Identidad personal y Biojurí­dica (Prof. Ballesteros)

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keywords: identididad personal, posmodernidad, personismo, genealogismo, individualismo, reproducción asistida, derecho familia, 1       La identidad personal en la postmodernidad decadente  La cuestión fundamental de la biojurí­dica, que puede ser considerada una parte de la bioética,  estriba en determinar quien es titular de derechos y por tanto debe ser tratado como un …

 


keywords: identididad personal, posmodernidad, personismo, genealogismo, individualismo, reproducción asistida, derecho familia,


 

1       La identidad personal en la postmodernidad decadente 

La cuestión fundamental de la biojurí­dica, que puede ser considerada una parte de la bioética,  estriba en determinar quien es titular de derechos y por tanto debe ser tratado como un fin y no puede por tanto ser manipulado a través de la biotecnologí­a, o de la ingenierí­a genética,  salvo en beneficio de si mismo.

A este respecto todas las posiciones coinciden en destacar que el titular de los derechos es siempre quien tiene la condición de persona. Pero las divergencias surgen precisamente en determinar quienes son personas.

 

a) el personismo y la marginación de los seres humanos considerados no  personas

 

Aparece  en primer lugar, la posición que podemos llamar personismo,  basada en la separación  entre los conceptos de persona y ser humano .  Tiene su origen  en el ensayo de John Locke,  Sobre el entendimiento humano [1] . Locke distingue entre ser humano, como miembro de la especie biológica humana y persona , como aquel ser humano  capaz de vida consciente y libre, de vida biográfica . Para él  la identidad personal es autopercepción , conciencia de si . Ser persona es saberse el mismo, ser uno mismo. No hay identidad sin autoconciencia , pero la autoconciencia tiene que tener carácter actual. Persona es en definitiva la res cogitans de Descartes, el ser desencarnado. Por  el contrario, el ser humano no persona es la res extensa , el ser simplemente biológico, el cuerpo, Pese a ello Locke no extrajo ninguna consecuencia jurí­dica de tal separación, al considerar que el ser humano sin más es el titular de derechos..

Las consecuencias jurí­dicas se producirán sin embargo ya en el s.XX entre los seguidores de Locke, como Derek Parfit , para quien “matar un ser humano es un mal, pero matar una persona es peor” [2]

     Para Derek Parfit  “no es la misma persona la que ahora sufre y la que luego no se acuerda del sufrimiento”. Derek Parfit  niega la idea de sustancia del yo, y con ello la identidad personal como una cuestión de todo o nada . Para él , la identidad es una cuestión de grados, conectada a la continuidad corporal y psicológica.  Lo que les lleva a admitir la existencia de distintos yoes a través del tiempo. Ello conduce a poner en cuestión temas como la obligatoriedad de las promesas, la irresponsabilidad por actos cometidos en el pasado, la prescripción penal Esta misma distinción entre seres humanos y personas  se da en Engelhardt [3]   en lo que él llama bioética secular , que según él es la única válida para todos, salvo para los cristianos dentro de su gueto. Para Engelhardt, todos los derechos deben quedar subordinados al derecho a la libertad, lo que supone que el principio de beneficencia debe ceder ante de autonomí­a.

      

     De acuerdo con el personismo : sólo el adulto es persona, en cuanto sólo el es agente moral y no puede ser utilizado contra su voluntad. En virtud de su autonomí­a posee la plenitud de los derechos  y puede entre otras cosas tener hijos por cualquier procedimiento [4] o no tenerlos , aún habiéndolos concebido ( así­ , sentencia Roe vs. Rade del Tribunal Constitucional norteamericano, del 74  que ahora parece que puede ser revisada, ).  Al mismo tiempo se niega la condición de personas a determinados seres humanos como los  embriones. Y por tanto se les niega el derecho a la vida ; considerando que su destino depende de la voluntad de los padres [5] . Ello conduce  a la aceptación  de la  licitud de la   utilización de embriones para la creación de tejidos para transplantes ( informe Warnock de 1984   Informe Donalson de 2000), alegando que “los embriones deben ser solidarios”, y deben ser puestos a trabajar [6] Simultáneamente desde esta perspectiva se niega el derecho elemental  de los niños a  tener un padre y una madre, perfectamente identificables [7] .

