La posibilidad de prolongar la vida humana hasta llegar a la inmortalidad hoy está presente en el horizonte científico. La biología permite pensar en la posibilidad de eliminar el envejecimiento celular, raíz del envejecimiento del organismo, causa principal de la muerte. El problema puede afrontarse desde el punto de vista científico o filosófico. Para la biología es una cuestión abierta y discutible.
En un primer sentido se puede entender como el intento de prolongar la longevidad humana, unido a la mejora de calidad de vida de los ancianos. Hoy cada vez más personas en muchos países llegan a los 100 y más años. En otro sentido, la cuestión es el intento de superar el proceso de senectud, lo que permitiría imaginar vidas de duración ilimitada. Esto no significaría eliminar la mortalidad física por accidentes. El eterno joven de 600 o 1000 años sería siempre mortal. Pero muchas de sus eventuales lesiones debidas a causas extrínsecas serían reparables.
Se plantean aquí varias preguntas:
- 1) ¿es concebible una inmortalidad biológica desde el punto de vista científico? La respuesta compete a la biología, pero incluye cuestiones de filosofía de la vida;
- 2) si en el futuro se llegara a una inmortalidad biológica humana, ¿sería deseable? ¿cuáles serían las consecuencias?
Aunque el tema puede asociarse al transhumanismo, aquí lo afrontaré fuera de este contexto, como una cuestión biológica y antropológica.
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Interesante, posible, realizable. por moléculas, células, impulsos eléctricos, neuronales. El Ser humano lo logrará
Creo que pensar en la inmortalidad para los humanos sería fuera de lugar, por lo que nos aconseja la filosofía y las posibilidades como sociedad planetaria, pero desear una vida un poco más larga y con mejores estándares y condiciones es lo justo para el disfrute de una estancia más aprovechable en esta existencia. Yo aspiraría a eso, a vivir unos 150 años, pero sin estas enfermedades crónicas que te hacen perder las ganas de vivir. Eliminarlas no sería difícil, si manipulamos el código genético en un futuro próximo. Claro, todo esto haría realizar un cambio sustancial en cómo arreglar nuestro funcionamiento como sociedad. La sobrepoblación es el primer concepto a enfrentar, pues habría que acentuar un control de natalidad y perder las posibilidades de tener una explosión de formas de pensar, sentir y actuar de posibles nuevas generaciones a quienes les quitaríamos su derecho a venir a convivir con nosotros y alumbrarnos con sus mutaciones necesarias de cambios y progresos generacionales.