Datos preliminares de un estudio epidemiológico de patología dual en la Comunidad de Madrid. Se ha triplicado el consumo de cocaína en Madrid en los últimos años
Madrid, 5 junio 2007 (AZprensa.com)
La “IX Jornada Nacional de Patología Dual: De la psicopatología a la adicción o viceversa”, celebrada recientemente en Madrid, es el marco en el que se han presentado los datos preliminares de un estudio epidemiológico de patología dual en la Comunidad de Madrid, coordinado por la Asociación Española de Patología Dual.
Este estudio es el primero de este tipo que se realiza en España y la Asociación Española de Patología Dual tiene intención de desarrollarlo también a nivel nacional.
La patología dual, que consiste en la comorbilidad de un trastorno de conductas adictivas con otro trastorno mental, es hoy en día una realidad clínica. “Los que trabajamos en salud mental vemos que los pacientes usan cada vez más sustancias con un poder adictógeno y que las causas de por qué las usan son muy variadas”, comenta el doctor Ignacio Basurte, del servicio de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid) y secretario de la Asociación Española de Patología Dual.
“Los datos de este estudio nos están diciendo que hay una nueva realidad clínica que es la patología dual y que son necesarios algunos recursos, o por lo menos la coordinación adecuada entre los distintos dispositivos asistenciales tanto de Salud Mental como de Drogas, que muchas veces están disociados”, manifiesta Basurte.
En Madrid, aunque los datos en relación al consumo de cannabis son fijos, los relativos a la cocaína indican que su consumo se está triplicando en los últimos años. Según Basurte esto se debe a que “la disponibilidad y accesibilidad a este tipo de drogas es mayor que en otras comunidades autónomas, simplemente por ser un núcleo urbano, metropolitano y con un nivel muy alto de población”. “En el último año, en la ciudad de Madrid, en el Instituto de Adicciones, se han tratado y diagnosticado más de 2.000 casos de patología dual, lo que viene a representar más de una tercera parte de los pacientes a los que se ha asistido”, añade.
El tratamiento farmacológico de esta patología pasa por los antipsicóticos atípicos. “Los antipsicóticos atípicos, sobre todo la quetiapina, nos han permitido a medio y largo plazo, no solamente comprobar su utilidad en la esquizofrenia, sino también en la estabilidad de los pacientes a nivel afectivo en el trastorno bipolar. Y son precisamente éstos, dos grupos que tienen una prevalencia altísima de sustancias como pueden ser la cocaína, y como consecuencia un empeoramiento de la sintomatología psicótica”, comenta Basurte.
Este especialista destaca la importancia de la prevención del consumo de drogas, resaltando sobre todo la prevención en los adolescentes, ya que debido a que todavía están en fase de neurodesarrollo, el consumo de sustancias les va a afectar en todas sus áreas de funcionamiento.
Una de las explicaciones al uso de sustancias por parte de pacientes mentales viene dada por lo que los especialistas denominan “la teoría de la automedicación” que consiste en que el paciente, en el afán de liberarse de los síntomas que presenta, lo que hace es consumir determinadas sustancias. “Por ejemplo, en la esquizofrenia el uso de cannabis aunque empeora la sintomatología positiva, ayuda al paciente a dormir, a prestar atención…”, concluye Basurte.