El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, firmará en breve un decreto que prohibirá destinar fondos federales a organizaciones internacionales de planificación familiar -principalmente ONGs-, para que ofrezcan asesoramiento y servicios relacionados con el aborto, según ha informado la Casa Blanca.
La decisión, que crea un fuerte debate social en el país, podría poner en dificultades la promesa de Bush de mejorar las relaciones entre demócratas y republicanos.
“Compartimos un importante objetivo: trabajar para que llegue el día en el que todos los niños sean bienvenidos a la vida y protegidos por la ley”, señala Bush en un comunicado leido por el senador republicano provida Chris Smith.
Esta decisión, 28 años después de que el Tribunal Supremo resolviese a favor del aborto, se ha tomado después de que en septiembre la FDA aprobase la píldora abortiva RU-486, y días después de que las asociaciones pro-vida se manifestasen en Washington para pedri la abolición de la legislación actual sobre aborto provocado.
Por su parte, el secretario de Salud del Ejecutivo de Bush, Tommy Thompsom, ha asegurado que va a hacer todo lo posible por prohibir este fármaco mientras ejerza su cargo. Esta afirmación parece atrevida teniendo en cuenta que el actual presidente norteamericano aseguró durante la pasada campaña electoral que poco podría hacer él para alterar la decisión de la FDA sobre la aprobación del fármaco RU-486.
Publicado en EL Global (www.nfglobal.com) en 29 de enero de 2001