DESPROGRAMAR CELULAS SOMATICAS FUE EL GRAN ACONTECIMIENTO CIENTIFICO Mª Dolores Vila-Coro, Directora de la Cátedra Unesco y del Doctorado en Bioética El Comité Internacional de Bioética de la Unesco ha celebrado durante la primera semana de noviembre su séptima sesión en Quito (Ecuador). En la reunión se trataron …
DESPROGRAMAR CELULAS SOMATICAS FUE EL GRAN ACONTECIMIENTO CIENTIFICO
Mª Dolores Vila-Coro, Directora de la Cátedra Unesco y del Doctorado en Bioética
El Comité Internacional de Bioética de la Unesco ha celebrado durante la primera semana de noviembre su séptima sesión en Quito (Ecuador). En la reunión se trataron temas como las tendencias y perspectivas actuales en la investigación sobre el envejecimiento; se debatieron los aspectos éticos de la investigación sobre células embrionarias; se habló de los aspectos económicos en la investigación sobre el genoma humano, y finalmente, de la solidaridad y cooperación con los países en desarrollo.
El doctor Huber Warner, director del programa de Biología del Envejecimiento del Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos, expuso las tendencias actuales y las perspectivas de la investigación para retrasar el proceso de envejecimiento y mejorar la calidad de vida. Una de las técnicas existentes consiste en reemplazar las células muertas por células troncales embrionarias, que es uno de los temas más controvertidos en la reflexión bioética.
La sesión dedicada a la educación estuvo presidida por Giovanni Berlinguer, presidente del Comité Nacional de Bioética de Italia. Los participantes destacaron el gran interés de la bioética, que actualmente demanda la atención de científicos, médicos y otros profesionales de las ciencias de la salud: filósofos, sociólogos, periodistas, juristas, etcétera. También se puso de relieve que la formación en bioética puede promover la adquisición no sólo de unos conocimientos técnicos, sino de una actitud mental y un comportamiento social que contribuyan a la formación de buenos ciudadanos. En este sentido, se destacó la conveniencia de comenzar su estudio durante la enseñanza sucundaria. Por último, se recalcó el desconcierto que ocasionan los maestre, titulaciones que no tienen unas características homogéneas en cuanto al número de horas y materias que comprenden. Se felicitó a la Cátedra de Bioética de la Unesco por la iniciativa de crear un curso de doctorado en Bioética y Biojurídica, ya que estos estudios tienen reconocimiento nacional a diferencia de los máster, que sólo tienen la garantía de la institución que los imparte. El punto más controvertido, y que levantó una acalorada polémica, fue el relativo al uso de las células embrionarias para investigación. Bajo el señuelo de los fines terapéuticos, el grupo de trabajo había preparado su informe tratando de justificar su utilización. Sin embargo, los miembros del comité no suscribieron el documento, alegando que se les había facilitado sin la necesaria anticipación para estudiarlo detenidamente, además de ser un tema controvertido en el que es difícil conseguir unanimidad. Se manifestó que, si se adoptaba una posición abierta dejando a los países que regularan según su criterio, no tenía sentido la existencia del Comité Internacional de Bioética como orientador de unos principios éticos y unos valores compartidos internacionalmente. Estos principios evitarían refugios genéticos y alejarían la idea de que globalidad se refiere únicamente al aspecto económico y financiero. No obstante, la dificultad de conciliar posiciones contrapuestas no permitió llegar a ninguna conclusión, por lo que se decidió dejar para la próxima sesión la resolución del conflicto.
Células somáticas y clonación
Cabe señalar que, si bien el comité está constituido por personas que pertenecen a distintas culturas y tendencias, aportando su enriquecedora pluralidad, no parece conveniente la participación en los grupos de trabajo de personas que, por su dedicación profesional, tengan un interés directo en el tema. La razón de esto es la facilidad de que carezcan de la suficiente objetividad en la exposición de los hechos, como así ha sucedido. Por otra parte, lo que supone un verdadero acontecimiento científico de primera magnitud no ha sido tanto la llegada al mundo de la oveja Dolly, sino conseguir la cionación a partir de células sornáticas. Desprogramar su especificidad y lograr que retrocedieran a su estado totipotencial, invirtiendo el sentido de su reloj biológico, ha marcado unas pautas a la investigación que no se enriquecería con la utilización de células embrionarias, sino todo lo contrario. Estos nuevos caminos del conocimiento son los que conducen a la verdadera clonación terapéutica.
Los aspectos económicos de la investigación sobre el genoma humano suscitaron también gran interés. Se indicó qué entre 1998 y 2000 se ha incrementado el valor de las firmas o empresas genómicas; también que se invierten cantidades enormes en propiciar la información genómica y que se buscan patentes para aumentar los beneficios comerciales. Se hizo notar que el genoma proporciona una fuente de recursos económicos basados en la información.
El profesor José María Cantú, presidente del proyecto latinoamericano sobre el genoma, puso un ejemplo para mostrar el interés de la información al tratar de la farmacogenómica. Señaló que un determinado fármaco se metaboliza en función de las copias del gen que lo metaboliza: si son muchas, el proceso es más rápido, por lo que se requieren dosis más altas del medicamento; si, por el contrario, las copias son escasas, el proceso es más lento, por lo que se necesitan dosis más bajas, Por una reacción adversa a las drogas murieron 100.000 pacientes hospitalizados en Estados Unidos en 1995. Advirtió que se debe conocer si el paciente es rápido o lento para proporcionarle la dosis que le corresponde, ya que las cantidades oscilan con una diferencia entre 5 y 500 miligramos. La conferencia del secretario general del proyecto chino del genoma humano, Huanming Yang, versó sobre la importancia que tiene determinar lo que se va a investigar y planteó las siguientes cuestiones: ¿quién debe decidir?, ¿interesan más los beneficios económicos o la salud de los seres humanos?. Se refirió a la escasa importancia que se concede a la mortalidad infantil y a los dos millones de personas que padecen malaria, para concluir que el altruismo no crece tanto como la ciencia. El último día se habló de la solidaridad y cooperación internacional entre los países desarrollados y en desarrollo respecto al genoma humano. Se hizo la propuesta de crear un fondo internacional administrado por un organismo independiente, nutrido con una parte de los beneficios obtenidos por las empresas, para financiar la investigación y el estudio del genoma humano, En otro sentido, se dijo también que sería mejor que, en lugar del fondo, las compañías e industrias farmacéuticas dejaran parte de sus ganancias. También se señaló que se debe concretar a quién y para qué se destina el dinero, pues lo más importante es formar a quienes habitan en esos países y trasmitirles estrategias, además de transferirles tecnología. Me pareció interesante la sugerencia de incentivar los programas que ya existen con la supervisión y control de la Unesco, ya que la creación de un fondo tardaría en ponerse en marcha y podría ser un pretexto para dejar inactivos los actuales programas.
(Diario Médico, 22.XI.2000)