Las células madre procedentes de médula ósea, entre otras fuentes, pueden dar lugar a neuronas, una vez implantadas en tejido cerebral, según demuestra un experimento que publica hoy (30,nov.2005) Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) Las células progenitoras, el paso siguiente a las células madre embrionarias en el … Las células madre procedentes de médula ósea, entre otras fuentes, pueden dar lugar a neuronas, una vez implantadas en tejido cerebral, según demuestra un experimento que publica hoy (30,nov.2005) Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)
Las células progenitoras, el paso siguiente a las células madre embrionarias en el camino por la consecución de un determinado linaje celular, pueden manipularse para que se diferencien en tipos celulares específicos y así servir en la reparación de tejidos.
Un equipo de investigadores estadounidenses ha preparado células progenitoras obtenidas de médula ósea humana para implantarlas en el giro dentado del hipocampo de ratones con deficiencia inmunológica.
Darwin J. Prockop, del Centro de Terapia Génica de la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, y uno de los autores del trabajo, que se publica hoy en la edición electrónica de Proceedings of the National Academy of Sciencesrelata que las células progenitoras humanas implantadas iniciaron una rápida proliferación de células madre neuronales que expresaban el marcador celular sox2.
Marcadores expresados
Una semana después de la implantación de las células humanas en los ratones, las células endógenas migraron a través de la región dorsal del hipocampo y expresaron marcadores tanto para astrocitos como para progenitores de oligodendrocitos.
Transcurrido un mes desde el implante, las nuevas células generadas expresaron marcadores que indicaban una naturaleza celular más madura.
Según exponen los investigadores, la inserción de células humanas en los ratones sirvió para estimular la proliferación, migración y diferenciación de células madre neuronales endógenas que llegaron a diferenciarse como células nerviosas.
El análisis de las vías moleculares, en las que aparecían implicadas determinadas citocinas, ha aportado nuevos datos sobre los mecanismos que subyacen a la diferenciación celular.
Este hallazgo podría servir también para potenciar los injertos celulares y optimizar las células empleadas, limitando el número necesario para obtener resultados terapéuticos.