El Gobierno de EE.UU. rechaza todo tipo de clonación con embriones humanos Dentro del debate mundial planteado en torno a la clonación de embriones humanos, la Administración Bush ha optado por la postura más restrictiva. La Casa Blanca ha dejado saber esta semana al Congreso federal que se opone sin excepción …
El Gobierno de EE.UU. rechaza todo tipo de clonación con embriones humanos
Dentro del debate mundial planteado en torno a la clonación de embriones humanos, la Administración Bush ha optado por la postura más restrictiva. La Casa Blanca ha dejado saber esta semana al Congreso federal que se opone sin excepción a este tipo de prácticas, ya sea con inquietantes fines reproductivos o para lograr prometedores avances médicos.
Trasladando al terreno legislativo sus conocidas posiciones pro-vida, la Administración Bush ha confirmado oficialmente su oposición frontal a cualquier tipo de clonación humana. Una postura sin lugar para compromisos y que ha generado automáticamente duras críticas entre la comunidad científica, sectores empresariales de Estados Unidos y los grupos de pacientes involucrados en la búsqueda de nuevos tratamientos para enfermedades como la diabetes.
A través del Departamento de Salud y Servicios Humanos, la Casa Blanca ha confirmado su voluntad de cerrar todas las puertas posibles a una tecnología que, en su opinión, tarde o temprano puede convertir en problemática e inmoral realidad la clonación de seres humanos. En este sentido, una mayoría abrumadora en el Congreso federal se muestra inclinada a prohibir estas prácticas con fines reproductivos.
Sin embargo, este claro consenso político no se extiende a la llamada clonación terapéutica con fines médicos. Activistas favorables a estas investigaciones han advertido de que una prohibición dificultará el desarrollo de prometedores tratamientos contra enfermedades por ahora incurables. En este sentido, se insiste en que experimentos con las técnicas de clonación y limitados a embriones de cinco días son el primer paso para regenerar en el futuro tejidos y órganos de nuestro cuerpo.
DOS PROYECTOS LEGISLATIVOS
Al mismo tiempo, también existe un consenso científico en contra de la clonación con fines reproductivos teniendo en cuenta el alto riesgo de malformaciones detectadas en experimentos con animales. La tecnología de la clonación, simbolizada en la oveja Dolly, supone la creación de embriones con el mismo material genético de un organismo existente. Hasta el momento se ha conseguido aplicar estas técnicas a ovejas, vacas, cabras y ratones a través de la manipulación de óvulos y el uso de «madres suplentes».
Para regular estas técnicas en su aplicación humana, dos proyectos legislativos contradictorios se han abierto paso en el Congreso federal. Por un lado se encuentra la versión patrocinada por los diputados Jim Greenwood y Peter Deutsch, que prohibiría la utilización de técnicas de clonación con fines reproductivos pero permitiría sus aplicaciones médicas, al estilo del marco legal aprobado en Gran Bretaña. El proyecto rival, patrocinado por los diputados Dave Weldon y Bart Stupak, aspira a penalizar todo tipo de clonación convirtiéndolo en delito federal.
Una visión totalmente restrictiva compartida por la Administración Bush y los obispos católicos norteamericanos, entre otros grupos religiosos. Según Richard Doerflinger, portavoz de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, toda ley que permita experimentos parciales de clonación no hace otra cosa que facilitar en el futuro el nacimiento de niños clónicos. Durante la Administración Clinton ya se prohibió el uso de fondos federales para cualquier tipo de experimento de clonación humana. Prohibición que el nuevo Gobierno republicano podría extender ahora al sector privado.
WASHINGTON. Pedro Rodríguez, corresponsal
. ABC 22 junio 2001