     

       b)  Genealogismo . La destrucción de la identidad personal a través del primado del inconsciente 

     

     La otra variante postmoderno-decadente de la negación de la identidad personal es la genealogista, que tiene como principales representantes a Nietzsche y a los autores postestructuralistas , conectables a la izquierda freudiana , como Deleuze, Guattari, Foucault o Maffesoli . Para ellos la persona se caracteriza precisamente por carecer de identidad, sino que implica discontinuidad  El término persona se opone ahora al  de individuo, precisamente para eliminar la identidad personal. “La persona es el concepto central de la postmodernidad (decadente), como lo era el individuo de la modernidad. Mientras el individuo implica unidad e  identidad, la persona implica multitud, número indefinido [8]

     

       Nietzsche destruye la identidad personal por su ateismo postulatorio. Propone un individualismo sin sujeto

 

      Nos encontramos aquí­ con la lí­nea de pensamiento que va de Hume a Nietzsche. Hume extrajo  las consecuencias de la concepción de Locke. En la sección  sobre el alma inmortal  niega la sustancia, por ser superflua y además incomprensible [9] En la sección sobre la identidad personal considera que lo único real son las percepciones , mientras que el yo no es una percepción.  En  la identidad hay grados según las mutaciones de un ser natural sean más o menos amplias o más o menos repentinas. La cuestión de la identidad no es cuestión de  blanco o negro   sino de  más o menos. La idea de sí­ mismo es una ilusión, “un problema gramatical”,  apoyada en la creencia. La unidad de la personalidad puede asimilarse a una república en la que los miembros cambian continuamente pero  permanecen los lazos de la asociación, “el solipsismo es simultáneamente “instanteí­smo” . El rechazo de la idea de transcendencia del sujeto implica el rechazo de la realidad del tiempo y hace imposible la idea de identidad como autoobjetivación.  [10]

      En la época de Hume (comienzos del s:XVIII) se podí­a mantener la hipótesis de la identidad personal como simple creencia , como simple convención, en la época de Nietzsche (finales del XIX)  ya no, por lo que éste convertirá la sutileza de la insinuación en violencia de la denegación . [11] La voluntad de poder disuelve la identidad en el deseo polimorfo.  El yo no es una sustancia sino una ficción , fábula , juego de palabras, se diluye en el lenguaje., sólo es real  el deseo .  

       La disolución de la identidad personal en Nietzsche va unida a un triple rechazo. 1) La idea de juicio y culpa  2) la idea de duración, 3). La idea de compasión  y con ella la muerte de Dios.

      1)  Tener identidad , ser un sujeto,  equivale a poder ser juzgado.  De ahí­ la apelación de Nietzsche a Dionisos,  y al esteticismo  como destructores del principio de individuación, coincidiendo con el romanticismo y Schopenhauer

La voluntad de poder rechaza cualquier sentido y cualquier justificación, y se presenta como voluntad lúdica,  aspira a ser una voluntad pura, autónoma , sin sometimiento de ningún tipo, sin dependencia alguna,  por lo que necesariamente debe ser una voluntad indiferente.  Por eso su noción de  el superhombre implica capacidad  de soportar los roles más contradictorios,

 La disolución de la identidad personal en Nietzsche parece estar en plena sintoní­a con el modernismo. ,y anticipar  el postmodernismo  decadente  que colocan el arte por encima de la verdad  Sólo el placer y el impulso  artí­sticos son reales , lo demás es muerte y neurosis.

