Científicos de Brasil consiguieron desarrollar una tercera dentición en ratones a partir de células madre adultas provenientes de otro animal de la misma especie, indicó hoy la principal revista de odontología en el mundo. La publicación, Journal of Dental Research, señaló que los expertos esperan que el resultado de … Científicos de Brasil consiguieron desarrollar una tercera dentición en ratones a partir de células madre adultas provenientes de otro animal de la misma especie, indicó hoy la principal revista de odontología en el mundo.
La publicación, Journal of Dental Research, señaló que los expertos esperan que el resultado de la investigación, efectuada en la Universidad Federal Paulista de Brasil, pueda aplicarse en humanos dentro de unos 10 años.
La innovación científica, según los especialistas, significa una revolución en la odontología, pues soluciones mecánicas, como la prótesis o el implante, darán lugar a la herramienta biológica, y por tanto el diente de laboratorio puede significar la jubilación de la dentadura postiza.
La utilización de células madre adultas es un considerable avance en relación a otros intentos por desarrollar dientes biológicos, señalaron los científicos del proyecto.
Al contrario de las investigaciones con células embrionarias, en las células adultas el riesgo de rechazamiento es muy pequeño, pues son retiradas de la estructura dentaria de un individuo de la misma especie en la fase inicial de desarrollo, lo cual también evita la búsqueda de un donador compatible.
“‘El estudio abre un abanico de alternativas clínicas a la próstesis. Mientras la célula embrionaria va a ser siempre de otro donador, en este caso pueden ser usadas la del propio individuo que necesita” el tratamiento, afirmó uno de los miembros de la investigación.
El equipo científico descubrió que es posible cultivar y mantener células formadoras de dientes en cultivos durante seis días antes de la implantación.
De acuerdo con los investigadores, el material puede ser tomado de la estructura de la piezas conocida como la “muela del juicio”.
Los investigadores ”sembraron” células obtenidas de dientes inmaduros sobre una estructura de material biodegradable, que después fue implantada en la cavidad abdominal de los ratones.
El próximo paso es utilizar células del propio ratón, sin la necesidad de buscar un donador, y sólo después de probar su eficacia se realizarán experimentos en seres humanos, de acuerdo a los científicos.