Proyecto publicado y avalado
El día 9 de julio a las 10.30h se presentó científicamente la derivación de las dos primeras líneas de células madre embrionarias de España (VAL-1 y VAL-2), en el I Foro Mundial de Biotecnología de Valencia al que asistieron científicos internacionales y nacionales como José Cibelli, Robert Lanza, Woo Suk Hwang, García Verdugo o Bernat Soria, entre otros. Durante mi intervención, presenté la carta de aceptación de nuestro trabajo codificado como F&S 124 y titulado: First Derivation in Spain of Human Embryonic Stem Cell Lines: Use of Long-Term Cryopreserved Embryos and Animal-Free Conditions en la revista americana Fertility and Sterility.
Esto es lo que se denomina un trabajo aceptado y de acuerdo con las normas del CIERM al que alude el profesor de bioética de la Universidad de Navarra. Se considera in press, ya que ha superado el proceso editorial de la revisión por árbitros y será publicado en un periodo de tiempo que, en este journal específicamente, oscila entre 4 a 6 meses.
Por lo tanto, estos hallazgos científicos no son inéditos. Lo que resulta inédita es la falta de información o de deseos de obtenerla de un profesor honorario de bioética de la Universidad de Navarra que, en una defensa moral de los códigos científicos que todos bien conocemos, olvida códigos más simples como el de la información documentada antes de la denostación.
Para poder derivar líneas celulares embrionarias humanas de la forma más eficiente posible, es decir con el menor uso de embriones, nuestro grupo ha trabajado durante los últimos tres años con cigotos triploides. Dichos cigotos se producen tras una fecundación anómala (un ovocito es fecundado por dos espermatozoides) y el embrión resultante no es viable, ya que nunca dará lugar a un individuo.
Dentro de los límites legales
La ley 35/1988 de Técnicas de Reproducción Asistida (LTRA), en su artículo 15.3(4), establece: “Sólo se autorizará la investigación en preembriones con otros fines que no sean de comprobación de su viabilidad o diagnósticos si se trata de preembriones no viables”. No determina la ley el concepto de viabilidad o no viabilidad, pero sí lo hizo el Tribunal Constitucional en diversas resoluciones: la sentencia 212/96, de 19 de diciembre, sobre la Ley 42/1988, de 28 de diciembre, de donación y utilización de embriones y fetos humanos o de sus células, tejidos u órganos “define el término viable como adjetivo cuyo significado el diccionario describe como capaz de vivir. Aplicado a un embrión o feto humano, su caracterización como no viable hace referencia concretamente a su incapacidad para desarrollarse hasta dar lugar a un ser humano, a una persona en el fundamental sentido del artículo 10.1”.
Los cigotos triploides deben considerarse no viables, pues como se ha indicado, aunque puedan ser capaces de desarrollarse y crecer, no mantienen la vida, ya que de implantarse producirían una mola hidatidiforme, pero no un feto vivo, y en consecuencia deben entenderse incluidos en el artículo 20 2 de la LTRA, cuando considera infracción muy grave “transferir al útero gametos o preembriones sin las exigibles garantías biológicas o de viabilidad”.
La consecuencia, por tanto, es que dichos embriones están llamados a ser eliminados o dejarlos morir, por cuanto que no son viables. Con este bagaje legal, dicho proyecto pasó el Comité í‰tico de Investigación del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y fue presentado en la Comisión Nacional de Reproducción Asistida en el 2002.
La derivación de VAL-1 y VAL-2 se ha realizado de acuerdo a los requerimientos legales actuales (Ley 45/2003, de 21 de Noviembre, por la que se modifica la Ley 35/1988, sobre Técnicas de Reproducción Asistida) y con los permisos de la autoridad sanitaria de la Comunidad Valenciana, utilizando embriones congelados desde hace mas de 5 años que fueron donados para investigación por sus progenitores.
Cortinas de humo descalificadoras
Estas líneas han sido obtenidas en ausencia de productos animales y son, por tanto, de grado terapéutico, es decir, las células que se obtengan de ellas podrían ser potencialmente utilizadas en pacientes. Cuando no podíamos trabajar con células madre embrionarias en España tuvimos que trabajar en la Universidad de California, San Francisco, porque siempre hemos creído en esta línea de investigación. Por lo tanto, no sólo conocemos perfectamente la normativa legal y la cumplimos, sino que además se cuenta con nosotros para crearla, ya que formo parte del grupo de trabajo para la preparación de la nueva ley de Investigación Biomédica bajo la presidencia del director del Instituto Carlos III. No nos han faltado consultas con bioéticos, notarios y legisladores; lo que nos sobran son cortinas de humo que tratan de descalificar nuestro trabajo por razones políticas y religiosas disfrazadas de respeto a la vida.
En este caso, el autor de la Universidad de Navarra declara honestamente su sesgo en su conflicto de intereses; se opone a la investigación con células madre.
Al igual que la de cualquier persona su opinión es digna de respeto, y desde luego, nadie le va a obligar a ser tratado con células madre embrionarias si no lo desea. El mismo respeto reclamamos para que nuestro trabajo no se vea ensombrecido por conjeturas sin fundamento, fruto, cuanto menos, de la falta de información. Pretendemos tan solo aportar nuestro grano de arena en la medicina regenerativa española.
VAL-1 y VAL-2 son una realidad incuestionable, siguen creciendo cada día, van a ser utilizadas por nuestros investigadores en diferenciación y parte de ellas serán depositadas en el banco nacional del Reino Unido para mayor transparencia y difusión. Al final del camino está el beneficio de aquellos pacientes que en el futuro pudieran ser tratados con células madre en España, aunque esto es sólo un modesto, pero sólido comienzo.
Toda verdad pasa por tres etapas: primera es ridiculizada, segunda es violentamente opuesta y tercera es finalmente aceptada por ser autoevidente (Arthur Schopenhauer 1788-1860).
Declaración de conflicto de intereses: el autor del presente artículo, que profesa un respeto absoluto por la vida humana, creando vida cada día mediante técnicas de reproducción asistida para llenar la vida de parejas infértiles, está convencido de que la utilización apropiada de la vida celular contenida en el embrión humano es un bien que nos ha sido concedido para curar a una humanidad doliente.
Publicado en Diario Médico 30 de julio 2004