2) La disolución de la identidad personal conecta  igualmente  con la idea del eterno retorno  Y conduce a la reivindicación del olvido ..Nietzsche insiste a lo largo de toda su obra en la ética del olvido y del juego , que encarna en lo que él llama “el niño”. Exalta por tanto todo lo que habí­a sido más aborrecido y temido: lo fugaz, lo transitorio , lo instantáneo, lo no duradero. [12] Por ello ve en la creación del hombre como ser capaz de prometer la mayor de represiones, y una gran pérdida de la  capacidad de sorprender. [13]

      3)  La oposición a la idea de identidad personal y con ello al cristianismo   es sobre todo oposición a la idea de compasión, . Por ello el que mata a Dios es el hombre más feo ya que  no puede soportar ser visto y compadecido por Dios [14]

      Max Weber se hará cargo de esta propuesta de Nietzche, al declarar que “disipada la fe en el único Dios verdadero lo que queda es un “politeí­smo de valores “, un Olimpo neopagano del que parten solicitaciones contrapuestas” [15]

              .

      Deleuze y Foucault disuelven la identidad personal al  oponerse al tabú del incesto

 

      Sin embargo, lo que en Niezsche era expresión de una posición trágica, mantenida con el riesgo de su propia cordura va a volverse materialmente vulgar en los autores representantes del postestructuralismo y la izquierda freudiana En todos ellos se parte del principio de que “todo lo que dura resulta duro”, y por tanto la principal tarea contracultural consiste en luchar contra las instituciones , que encarnan el espí­ritu de permanencia y muy especialmente contra la familia ,que pasa a ser considerada la institución represiva por antonomasia.

      Giles Deleuze y Felix Guattari en su obra titulada significativamente El antiedipo. Capitalismo y esquizofrenia [16]   disuelven la noción de identidad personal a través del  concepto de maquina de deseo. La primací­a del principio de placer sobre el principio de realidad lleva a negar todo criterio de diferenciación de las personas , de personas que pudieran ser  prohibidas  (como la madre o la  hermana), o de personas  que prohiben  (padre o tí­o ), por lo que desaparece la prohibición del incesto, y con ello, toda posibilidad de salir del reino animal, .así­  como la de  fundar la idea de identidad personal  [17]

       No es casual que en ese escrito  (L ‘anti-oedipe)    se defienda el salvajismo, presuntamente primitivo, del indefinido número de sexo y la esquizofrenia, como liberación frente a todo intento de continuidad personal, que fatalmente debe conducir al totalitarismo y la barbarie. Consideran que la esquizofrenia es la ultima versión del superhombre  al liberar el deseo, y hacer peligrar al sistema social.

       Con la desaparición de la idea de yo y  la diferencia de sexos, desaparece así­ toda culpa y toda dependencia La crueldad auténtica , siguiendo a Nietzsche, consiste en dar al hombre una memoria en la medida en que sujeta el deseo a la producción… “El inconsciente es huérfano., de modo análogo a como el cogito carecí­a también de padres, frente al psicoanálisis ortodoxo de Freud  que se empeña en mantener el yugo de papá y mamᔝ.

       En el escrito de Deleuze y Guattari se pretende desintegrar la institucionalización de las diferenciales sexuales , que son  condición indispensable  de la identidad personal .

Foucault, [18] muestra su admiración entusiástica por Deleuze , en sus escritos Difference et repetition y Logique du sens que el resume en el lema: “ateí­smo y sodomí­a” (cfr. la biografí­a de Cohn Bendit) . El yo está partido, demediado, desintegrado, lo que coincide con la lí­nea Sade, Nietzsche, Bataille. . Ataca al humanismo, al estar basado, según él, en  ficciones como  el alma, la conciencia, el sujeto , la libertad, que dificultan el desarrollo del deseo de poder. [19] La superación del humanismo hay que realizarla destruyendo el concepto de sujeto, base de la normalización represiva. Siguiendo a Nietzsche  cree que hay que disolver el Yo en el Ello (p.14) , sustituir la fidelidad por la creación artí­stica , liberar el mundo del sexo y la droga (p.35,38) La muerte del sujeto implica la disolución de la persona en las personas y la familia en las familias.

