Irlanda se convierte hoy en el primer país europeo donde está totalmente prohibido fumar en lugares públicos, tras la entrada en vigor de una polémica ley aprobada por el Gobierno de Dublín a imagen de medidas similares en vigor en California y en la ciudad australiana de Sidney y su …
Irlanda se convierte hoy en el primer país europeo donde está totalmente prohibido fumar en lugares públicos, tras la entrada en vigor de una polémica ley aprobada por el Gobierno de Dublín a imagen de medidas similares en vigor en California y en la ciudad australiana de Sidney y su región, Nueva Gales del Sur.
El Gobierno pretende así recortar una dramática cifra: 7.000 muertes al año como consecuencia de enfermedades vinculadas al tabaquismo activo y pasivo, afrontando un aspecto concreto del problema: el de los empleados no fumadores convertidos en fumadores pasivos en su lugar de trabajo.
Según cifras del Ministerio de Salud, aproximadamente un 70% de los irlandeses no son fumadores “y una gran proporción de éstos se ve expuesto contra su voluntad a los efectos del tabaquismo pasivo, que tiene enormes riesgos para la salud”.
El tabaquismo ‘ambiental’, añade el departamento, aumenta entre un 20 y un 30% el riesgo de padecer cáncer de pulmón y está relacionado con otros tipos de cáncer (leucemia, cáncer de vejiga, hígado y tumores cerebrales), además de aumentar entre un 25 y un 30% el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca.
La nueva ley supone extender, esencialmente a los lugares de trabajo y a los bares y restaurantes, una prohibición vigente ya para un buen número de lugares públicos. Hasta ahora, en Irlanda ya estaba prohibido fumar en oficinas estatales y organismos públicos, centros y áreas educativas, supermercados y áreas de cocina de bares y restaurantes, medios de transporte públicos y sus estaciones y todo tipo de centros médicos, además de cines, teatros y museos públicos; peluquerías, centros deportivos cubiertos y zonas de juego de las boleras.
A partir de hoy, sólo estarán exentos de la prohibición las prisiones y centros de detención policiales, hospitales psiquiátricos y hospicios, zonas residenciales con instituciones educativas universitarias y conventos de órdenes religiosas, además de las habitaciones de hoteles y pensiones.
La calle: zona de fumadores
No habrá, sin embargo, espacios para fumadores en bares y restaurantes, dado que “el humo de cigarrillo no es algo estático y no entiende el concepto” de áreas libres de humo. “Espacios dedicados para fumar no son una medida práctica, porque en ellas también tendrían que trabajar empleados y de este modo se pondría en riesgo su salud”, argumenta el Ministerio de Sanidad irlandés.
Inicialmente, bares y restaurantes rechazaron con vehemencia la prohibición y algunos llegaron incluso a llamar al boicot, pero finalmente han claudicado y algunos pubs de Dublín ya empezaron a finales de año a habilitar zonas de fumadores, pero en el exterior del local.
La norma hace responsable a los dueños o gerentes de los bares de asegurar que en su interior se cumple la ley, y las multas pueden alcanzar los 3.000 euros. Los trabajadores de los bares, agrupados en el sindicato Mandate, respaldaron ya el año pasado la prohibición.
El Gobierno asegura que el fin del tabaco no supondrá pérdidas para este sector y cita como ejemplo el caso californiano, donde la prohibición está en vigor desde 1995 y, sin embargo, los ingresos de la hostelería no han dejado de crecer.
Según los datos que difunde en su web el Ministerio de Sanidad, desde entonces hasta finales de 2001 los ingresos de bares y restaurantes crecieron un 44 por ciento, alcanzando los 36.800 millones de dólares (unos 30.230 millones de euros), y además ha aumentado el número de bares y restaurantes.
Con la nueva normativa el Gobierno de Dublín asegura no obstante que no pretende quitar a nadie “el derecho a fumar”, sino introducir “el derecho a respirar en un ambiente de trabajo más saludable y sin humos“. “La legislación no es sobre si la gente fuma, sino más bien sobre dónde fuma”, afirma el Ministerio de Sanidad.
El próximo país europeo en seguir los pasos de Irlanda será Noruega, que desde el 1 de junio prohibirá fumar en todos los espacios públicos, incluidos restaurantes, bares y discotecas.
Por su parte, la Federación Española de Hostelería (FEH) ha asegurado que si se prohibiera fumar en los restaurantes y bares españoles se originarían pérdidas en el sector de hasta un 10%, con graves consecuencias económicas y de empleo.
Nueva York: un año sin humo
Mañana se cumplirá el primer aniversario desde que en la ciudad de Nueva York se generalizase la prohibición de fumar dentro de los lugares públicos. La medida ha sido un rotundo éxito, según un informe publicado hoy.
El 97% de los bares y restaurantes de la ciudad han seguido las restricciones dentro de sus recintos. A pesar de que los detractores anunciaran que esta medida les iba a perjudicar, parece que no ha sido así ya que tanto los beneficios económicos como el empleo han seguido aumentando.
John F. Banzhaf III, director ejecutivo de Acción sobre el Tabaquismo y la Salud, un grupo antitabaco de Washington, ha comentado: “la decisión de Nueva York ha sido fundamental y un ejemplo muy importante para seguirlo en otras jurisdicciones”. ELMUNDOSALUD.COM | AGENCIAS