Eutanasia: noticias de junio

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EUTANASIA :Noticias Junio Durante el último mes de junio Diario Médico (DM) ha publicado una serie de noticias y artí­culos, sobre distintos temas relacionados con la eutanasia, que por su interés vamos a tratar de resumir. Un primer tema a considerar, son diversos aspectos relativos al testamento vital. Marí­a Victoria Roque, directora …

EUTANASIA :Noticias Junio

Durante el último mes de junio Diario Médico (DM) ha publicado una serie de noticias y artí­culos, sobre distintos temas relacionados con la eutanasia, que por su interés vamos a tratar de resumir.

Un primer tema a considerar, son diversos aspectos relativos al testamento vital. Marí­a Victoria Roque, directora del Centro de Estudios de Bioética de la Universidad de Barcelona, comenta (DM, 16-V-2001) la dificultad que supone la posibilidad de que los pacientes puedan cambiar de opinión sobre lo que incluyeron en su testamento vital después de haber redactado éste. Por ello, opina que los pacientes deberí­an rehacer sus testamentos vitales cada vez que cambien de opinión, para asegurarse que los médicos no les sometan a tratamientos que no desean. Si no se hace, es posible que el paciente no pueda beneficiarse de una nueva técnica que haya surgido después de haber redactado su testamento vital. De ahí­ la necesidad de ir actualizándolo, no solo en función de la voluntad del paciente ““que puede variar-, sino también de nuevas tecnologí­as que puedan ofrecer nuevas perspectivas de vida a los pacientes.

Otro problema que surge es el tratar de equiparar un documento sobre voluntades anticipadas con la eutanasia pasiva (ver Provida Press nº 71). En este sentido, Jaime Cardona Vila, promotor de la ley catalana sobre voluntades anticipadas y portavoz del CIU en la Comisión de Sanidad del Senado, Manuel Antonio Silva, secretario general de la Consejerí­a de Sanidad de la Xunta de Galicia y Javier Sánchez Caro, subdirector de la Asesorí­a Jurí­dica del Insalud, opinan (DM 17-V-2001) que “el documento de voluntades anticipadas no puede equipararse con ningún tipo de eutanasia”, y que la confusión terminológica es la clave del problema. Según Cardona “la eutanasia activa y directa es la única que tendremos que entender como eutanasia, insistiendo en que la ley de reconocimiento de los derechos del paciente no es parte de la eutanasia, sino todo lo contrario. En opinión de David C. Thomasma, uno de los padres de la bioética en EEUU, solo el 10% de los pacientes utiliza el testamento vital (DM, 25-V-2001), y éste solo alcanza su verdadera eficacia cuando existe una verdadera confianza entre médico y paciente, opinión compartida por Maria Victoria Roqué (DM 16-V-2001), quien estima que este tipo de documentos no deberí­an mediar entre el médico y su paciente, ya que esta relación deberí­a fundamentarse en la confianza entre ambos. Cuando esta confianza no rige, surgen problemas de entendimiento y asi se refleja en un reciente libro sobre el tema (DM 21-VI-2001), en donde se indica que el 75% de las denuncias presentadas contra actos médicos tienen su origen en una deficiente información del médico a su paciente. También se comenta que los denominados testamentos vitales generalmente se fundamentan en el deseo del paciente de no sufrir, por lo que una generalización de las unidades de cuidados paliativos, eliminarí­a, en gran parte, la necesidad de fomentar el testamento vital.

De todas formas, si este tipo de documentos proliferan, parece que serí­a necesario tratar de promover y regular la creación de un Registro General de Documentos de voluntades anticipadas, según opina Maria Casado, directora del Observatorio de Bioética y Derecho del Parque Cientí­fico de Barcelona (DM 26-VI-2001). Ello es debido a la dificultad que en ocasiones existe para saber si un paciente que acude en grave estado a un hospital, redactó con anterioridad un testamento vital. Este registro único, ya existe en EEUU y Holanda. También sugiere que el documento se formalice ante notario para que tenga mayor grado de vinculación. Como se comprueba, un tema éste, el de los testamentos vitales, interesante, seguramente útil para los pacientes, pero que todaví­a requiere perfeccionarse para que verdaderamente pueda ser un instrumento eficaz en la regulación de la relación médico-paciente en los momentos terminales de la vida. De todas formas, es posible que las campañas, puestas en marcha para la introducción del testamento vital, puedan tener un cierto trasfondo tendente a introducir la eutanasia en nuestro paí­s, basándose para ello en la opinión de que la clase médica y los propios ciudadanos son favorables a que aquella se regularice. Sin embargo, los hechos no parecen confirmar ésto, ya que hace unos dí­as (DM, 15-VI-2001) el Parlamento Catalán rechazó por 72 votos en contra, 35 a favor y 28 abstenciones, una propuesta que pedí­a la despenalización de la eutanasia activa. Fuera de nuestras fronteras sucede otro tanto, en efecto, en Oregón, el único Estado norteamericano en el que la eutanasia está legalizada, solo el 0,9% de los pacientes pide la eutanasia. Además, en otros dos Estados, Michigan y Maine, la eutanasia ha sido rechazada por referéndum entre los ciudadanos. Tampoco el cuerpo médico parece favorable a la eutanasia, y en este sentido Ezekael J Emanuel, director del Departamento de Bioética de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU (DM, 29-VI-2001), recuerda que la oposición profunda a esta práctica es mayoritaria en su paí­s. En este sentido comenta que en los estudios realizados entre los médicos, todos menos dos, revelan que la gran mayorí­a de los facultativos se oponen a la eutanasia.

Desde un punto de vista positivo, parece que uno de los mecanismos más eficaces para controlar la eutanasia, es fomentar el desarrollo de las unidades de cuidados paliativos. En este sentido, Carlos Fernández Carriedo, consejero de Sanidad de Castilla y León, ha manifestado (DM 12-VI-2001) que su departamento invertirá 500 millones de pesetas en los servicios de cuidados paliativos de los hospitales de su Comunidad autónoma, con el objetivo de lograr la atención de 1.300 pacientes terminales. Fernández Carriedo ha manifestado además que, a los servicios de cuidados paliativos de los hospitales de Salamanca, ívila y Soria, se sumaran en breve nuevas unidades, en los hospitales de Zamora, Segovia y Palencia.

JUSTO AZNAR

(Publicado en ProvidaPress)

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