La desintegración del sujeto se da también en la obra de Lyotard. [20] )  siguiendo la interpretación que da Bouveresse del libro de Robert Musil, [21] que destruye según él  la posibilidad  del relato de la identidad personal.   Sin embargo, Lyotard reconoce en pensadores como Buber o Levinas, otra postmodernidad- la que nosotros llamamos resistente-  en la que la ciencia no puede deslegitimar a los otros juegos del lenguaje [22]

.     Con el postmodernismo débil se translada la exaltación de lo instintivo a la vida, a la calle.  Este postmodernismo libertario va a triunfar a partir de la década de los 60, con una nueva ética del consumo [23] con la nueva sensibilidad, que exalta la perversión sexual, la homosexualidad y las relaciones atí­picas . Es el triunfo de lo que se ha dado en llamar por un influyente representante del movimiento lib-lab, la “democracia de las emociones” [24] .  

 

      En este ambiente surgen las técnicas de reproducción asistida como manifestación de la medicina del deseo. , de la medicina clientelar. Las nuevas tecnologí­as de la reproducción suponen en cierta medida una regresión a las formas de  reproducción anteriores a la sexualidad , lo que supone la generalización del incesto, a través de la afirmación del deseo de omnipotencia infantil del adulto, y . desconocen igualmente el sentido de la filiación,. lo que conduce a la desintegración de la subjetividad [25] .. Estas técnicas responden en gran medida a los  dos reduccionismos propios de la postmodernidad decadente .

     

      A partir de la negación de la identidad personal en que insiste el genealogismo,  aparece lí­cita la fragmentación de las funciones , separación de sexo respecto a  reproducción ,  lo que conduce al aborto,  y separación de reproducción respecto a sexo   lo que conduce a que la FIV  equipare los hijos a los esclavos al considerarles objeto de deseo [26] Como  la persona es multitud, los padres pueden ejercer su derecho a la reproducción recurriendo a la aportación de diversos elementos procedentes de distintas personas : óvulo de una mujer  útero de otra, semen de otro. Esto es lo que defiende el jurista norteamericano  J.A. Robertson, quien insiste en el derecho fundamental de cooperar a la reproducción de un ser humano aportando un órgano u otro, La pérdida de un padre y una madre identificables  no aparece como  un mal, ya que ser engendrado es una dependencia, como señaló Marx [27] y con estas técnicas, puede diluirse tal dependencia.

      

La pérdida de la identidad personal ( así­ como de la identidad planetaria, del sentimiento de pertenencia a la humanidad ) conduce al neotribalismo de la postmodernidad decadente.). La conexión entre disolución de la identidad personal y exaltación de la identidad tribal y colectiva se encuentra en distintos escritos [28] Se rechaza el sexo reproductivo , la unión monogámica, a la que se considera  equivalente interpersonal de la cadena de montaje industrial, y se sublima el amor “perverso y polimorfo en el que la mezcolanza de los cuerpos supera los lí­mites del propio yo .

Es ésta la peligrosa aportación de la polí­tica de la diferencia, del multiculturalismo,  del politeí­smo de los valores, de  lo political correctnes , de  la “extrañeza moral”. La incertidumbre sobre la identidad personal acentúa la sumisión  ante la identidad colectiva.  “Puedo ser mujer o varón, no saber quién es mi padre pero soy siempre un abertzale, un nacionalista radical”. Esta posición puede rastrearse en autores como  Lyotard  quien subraya la intraducibilidad de las ideas de justicia  así­ como en Rorty o Engelhardt [29] .

   

2       La identidad personal en la postmodernidad resistente:  la identidad del  organismo humano

 

Frente a las tesis de la postmodernidad decadente o débil en las que se disuelve la idea de identidad personal,  en la postmodernidad resistente o fuerte, se recupera la cuestión de la identidad personal. En primer lugar, a través del retorno de la noción de religación a Dios como clave de la idea misma de persona  La base fundamental de la identidad personal es la llamada de Dios al hombre: “Ego vocavi te nomine tuo.” [30] . En ello insiste el pensamiento vinculado a la tradición judí­a, en autores como Buber, Jonas   o Levinas, con su filosofí­a de la anámnesis , y el pensamiento vinculado la tradición cristiana. en autores como Guardini Ricoeur o Zubiri .L´idea di relegazione implica di fronte a la nozione di autarkeia, il vincolo e la responsabilitá rispetto all´insieme della realtí  :dio, gli altri, la natura.

