El número de consultas relacionadas con el dolor está aumentando pero el tiempo que los médicos le dedican a cada una se reduce, según ha puesto de manifiesto los Programas Control del Dolor emprendidos por el Instituto Zambon de Lucha contra el Dolor con la colaboración de 21 sociedades científicas. …
El número de consultas relacionadas con el dolor está aumentando pero el tiempo que los médicos le dedican a cada una se reduce, según ha puesto de manifiesto los Programas Control del Dolor emprendidos por el Instituto Zambon de Lucha contra el Dolor con la colaboración de 21 sociedades científicas. Así, mientras el 80 por ciento de los médicos consultados consideran que seguirán aumentando las consultas sobre el dolor, el porcentaje de galenos que admite no dedicar suficiente tiempo al paciente con dolor pasó del 58 por ciento en 2000 hasta el 70 por ciento en 2002.
A partir de estos resultados, el Instituto Zambon ha diseñado un test de calidad de vida, Espiditest, que pretende ser un instrumento de orientación terapéutica para conocer la vivencia del dolor y mejorar el pronóstico de los pacientes. El test ha contado con la colaboración de la Sociedad Española de Dolor y los protocolos de tratamiento (algoritmos) que incluye han sido diseñados en su versión de Atención Primaria por el doctor Emilio Blanco, presidente del Grupo de Dolor de la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista (SEMERGEN), y presidente de esta sociedad en Castilla y León; y en su versión para Atención Hospitalaria por el doctor Juan Pérez-Cajaraville, responsable de la Unidad del Dolor de la Clínica Universitaria de Navarra.
“El Espiditest puede ser importante en la evaluación de un paciente con dolor crónico. Se trata de un método que incorpora todas las dimensiones de la experiencia dolorosa, que van a ayudarnos en la compresión integral y alternativas terapéuticas que vamos a proponer”, explica el doctor Emilio Blanco. En cuanto a los algoritmos de tratamiento, consisten, añade, en “procedimientos basados en la evidencia científica para ayudar al médico a tomar decisiones respecto al proceso asistencial del paciente que consulta por dolor”.
La aplicación del Espiditest favorece la clasificación de forma objetiva y cualitativa del paciente con dolor en tres tipologías distintas según de su calidad de vida, y recomienda una guía orientativa del tratamiento a seguir en función de cada patología y tipo de dolor. Para el doctor Juan Pérez-Cajaraville, responsable de la Unidad del Dolor de la Clínica Universitaria de Navarra, un algoritmo de tratamiento, tanto en dolor agudo como crónico, “supone reforzar, entre otros, puntos tan importantes como la capacidad de detectar el riesgo de dolor crónico; cumplir con el derecho de los pacientes a no padecer dolor y educar al paciente y su familia en el manejo del dolor”.
Otro de los objetivos del test es mejorar la comunicación médico-paciente y aprovechar el tiempo por consulta. En los Programas Control se ha observado que las deficiencias en la comunicación se subsanarían dedicando más tiempo a la atención del paciente, escuchándole más y facilitando el acceso a pruebas complementarias. Pero este objetivo se ve dificultado, según los expertos que han participado en el test, por la masificación de las consultas. Es por ello que el doctor Emilio Blanco propone limitar desde la Atención Primaria “los cupos actuales” y ordenarlos “atendiendo a criterios epidemiológicos”. A partir de ahí, “los profesionales tenemos que gestionar muy bien nuestras agendas para poder llevar a cabo una buena entrevista clínica que sigue siendo la mejor herramienta de la que dispone un médico de familia cuando atiende a un paciente que consulta por dolor”.
En este sentido, el doctor Blanco indica que “es importante, desde el primer momento, dejar claro al paciente que asumimos que su dolor es un problema real, huyendo de actitudes o afirmaciones que puedan darle la impresión que consideramos que no tiene nada y su dolor no es tal”.
Publicado en Azprensa