Desde que en España se introdujo hace cinco años la “píldora del día después” el número de unidades distribuidas en hospitales y farmacias se ha triplicado: en 2001 fueron 160.000, mientras que en 2005 subió a 506.000. Al mismo tiempo, el número de abortos creció un 20%, y la tasa …
Los resultados no pueden ser más decepcionantes para la política sanitaria que presentó la píldora como el remedio seguro para reducir las cifras del aborto. Sin embargo, al dar a conocer estos datos, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, no anunció ningún cambio de estrategia: sólo más de lo mismo. Se trataba de presentar la enésima campaña para fomentar el uso del condón, que tampoco ha resultado muy eficaz para prevenir enfermedades de transmisión sexual, ya que los casos declarados de sífilis pasaron de 700 en 2001 a 1.255 en 2005, y los de infección gonocócica de 805 a 1.174 en el mismo periodo.
Pese a la píldora del día siguiente, la tasa de abortos por mil mujeres ha subido de 7,66 en 2001 a 8,9 en 2004. Pero hay quien no se desanima. El doctor Ezequiel Pérez Campos, presidente de la Sociedad Española de Contracepción, declara que “si la píldora postcoital se usara todo lo liberalmente posible, las cifras de aborto deberían bajar” (“El País”, 20-07-06). En concreto, propone que se entregue sin receta médica.
Sin embargo, un reciente trabajo publicado en la revista médica JAMA (293; 54, 2005) contradice esa presunción. Se incluyeron en el estudio 2.117 mujeres de entre 15 y 24 años, a las que se dividió en tres grupos: uno que podía adquirir la píldora en la farmacia sin receta médica; otro al que se le proporcionaban las pastillas por adelantado y un tercero en el que se les facilitaban tras la visita a un hospital o una clínica. En dicho trabajo, los autores comprueban, tras un seguimiento de 6 meses, que las mujeres a las que se proporcionaban las pastillas por adelantado, las utilizaban en un 37,4% de las veces; las que tenían libre acceso a las farmacias, en un 24,2%, y las que debían acudir a un hospital, en un 21%. Lo que llama poderosamente la atención es que, con independencia de estos porcentajes, los índices de embarazos y de enfermedades de transmisión sexual fueron similares en los tres grupos.
Después de campañas de todo tipo para promover los preservativos y facilitar el uso de la píldora del día siguiente, los médicos que atienden a los jóvenes que van a pedir la píldora gratuita a los centros de salud constatan que lo que falta no es información, sino formación. Advierten una tendencia a subestimar los riesgos de determinadas conductas sexuales y una cierta banalización de la píldora postcoital y del aborto como solución.
Las jóvenes que van a pedir la píldora aseguran que en las relaciones han usado el preservativo y que se les ha roto o deslizado. Aunque pueden mentir, con esta explicación no sale muy favorecido el argumento sobre la eficacia del condón para prevenir el SIDA y evitar embarazos no deseados.
Tras la experiencia de estos años, lo que sin duda ha conseguido mejorar la píldora del día siguiente es la cuenta de resultados de los laboratorios farmacéuticos. Un resultado que no defraudará a la Sociedad Española de Contracepción.
Publicado en Aceprensa, 26-07-2006
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