La Corte Interamericana de Derechos Humanos acaba de rechazar el intento del lobby pro-aborto de establecer un “derecho al aborto” en toda América Latina.
Este fallo crea un precedente legal que ayudará al PRI y a otros grupos pro-vida a defender la vida inocente por nacer desde la concepción en los 25 países miembros, incluida la región en general.
El lobby del aborto esperaba que el fallo de la Corte en el caso Beatriz fuera en sentido contrario, es decir, que permitiera el aborto a pedido en toda América Latina de la misma manera que el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso Roe v. Wade abrió el camino al aborto sin restricciones.
Al igual que Roe, el lobby del aborto construyó su caso sobre una falsedad.
Afirmaron que un “aborto terapéutico” habría salvado la vida de una joven salvadoreña, Beatriz, en un embarazo de alto riesgo.
Argumentaron que las leyes de El Salvador, que reconocen el derecho a la vida del no nacido y prohíben el aborto, impidieron que los médicos le salvaran la vida.
Lo cierto es que, así como Jane Roe nunca fue violada, Beatriz no murió por complicaciones relacionadas con su embarazo o la supuesta falta de un aborto.
Más bien, Beatriz murió más de cuatro años después del nacimiento de su hijo en un accidente de motocicleta no relacionado.
Dados los sentimientos pro-aborto de varios miembros de la Corte Interamericana, muchos creyeron que el lobby pro-aborto prevalecería. Sin embargo, contra todo pronóstico, no lo hizo.
¿La razón?
Un coro de organizaciones pro-vida en toda la región alzó su voz durante meses, exponiendo la forma en que el lobby del aborto estaba distorsionando los hechos del caso, sin mencionar que se involucraba en falsedades descaradas.
El Population Research Institute jugó un papel clave en el Caso Beatriz a través de la alianza permanente con el Centro Global para los Derechos Humanos (GCHR), el principal aliado dentro del sistema interamericano.
Trabajan incansablemente en la defensa de los derechos humanos, con especial énfasis en el derecho a la vida desde la concepción. Se han capacitado a los líderes de GCHR en estrategias políticas, se les ha proporcionado herramientas políticas prácticas y efectivas, y estan en constante comunicación con ellos.
En el caso de Beatriz, PRI participó activamente en múltiples reuniones estratégicas a lo largo del proceso, ayudando a delinear cursos de acción claros. Facilitando la participación de líderes de opinión de toda la región y promoviendo una serie de campañas relacionadas con el caso a través de medios de comunicación y redes sociales.
Al formar un frente unido y trabajar juntos por un propósito común, pudieron prevalecer contra la duplicidad y los profundos bolsillos del movimiento abortista.
El caso Beatriz en detalle: la verdad sobre los engaños del lobby abortista.
El Caso Beatriz comenzó en 2013. Beatriz, una mujer de 22 años de escasos recursos en El Salvador, estaba embarazada de su segundo hijo. Su primer embarazo había sido difícil, en parte porque sufría de lupus, y los médicos sugirieron la esterilización después del parto.
Beatriz se negó porque quería volver a ser madre.
Varios años después, Beatriz se alegró al saber que estaba embarazada de nuevo. Pero durante una visita prenatal, el médico le informó que su hijo por nacer sufría de anencefalia.
Se trata de una malformación congénita que impide el desarrollo del cerebro, y que limitaría el tiempo de su bebé en la tierra a desde unas pocas horas hasta unos pocos meses.
Tras el diagnóstico, el lobby abortista le mintió a Beatriz, diciéndole que moriría si continuaba con el embarazo.
Su verdadero objetivo era utilizar su situación como pretexto para promover la legalización del aborto, primero en El Salvador, y luego en la Corte Interamericana.
El caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, la cual, después de revisar todas las pruebas, concluyó correctamente que la vida de Beatriz no corría peligro y que el aborto no estaba justificado.
Rafael Varaona, perinatólogo y médico de Beatriz durante su segundo embarazo, dijo al tribunal que su lupus eritematoso sistémico estuvo completamente controlado durante su embarazo y que su vida nunca estuvo en riesgo.
