” Potter inaugura una visión “global” de la Bioética, como ética del medio ambiente, que debería unir de nuevo la ciencia y la filosofía, y sería el puente para salvar a la humanidad de un progreso científico deshumanizado. El mismo Potter, en una de sus últimas intervenciones públicas, insistió en su concepto de “bioética global” sosteniendo que “para un futuro a largo plazo tendremos que inventar y desarrollar una bioética política… la bioética mundial debe evolucionar hacia una bioética social a escala mundial políticamente activa”.