Dos recientes casos clínicos acaecidos en Holanda pueden ayudar a distinguir entre la eutanasia y cuidados paliativos, una barrera que no siempre es fácil de establecer. En el primero de ello, la Corte Suprema de Holanda ha rechazado la apelación de un médico generalista de ímsterdam, el Dr. Wilfred Van …
Dos recientes casos clínicos acaecidos en Holanda pueden ayudar a distinguir entre la eutanasia y cuidados paliativos, una barrera que no siempre es fácil de establecer. En el primero de ello, la Corte Suprema de Holanda ha rechazado la apelación de un médico generalista de ímsterdam, el Dr. Wilfred Van Oijen, que había sido acusado de asesinato. El doctor Van Oijen tenía una paciente de 80 años de edad, que estaba en coma y cuyo fallecimiento se esperaba dentro de las 48 horas siguientes. Sin ninguna otra consulta previa, el doctor inyectó a su paciente 50 mg de alcuronium y la paciente falleció en poco tiempo. El doctor Van Oijen defendió ante el tribunal que lo que él hizo fue verdadero cuidado paliativo, ya que ello contribuyó a ayudar a su paciente a morir. Sin embargo, la Corte Suprema rechazó su argumentación, ya que la paciente estaba en coma, no sufría y además no se contaba con su autorización para practicarle la eutanasia, por lo que consideró que el tratamiento médico constituyó un homicidio. El médico fue suspendido en sus funciones por dos años y condenado a una semana de prisión.
En el otro caso, un joven médico residente fue absuelto sin cargos, después de haber aumentado la dosis de morfina administrada a un paciente moribundo, con graves dificultades respiratorias. Dado que el estado clínico del paciente estaba empeorando, el médico le administró la morfina y al poco tiempo el paciente falleció. El doctor fue arrestado. Sin embargo, la Cote Suprema ha estimado que el fármaco utilizado pudo acortar la vida del paciente, pero que en ningún caso el doctor deseaba ésto, sino aliviarle los sufrimientos físicos, aumentando la dosis del analgésico (BMJ, 20-XI-2004).