Francia se dispone a legalizar el «derecho a morir». La eutanasia continuará siendo castigada como un homicidio, pero se modificará profundamente el código deontológico médico que define las condiciones del fin voluntario de los tratamientos médicos en casos desesperados. Philippe Douste-Blazy, ministro de Sanidad, anunció ayer la aprobación de una …
Francia se dispone a legalizar el «derecho a morir». La eutanasia continuará siendo castigada como un homicidio, pero se modificará profundamente el código deontológico médico que define las condiciones del fin voluntario de los tratamientos médicos en casos desesperados. Philippe Douste-Blazy, ministro de Sanidad, anunció ayer la aprobación de una nueva ley, antes de finales de año, que permitirá «escoger la muerte» a los pacientes incurables, en unas condiciones que están por determinar, implicando en la decisión final a la familia y los médicos que han seguido al enfermo.
Douste-Blazy explica de este modo la futura reglamentación: «No se trata de despenalizar la eutanasia, ya que tal despenalización sería tanto como autorizar el derecho a matar. El acto de dar la muerte será siempre castigado. Por el contrario, vamos a modificar la deontología médica y el código de la sanidad pública sobre el fin de la vida. La ley instaurará el derecho a morir con dignidad. Con la nueva ley, los enfermos incurables podrán escoger su propia muerte. Descartamos por completo los modelos belga y holandés».
El ministro de Sanidad anuncia un «gran debate nacional» sobre un tema de enorme calado moral. En el estado actual de la reflexión, la futura ley debiera articular estos principios básicos: la familia del enfermo será consultada en todo momento; la decisión final corresponderá al grupo de médicos que ha seguido colectivamente al paciente; en caso de desacuerdo entre el deseo del paciente y la decisión de sus médicos, el enfermo podrá recurrir a otros médicos; en el caso de los enfermos inconscientes, quedará prevista la posibilidad de redactar una «directiva» o «testamento médico» anticipado. Según el ministro de Sanidad, ningún médico podrá tomar nunca una decisión solitaria. Y será necesaria la firma de dos médicos, como mínimo, para poner fin al tratamiento que mantenía con vida a un paciente.
El proyecto de ley debiera discutirse en la Asamblea Nacional antes de las vacaciones de Navidad, para entrar en vigor la próxima primavera. En su estado actual, el proyecto sigue puntualmente las conclusiones de la misión parlamentaria creada en 2003, cuando el joven tetrapléjico Vincent Humbert fue ayudado a morir por su madre y su médico de cabecera. Este caso provocó una conmoción nacional. Y una comisión parlamentaria ha escuchado la opinión de médicos, religiosos y asociaciones de familia, aconsejando «reglamentar el derecho a morir con dignidad».
