Efectos adversos de la contracepción de emergencia

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Al hablar de los efectos adversos de la contracepción de emergencia, un primer aspecto que hay que evaluar es que método de contracepción se utiliza, pues estos efectos son distintos según se use el dispositivo intrauterino, la pí­ldora del dí­a de después compuesta por estrógenos más progesterona, o la pí­ldora … Al hablar de los efectos adversos de la contracepción de emergencia, un primer aspecto que hay que evaluar es que método de contracepción se utiliza, pues estos efectos son distintos según se use el dispositivo intrauterino, la pí­ldora del dí­a de después compuesta por estrógenos más progesterona, o la pí­ldora del dí­a de después que únicamente contiene progestágenos. Esta última es la más utilizada, siendo la que se expende en España(con tres presentaciones comerciales: Norlevo, Postinor y Postfemin), por lo que en este informe vamos a referirnos exclusivamente a ella. Esta pí­ldora contiene como principio activo un progestágeno, el levonorgestrel, del cual se administran dos dosis de 750 ug, separados 12 horas, lo antes posible después de la relación sexual.

En primer lugar, creo que conviene señalar que los efectos secundarios de la pí­ldora del dí­a de después, hasta ahora puestos de manifiesto, son pequeños (N Eng J Med 349; 1832, 2003), pero objetivos, por lo que realizar una valoración de los mismos parece justificada. Así­ mismo, la mayorí­a de los trabajos se decantan por considerar que el riesgo/beneficio del uso de la pí­ldora del dí­a de después es positivo, si se considera como especialmente negativa la posibilidad de un embarazo después de una relación sexual esporádica. Por esta razón, ya en 1998, se expidieron en el mundo más de un 1 millón de envases de este tipo de pí­ldoras (Lancet 325; 428, 1998) y en la actualidad su uso esta legalizado en más de 80 paí­ses (BMJ 326; 75, 2003).

De forma global se puede decir que la mitad de las usuarias de la pí­ldora del dí­a de después presentan algún efecto secundario negativo (BMJ 325; 1395, 2002), cifra que otros trabajos concretan en un 12 % de las mujeres que la usan (Contraception 64; 17, 2001). Sin duda, los efectos adversos más frecuentes son las nauseas y vómitos, y así­, ya en 1990 (Obst Gynecol 76; 552, 1990), en una evaluación que incluí­a 12 estudios y más 4500 mujeres, se detectaron nauseas en el 42 % de ellas y vómitos en el 16 %. En otros trabajos se especifican más estos efectos. En uno de 1998 (Lancet 352; 428, 1998) se detectan nauseas (23 %), dolor gástrico (17 %), fatiga (17 %), dolor de cabeza (16 %), mareos (11%), aumento de la sensibilidad mamaria (11 %), vómitos (7 %) y otras alteraciones (13 %). En otro más reciente, se refieren: nauseas (15 %), vómitos (15 %), diarreas (3 %), fatiga (13 %), vértigos o mareos (20 %), dolor de cabeza (10 %), aumento de la sensibilidad mamaria (8 %), dolor abdominal (15 %), sangrado vaginal (31 %) y retraso de la menstruación (5 %) (Lancet 370; 1803, 2002). Es decir, no son efectos adversos graves pero si objetivos.

Por otro lado, es conocido que los anticonceptivos orales compuestos por estrógenos más progesterona pueden incrementar en las usuarias el riesgo de fenómenos tromboembólicos. Sin embargo, en relación con la pí­ldora del dí­a de después, este efecto adverso está menos definido, pués al administrar solamente dos dosis del progestágeno, los mismos parecen escasos. De todas formas, en un trabajo reciente (Contraception 59; 79, 1999), de 73.302 mujeres que recibieron 100.615 prescripciones de pí­ldora del dí­a de después, entre 1989 y 1996, 19 desarrollaron una trombosis venosa profunda o un embolismo pulmonar.

Recientemente han sido publicados dos informes del “Population Research Institute”, de 5 y 12 de marzo de 2004 (pri@pop.org), en los que se valoran los posibles efectos adversos que la pí­ldora del dí­a de después podrí­a tener en las adolescentes norteamericanas en caso de que la propuesta enviada a la FDA (Foods and Drug Administration) de aquel paí­s, por la firma comercial “Women”™s Capital Corporation/Barr Laboratories”, para legalizar su distribución, fuera aprobada. Además de los efectos adversos anteriormente referidos, como ha reconocido David A. Grimes, uno de los ocho promotores del plan presentado por aquella firma comercial a la FDA, “el uso repetido de la pí­ldora del dí­a de después puede alterar seriamente el ciclo sexual femenino”, lo que podrí­a dificultar en la usuaria la distinción entre un retraso de la menstruación por irregularidades del ciclo o un embarazo. También sugieren, que como ha ocurrido en otros paí­ses, el uso de la pí­ldora del dí­a siguiente puede incrementar el número de relaciones sexuales, al trivializar éstas, lo que podrí­a favorecer el aumento de enfermedades infecciosas de transmisión sexual.

Así­ mismo, en un reciente informe publicado por la Secretaria del Comité de Actividades Provida de los Obispos norteamericanos (www.usccb.org/ogc/ec-fda.htm), referente al plan anteriormente comentado para introducir el uso de la pí­ldora del dí­a de después en Estados Unidos, se comentan algunos de los efectos adversos que el uso de esta pí­ldora puede tener, refiriéndose, además de a los efectos secundarios ya comentados, al incremento del riesgo de embarazo ectópico, citando que en el Reino Unido se detectaron 2 embarazos ectópicos entre 201 embarazos inesperados después de utilizar la pí­ldora del dí­a siguiente (Chief Medical Officer”™s Update nº 35, January 2003). Algo similar se detectó en Nueva Zelanda, por lo que el Centro de Control de Efectos Adversos de ese paí­s, hizo llegar a los que recetan éstos fármacos la sugerencia de que “recuerden a las mujeres la posibilidad de un embarazo ectópico, si después de tomar la pí­ldora del dí­a siguiente se produce un embarazo inesperado (Contraception 50;544,1994).

De todas formas al evaluar los efectos adversos que la pí­ldora del dí­a de después puede tener, hay que considerar un aspecto que parece de indudable interés. Como se ha referido, este tipo de pí­ldoras contienen una dosis de progestágeno (750 ug) 20 veces mayor que la pí­ldora anticonceptiva habitual. Por otro lado, está empezando a ser utilizada por muchas mujeres, especialmente adolescentes, como un método anticonceptivo más; es decir, no utilizan habitualmente ningún método de anticoncepción de los usados, y si tienen una relación sexual, de las que se denominan “desprotegidas”, se recurre a la contracepción de emergencia. Por ello, no es infrecuente que muchas mujeres, utilicen la pí­ldora del dí­a de después más de una vez al año, incluso algunas llegan a tres o cuatro. Como consecuencia de ésta práctica estas mujeres están sometiendo a su organismo a choques hormonales muy fuertes. En este sentido no es conocido en que medida ésto puede afectarlas, especialmente a las adolescentes. Es algo que habrá que evaluar en estudios realizados a más largo plazo.

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