De otro lado, son muchos los autores contemporáneos que coinciden en destacar que la identidad personal va unida al hecho de tener el mismo cuerpo., de tener un fenotipo propio,   resultado de la sí­ntesis entre genotipo y ambiente. El fenotipo es la  clave de la identidad biológica  personal ya que permite  distinguir incluso  a un gemelo de otro, mientras el genotipo no puede distinguirles. [31] El fenotipo manifiesta la continuidad del yo, pese a sus transformaciones fí­sicas: en el periodo de  siete meses aproximadamente el ser humano  ha renovado todas sus células.

El primer autor en mostrar esta aproximación a la realidad de la identidad personal  ha sido  probablemente Hans Jonas , a través de sus diferentes escritos, especialmente en el titulado El principio vida. Hacia una biologí­a filosófica   [32] “La identidad del organismo , que puede ser observada mediante signos externos, sean morfológicos o fisiológicos , es una indicación necesaria y suficiente de su identidad interna y por tanto de su individualidad  y de su condición personal. Cualquier ente que muestre una identidad de organismo es un individuo. La identidad orgánica es radicalmente diferente de la identidad fí­sica , ya que durante su vida, un organismo cambia continuamente sus componentes materiales (átomos, moléculas) siendo sin embargo el mismo . La identidad orgánica es la identidad de una forma dinámica (en el tiempo) no de una materia. Esta forma dinámica es precisamente el fenotipo.

En  esta misma  lí­nea se encuentra el pensador alemán R. Spaemann.. Para este autor, el error de Locke habrí­a  consistido  en proponer  que la identidad personal se constituye exclusivamente por la conciencia y el recuerdo propios.  Frente a este posición la solución al problema de la identidad radica en colocarse en el punto de vista de los otros para determinar mi identidad. Se trata de un  criterio exterior, a saber,” la identidad de mi cuerpo como existencia continua en el espacio y el tiempo” [33] . “ La continuidad de la persona está unida a la continuidad de un organismo  ,escribe Spaeman- que se encuentra en el mundo y que los demás pueden identificar como el de una persona determinada,  ya que el ser de las personas consiste en  tener una naturaleza , frente a la pretensión autárquica de la Stoa y de Descartes. “. [34]

Una posición semejante es la defendida por el filósofo español Xavier Zubiri, a través de la distinción entre personeidad y personalidad. La personeidad coresponde a la unidad estructural psico-.orgánica sexuada que existe desde la singamia, y que designa también como persona y suidad, y que constituye el punto de partida de la realidad humana.  Para Zubiri, el ser humano mantiene su identidad personal desde la concepción a la muerte natural, ya que es siempre el mismo. La personalidad va unida al despliegue de sus potencialiades en el tiempo, y por tanto no es siempre lo mismo: es el punto de llegada de la realidad humana.

       Por su parte Ricoeur afirma: “el criterio corporal  no es extraño a la problemática de la ipseidad  en la medida en que la pertenencia de mi cuerpo a mi mismo  constituye el testimonio más pleno de la irreductibilidad de la ipseidad (ipse, selfhood, Selbsstein ) a la mismidad”( idem. Sameness, Gleichheit ) [35]     El fenotipo manifiesta la identidad y continuidad de la persona y es a su vez algo que merece un respeto incondicionado, como pone de relieve el hecho de que toda agresión a la integridad corporal del ser humano supone automáticamente una agresión a su identidad personal y a su dignidad. [36]

     

      El derecho a la familia

 

