Tras recibir un promedio de 30 inyecciones en los músculos cardíacos dañados, los diez pacientes recuperaron entre un 42 y un 50 por ciento de su rendimiento cardíaco No ha sido la primera vez, pero lo cierto es que la investigación que ayer presentó un equipo liderado por la Universidad …
Tras recibir un promedio de 30 inyecciones en los músculos cardíacos dañados, los diez pacientes recuperaron entre un 42 y un 50 por ciento de su rendimiento cardíaco |
No ha sido la primera vez, pero lo cierto es que la investigación que ayer presentó un equipo liderado por la Universidad de Pittsburgh ante la Asociación Estadounidense de Cirugía Torácica supone un paso más en uno de los territorios más prometedores para la curación de enfermedades y la medicina regenerativa. Una vez más, se ha comprobado la eficacia de la aplicación de trasplantes de células madre adultas para recuperar el tejido muscular de pacientes que han sufrido graves infartos cardíacos, según recoge el diario ABC en su edición del lunes, 26 de abril.
Este es el caso: de un grupo de veinte pacientes graves aquejados de fallo congestivo, a diez se les aplicó un «bypass» convencional, a los otros diez se les seleccionó para recibir células madre procedentes de los huesos de la cadera. Tres meses después, los enfermos que habían recibido un promedio de entre 25 a 30 inyecciones en el tejido muscular cardíaco que presentaba más daños, recuperaban entre un 42 y un 50% de su rendimiento cardíaco. A los que se aplicó el procedimiento quirúrgico básico se les observó una mejora comprendida entre un 33 y un 50%. Tres meses después, es decir, seis después de las intervenciones, la mejora del rendimiento seguía estable, sin efectos secundarios adversos, ni complicaciones, ni arritmias.
El optimismo de los resultados abre también el terreno de la duda. Como ha ocurrido con los trasplantes celulares del pionero Hospital Universitario de Hannover, los científicos no saben si la incuestionable mejoría de los pacientes se debe a que el trasplante de las células madre ha posibilitado su transformación en cardiomiocitos (que regenerarían el músculo cardíaco dañado) o si lo que han inducido ha sido una creación de nuevos vasos sanguíneos en el corazón que estimulan la recuperación. Por ejemplo, un marcador proteínico (Connexin 43) que se reduce al producirse los infartos había recuperado notablemente sus índices.
Uno de los cardiólogos de la intervención, el argentino Federico Benetti lo explica: «No sabemos si el aumento se debió al crecimiento de nuevas células musculares cardíacas que resultó de las inyecciones de células madre o si éstas sacaron a las demás células de su hibernación».
Publicado en Medynet, 2004-05-1