El aumento de la media de edad de las madres primerizas estadounidenses se debe a que cada vez hay más mujeres que comienzan a tener hijos a los 30 y 40 años y menos madres en los 20. Aunque la mayoría de los partos aún corresponde a las mujeres menores de 35 años (alrededor de 85% del total), en la tasa de todos los nacimientos, no sólo del primer hijo, las madres mayores de 35 años han aumentado en los últimos 20 años, mientras que la tasa de nacimiento de mujeres más jóvenes se mantiene o desciende. Sin un sueldo estable los jóvenes no se plantean el matrimonio y eligen la cohabitación por diversas razones, pero,siguen queriendo tener hijos.Estas tendencias, nada insignificantes, suponen cambios en la vida, las familias y la economía, y con la llegada de los hijos cada vez más tarde, estos cambios se irán incrementando.