Sin embargo, debido a que su cesárea anterior no había cicatrizado adecuadamente, se decidió realizar una cesárea a los seis meses para evitar la posibilidad de hemorragia.
Su hija nació y se llamó Leylani. Nació viva, recibió mucho amor de su madre y falleció de forma natural horas después debido a su anencefalia.
En cuanto a Beatriz, se recuperó de su cesárea sin ninguna complicación. Cuatro años después, sin embargo, murió en un accidente de motocicleta.
Su trágica muerte llamó la atención del lobby proabortista, que decidió mentir sobre la causa de su muerte. Atribuyó su muerte a su falta de acceso al “derecho humano al aborto”.
Resucitaron el caso y lo llevaron ante la Corte Interamericana.
Precedentes clave de la sentencia
Tras analizar el caso, la Corte Interamericana concluyó que las leyes salvadoreñas que protegen la vida desde la concepción no violaron los derechos humanos de Beatriz ni estuvieron relacionadas con su muerte prematura.
Pero la Corte fue más allá, señalando varios puntos críticos que nos ayudarán a defender la vida en la región con más vigor:
- Rechazo a las falsedades: La Corte desestimó las mentiras en el Caso Beatriz, reconociendo que su muerte no estaba relacionada con la prohibición del aborto en El Salvador y que no se violó su derecho a la vida.
- Reconocimiento de la dignidad del no nacido: La Corte rechazó los intentos de deshumanizar a Leylani, afirmando que una comprensión adecuada de los derechos humanos no prioriza el derecho a la vida del no nacido sobre la salud de la madre, pero sí otorga claramente la misma protección a ambos.
- El aborto no está reconocido como un derecho: La Corte aclaró que el aborto no puede ser considerado un “derecho” dentro del sistema interamericano porque sigue siendo un delito. Un acto no puede ser simultáneamente un delito y un derecho.
- Rechazo a la “violencia obstétrica” como argumento a favor del aborto: La Corte señaló que la violencia obstétrica es el resultado de fallas en los protocolos médicos, no de leyes que penalizan el aborto. Esto desmanteló los argumentos feministas que vinculaban la legislación provida con la violencia de género.
- Reafirmación de la Soberanía Nacional: En una decisión inesperada y sin precedentes, la Corte declaró que los países, si bien son libres de implementar sus recomendaciones, no las impondrá ni las impone a los países miembros. Esto fortaleció la soberanía de El Salvador.
De manera más general, esta sentencia reafirma que las mejores prácticas para proteger tanto a la madre como al niño se encuentran en protocolos médicos que siempre, en todas las circunstancias, respetan la vida, y nunca ven el aborto como una solución.
Y lo que es más importante, marca un punto de inflexión en la defensa de la vida en Iberoamérica. Envía un mensaje claro: los derechos humanos, incluido el derecho a la vida desde la concepción, no son negociables.
Lecciones para el Movimiento Pro-Vida
La decisión de la Corte Interamericana demuestra que la defensa de la vida puede prevalecer incluso contra la masiva presión internacional, la manipulación y la mentira de los medios de comunicación.
Este caso también subraya la importancia de la organización y la unidad entre las organizaciones pro-vida en la región, todas las cuales trabajaron juntas para exponer las falsedades dichas por el lobby pro-aborto.
Esta victoria no podría haberse logrado sin los espléndidos esfuerzos del Centro Global para los Derechos Humanos.
Sus líderes, Sebastián Schuff y Neydy Casillas, han dedicado años de sus vidas a coordinar esfuerzos en toda la región para garantizar que la Corte Interamericana respete los derechos nacionales y la democracia.
Entre otras cosas, lanzaron el sitio web casobeatriz.org para centralizar la información, promover actividades y facilitar la participación de miles de ciudadanos a través de una petición dirigida a los jueces de la Corte.
La victoria sirve como modelo para resistir con éxito la cultura de la muerte en toda la región.
La historia de Beatriz enseña que, el mantenerse unidos, la Verdad y la Vida pueden prevalecer, incluso contra las mentiras viciosas de los mercaderes de la muerte.
Publicada en The Population Research Institute por Carlos Polo | 13 de enero de 2025 | The Beatriz Case: A Historic Victory for the Latin American Pro-Life Movement