Los informes de una “crisis de cuidado infantil” están surgiendo en todo Estados Unidos y en todo el mundo. En Texas, Minnesota, Utah, Virginia, Nevada, Florida, Oregón, Arizona, Dakota del Norte, California, Maine y casi todos los demás estados que se puedan mencionar, los titulares de “crisis de cuidado infantil” son tendencia. Lo mismo ocurre en el Reino Unido, Francia, Alemania, Australia, Japón y otros lugares.
Entonces, ¿está surgiendo de repente crisis simultáneas de cuidado infantil en todo el mundo, o está sucediendo algo más grande aquí?
Primero los detalles de la llamada “crisis del cuidado infantil” en el estado de Utah. Un artículo explicaba la “crisis” de esta manera:
“Hay más de 154,000 niños menores de seis años que viven en Utah con todos los padres disponibles en la fuerza laboral. Pero, solo hay 54,804 lugares de cuidado infantil con licencia… Estatal. La capacidad del programa de cuidado infantil con licencia solo es suficiente para atender a aproximadamente el 36% de todos los niños menores de seis años cuyos padres trabajan”.
Por el tono alarmista del artículo, parece que están destinados a asumir que los niños que no están inscritos en guarderías con licencia son dejados vagar por las calles o darse un atracón de venenos domésticos y videos de YouTube. Pero la respuesta más probable es lo que dice el propio informe:
“Eso significa que las familias trabajadoras de casi dos tercios de los niños más pequeños de Utah deben depender de arreglos alternativos (como utilizar miembros de la familia, contratar o compartir una niñera, alternar los horarios de trabajo de los padres, usar proveedores de cuidado infantil sin licencia, o alguna combinación de estos)”.
Por lo tanto, es probable que la mayor parte de los niños que no están inscritos en guarderías institucionalizadas estén al cuidado de miembros de la familia, una niñera contratada o un amigo de confianza. Para la mayoría de la gente, esto no constituiría una “crisis”. Tener familiares o amigos de confianza que ayuden a cuidar a los hijos es una opción inteligente tanto económica como emocionalmente.
Los informes sobre la “crisis del cuidado infantil” afirman sistemáticamente que los centros de cuidado infantil autorizados son el estándar de oro en el cuidado infantil y que si el cuidado institucionalizado no es accesible, los niños están sufriendo. Anna Thomas, directora de políticas de Voices for Utah Children, dice que cuando el cuidado infantil con licencia es menos accesible, los padres recurren “cada vez más a situaciones subóptimas“, incluido el “cuidado sin licencia, un mosaico de familiares y amigos, o el intercambio de horarios con sus cónyuges”.
¿Es el cuidado institucionalizado mejor para los niños?
Pero, ¿es el cuidado institucionalizado patrocinado por el Estado la mejor opción para los niños?
¿Utilizar a la familia y los amigos, contratar a una niñera o intercambiar horarios con los cónyuges son opciones realmente “subóptimas”?
¿Qué dicen los expertos?
Erica Komisar, experta en desarrollo infantil con más de 25 años de práctica, dijo en 2023: “El cuidado institucional no es ni será nunca una buena opción para los niños menores de tres años. Hay muchos estudios que relacionan la atención institucional de cero a tres con un aumento de los niveles de cortisol, la hormona del estrés, problemas de comportamiento, ansiedad y aumento de la agresión”.
Komisar aconseja: “Recurrir primero a los lazos de parentesco. Recurrir a los miembros de la familia que tienen una inversión en su hijo similar a la suya y que estarán en la vida de su hijo en el futuro. Por ejemplo, una tía, una abuela o una hermana”.
Ella dice que un solo cuidador sustituto o niñera constante, que se puede compartir con otra familia, “sigue siendo una mejor opción que la guardería, que es la opción que menos me gusta debido a la proporción de cuidador por niño”.
Komisar explica que la rotación de personal en las guarderías es extremadamente alta y que el nivel de inestabilidad no es óptimo para los niños. Ella dice:
“Los bebés necesitan ambientes tranquilos, tranquilos, pacíficos, juguetones y seguros. No puedo enfatizar lo suficiente que la guardería no es eso”.
Del mismo modo, Jenet Erickson, investigadora del Instituto de Estudios de la Familia que se centra en el bienestar materno-infantil, comenta,
“Los niños están ‘programados’ para desarrollarse dentro de un pequeño grupo de personas conocidas y requieren relaciones cariñosas uno a uno para desarrollarse bien… Los grupos mucho más grandes y las condiciones más caóticas características de los entornos de cuidado infantil en comparación con los entornos familiares y del hogar pueden causar niveles elevados de estrés entre algunos niños… Se ha establecido que el estrés persistentemente elevado durante la primera infancia es un factor de riesgo para resultados adversos del desarrollo”.
Erickson destaca un estudio longitudinal que demuestra que, si bien pasar tiempo en guarderías institucionalizadas puede no ser problemático para todos los niños, hubo correlaciones entre el tiempo dedicado a la atención institucionalizada y los resultados de los niños:
“A la edad de cuatro años y medio, los niños que habían pasado más de 30 horas a la semana en la guardería tenían, en promedio, peores resultados en todas las áreas del desarrollo socioemocional (competencia social más débil, más problemas de comportamiento y mayor conflicto con los adultos) a tasas tres veces más altas que sus compañeros“.
Por lo tanto, parece que las mismas cosas que se critican como soluciones de cuidado infantil “subóptimas” (utilizar miembros de la familia, compartir niñeras contratadas y ajustar los horarios de trabajo de los padres para maximizar el tiempo en casa) son las mismas cosas que los expertos y los datos sugieren que son las mejores para los niños.
El Dr. Stanley Greenspan, un renombrado psiquiatra infantil, está de acuerdo. Opina: “La única manera de mejorar las guarderías es que menos personas las usen“. Por lo tanto, según los expertos, el problema puede no ser que haya muy pocos niños en instituciones de acogida, sino demasiados.
Komisar ha identificado hábilmente la verdadera crisis. Ella dice: “Los efectos de la ausencia materna en nuestros hijos es un problema social importante de nuestro tiempo“. Así que tal vez la emergencia más significativa es la disminución de la influencia de las madres y los efectos catastróficos que está teniendo en sus hijos, su posteridad y el mundo.
Publicada en Mercatornet por Kimberly Ells | 24 de septiembre de 2024 | Is there a worldwide ‘childcare crisis’?
