keywords: violencia sexual, género, derechos humanos En diciembre pasado se constituyó el Colectivo de Mujeres Latinoamericanas por la Justicia de Género, extensión para nuestro continente del Women Caucus for Gender Justice, que actúa en los ámbitos relacionados con la Corte Penal Internacional. Su objetivo es que esa Corte persiga …
keywords: violencia sexual, género, derechos humanos
En diciembre pasado se constituyó el Colectivo de Mujeres Latinoamericanas por la Justicia de Género, extensión para nuestro continente del Women Caucus for Gender Justice, que actúa en los ámbitos relacionados con la Corte Penal Internacional.
Su objetivo es que esa Corte persiga judicialmente en todo el mundo, a quienes se oponen o limitan el llamado derecho al aborto, el reconocimiento jurídico de las uniones homosexuales y, en general, a quienes no estén de acuerdo con la llamada “autonomía reproductiva de la mujer”. Se busca perseguir, en este intento de imponer un pensamiento único global, a los gobiernos, a los legisladores, a las asociaciones civiles o a los simples ciudadanos de cualquier país que disientan con la “nueva la ética universal de valores relativos”, es decir, a cualquier persona que tenga la convicción que existen preceptos morales inmutables, vinculantes para todos los hombres, cualquiera sea su religión.
Con este proyecto se pervierte la creación de la Corte Penal Internacional, que fue saludada con satisfacción por el Santo Padre Juan Pablo II.
Dice la información oficial feminista: “El 1 de julio entró en vigor el Estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional, una primera y gran señal hacia la humanidad, que puede ver con esperanza el cumplimiento de anhelos de justicia y reparación para las víctimas de los crímenes de genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad. Con su entrada en vigencia, se abre también una nueva etapa para los movimientos de mujeres y la justicia de género”.
“Es necesario mantener y garantizar la aplicación de los avances que establece el Estatuto en esta materia y mas aún, lograr la adecuación de nuestros sistemas legales para hacer realidad las conquistas logradas”.
“En el proceso de redacción y negociación del Estatuto de Roma las mujeres cumplieron un rol fundamental logrando la criminalización de la violencia sexual, la incorporación de normas de procedimientos y prueba especiales, para las víctimas de la violencia sexual, (…) y disposiciones que aseguran la participación y elección de mujeres para los mas altos cargos de la Corte Penal Internacional”.
“En todo el mundo e históricamente, las mujeres han sido objeto de violencia sexual por parte de agentes del estado y particulares, en tiempos de guerra y en tiempos de paz”. (…).
“Ha sido largo el camino por lograr el reconocimiento de la violencia sexual contra las mujeres. La Conferencia Mundial de Viena en 1993 y la Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing en 1995, son antecedentes de la demanda por la justicia, una justicia que incluya a las mujeres. (…) La Corte Penal Internacional finalmente establece una serie de estándares o parámetros internacionales que permiten avanzar de manera sustantiva en materia de justicia de género”.
“Entre el 11 y el 14 de noviembre se llevó a cabo el Primer Taller Latinoamericano sobre Corte Penal Internacional y Justicia de Género, organizado por la Corporación La Morada (Chile), con el apoyo de la Fundación Ford”, continúa la información oficial. “Participaron un conjunto de mujeres de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y feministas y decidimos asumir el desafío y las potencialidades que, a partir del Estatuto de Roma se abren, para avanzar en el fortalecimiento de los derechos humanos de las mujeres y en materia de justicia de género”.
Es decir, el feminismo pretende avanzar sobre el Estatuto de la Corte, desvirtuándolo en aras de los “nuevos derechos humanos” de las mujeres: libertad absoluta para el aborto, la contracepción, y la esterilización, que incluye la desaparición del instituto jurídico de la patria potestad; el reconocimiento pleno de los supuestos derechos de gay’s y lesbianas, etc. Recordemos que el Caucus for Gender Justice, pretendió, en las reuniones preparatorias del Tratado de Roma, que la Corte Internacional considerara “embarazo forzado”, crimen juzgable por la Corte, a todo embarazo que la mujer no pueda “terminar cuando lo desee”, “aún en tiempo de paz”, es decir, o se aceptaba el “aborto a petición” o se era un criminal internacional. El intento, por ahora, fracasó.
El Colectivo Latinoamericano se formó el 10 de diciembre como fruto de la reunión en Chile. Sigue diciendo la información:
“Nos hemos comprometido a:
-Iniciar procesos de difusión y capacitación en torno a la Corte Penal Internacional y la justicia de género.
-Mantener y nutrir un diario virtual sobre derechos humanos y justicia de género como base para la articulación del colectivo.
-Promover el acceso de mujeres a instancias judiciales nacionales e internacionales.
-Desarrollar, progresivamente, un cuerpo de conocimiento en el ámbito de la justicia de género y del derecho humanitario.
-Promover el intercambio y apoyo entre las organizaciones no gubernamentales parte de la articulación y convocar a otras organizaciones de los movimientos de mujeres y feministas a trabajar conjuntamente.
-Iniciar y/o fortalecer procesos de alianzas entre el movimiento de derechos humanos y el movimiento de mujeres, en torno a la CPI.
-Participar en los procesos de implementación para asegurar que los avances que establece el Estatuto de Roma en materia de violencia sexual, participación y protección a víctimas y testigos, sea incorporada y sirva como parámetro para mejorar nuestras actuales legislaciones sobre el tema.
–Iniciar y/o reforzar procesos de exigibilidad política y jurídica en torno a la justicia de género“.
“Este colectivo es pues un paso adelante en el fortalecimiento de nuestras capacidades por incidir en los procesos nacionales desde una perspectiva propia y en el marco de los derechos humanos”.
Organizaciones No Gubernamentales parte del Colectivo de Mujeres Latinoamericanas por la Justicia de Género:
AGENDE, Brasil; Amnistía Internacional, Uruguay; AVESA, Venezuela; CEADEL, Argentina; CEIM, “Doctora Elvira Rawson”, Argentina; CODEPU, Chile; Colectivo de Feministas por la Autonomía, Ecuador; Colectivo La Cuerda, Guatemala; Colectivo Rebeldía, Bolivia; Coordinadora Política de Mujeres, Bolivia; Corporación DOMOS, Chile; Corporación La Morada, Chile; Fundación Gamma, Ecuador; Fundación Myrna Mack, Guatemala; ILSA, Colombia; Manuela Ramos, Perú; Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, Venezuela; Sisma Mujer, Colombia; Taller Comunicación Mujer, Ecuador.
Aunque no figuran en la lista, también están en esa línea de acción, en Argentina, el FEIM, que preside la abortista Mabel Bianco; el Instituto Social y Político de la Mujer (ISPM), que preside María José Lubertino y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que preside Horacio Verbitsky, que como informamos, también reciben fondos de la Fundación Ford.