Dado que el fenotipo es  la base de la identidad, ello  exige en primer término la defensa del genoma, como señala la Declaración de la UNESCO. del 97  que prohibe toda manipulación del patrimonio genético , salvo en beneficio de la propia persona y de acuerdo con el principio de precaución  . Es necesario  asimismo defender el ambiente adecuado para el desarrollo de la persona  lo que lleva al reconocimiento de la importancia de la familia tanto desde el punto vista biológico como cultural . .Desde el primer punto de vista,  la exigencia del “principio familia”  deberí­a implicar la prohibición de  la fecundación heteróloga, la inseminación de mujer soltera , la congelación de embriones, [37] Desde el momento en que  el embrión no es protegido en su habitat natural- el cuerpo de la madre- nada impide que sea utilizado para fines contrarios a su propia supervivencia [38] . El ser humano concebido naturalmente es un nasciturus, el concebido in vitro es más bien un moriturus. El respeto al habitat exige que el ser humano sea engendrado , y no maanufacturado [39] . Para evitar el riesgo de que se habla en el film Matrix: “Los hombres ahora no nacen, se cultivan”.  

Desde el punto de vista cultural, la exigencia del respeto a la identidad personal remite de nuevo a la educación en el ámbito de la familia. Hay que partir del reconocimiento de que la autonomí­a sólo es posible a partir del hecho inicial  de la dependencia , el cuidado y la educación [40] . El lema de Pí­ndaro, “llega a ser el eres” lema básico de la identidad personal , exige  el derecho a un padre que sea varón, el derecho a una madre , que sea una mujer, tanto desde el punto de vista genético como educativo [41] .

Sin aceptación de los roles familiares  y de la dependencia inicial de los hijos respecto a los padres no hay humanidad posible. ..La filiación significa que la humanidad  desciende, no asciende” [42] Por eso la autofundación de Nietzsche y los genealogistas conduce a la inhumanidad. El  primado del deseo, en que insisten los postmodernos decadentes,  lleva a la desidia, y con ello al autoaborrecimiento y a la pérdida de la identidad “No existe autofundación.. “La autonomí­a procede de la heteronomí­a .El niño aprende la libertad obedeciendo, primero a la madre y luego a sí­ mismo. La humanidad nace con la disciplina. [43] “Sólo  la prohibición  abre a la humanidad el campo de la cultura” “La seducción diabólica  propone la indiferencia sin limites” “La misma  persona no puede ocupar todos los  roles al mismo tiempo.. “Si un padre no renuncia a su posición de niño y especialmente de niño que quiere ser omnipotente, su hijo corre el riesgo de convertirse en hijo juguete “  La institución de la diferencia de sexos, de generaciones, de  funciones . es la condición de las relaciones no salvajes entre los seres humanos  así­ como de la constitución de un sujeto fuerte capaz de tomar decisiones autónomas y mantener sus proyectos en el tiempo .

“Desde Freud se ha descrito la patologí­a conocida con el nombre de doble personalidad o personalidad múltiple. Comienza en la primera infancia y persiste en forma más o menos ininterrupida durante toda la vida.” Los factores etiologicos que la causan son traumas psiquicos, que tienen mucho que ver con el entorno familiar adecuado o no. [44]

 

 



 

[1] An essay concerning human understanding , cap. XXVII  Sobre la crí­tica al personismo, véase  Cotta, Sergio, Diritto, persona, mundo umano, Turin, Giappuichelli, 1989 , Palazzani , Laura Il concetto di persona tra bioetica e diritto, Milán, Giappichelli,1996, Ballesteros, Jesús, Sobre la fundamentación antropológica de la universalidad de los derechos humanos ,Valencia, Real Academia de Cultura, 1999.

[2]  Reasons and Persons, Oxford University Press, 1984, p.108

[3] The Foundations of Bioethics, New York, Oxford University Press, 1995

[4] por ej. Robertson Children of Choice :Freedom and the new  reproductive tecnologie, New Jersey, Princeton, 1994

[5]   Documento sobre investigación con embriones .Osservatori de Bioetica i dret ,Barcelona, 2000. p.9

[6]   Marcelo Palacios, SIBI, Comité Cientifico, Actas , reuniones 27 y 28 de noviembre de 1998  Gijón, p.40

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