Ha costado seis años de arduas negociaciones entre políticos, médicos, jueces, abogados y rabinos pero al final ha salido adelante. La Knesset (Parlamento) ha aprobado la Ley de la Eutanasia Pasiva en Israel. Otras naciones, como Bélgica, Holanda , Suiza, Colombia o el Estado norteamericano de Oregón admiten ciertas formas … Ha costado seis años de arduas negociaciones entre políticos, médicos, jueces, abogados y rabinos pero al final ha salido adelante. La Knesset (Parlamento) ha aprobado la Ley de la Eutanasia Pasiva en Israel. Otras naciones, como Bélgica, Holanda , Suiza, Colombia o el Estado norteamericano de Oregón admiten ciertas formas de eutanasia o de ayuda al enfermo terminal a morir con dignidad. «Desde un punto de vista humano, ha sido la ley más complicada aprobada nunca por la Knesset», puntualizó ayer el ministro de Sanidad, Danny Naveh, quien agregó que «se trata de un gran logro moral para los enfermos terminales y sus familias».
El profesor Abraham Steinberg, rabino ortodoxo y especialista en neurología infantil, presidió un Comité de 58 miembros (políticos, médicos, jueces, abogados, rabinos, filósofos, enfermeros, científicos, expertos en ética y trabajadores sociales, representantes de otras religiones además de la judía) que ha redactado las recomendaciones de una ley que afecta a los mayores de 17 años y a enfermos cuya esperanza de vida no supera los 6 meses.
Los menores de edad no podrán decidir por sí mismos y tendrán que apoyarse en sus padres y en los galenos que les atienden. De no haber acuerdo entre los progenitores será un segundo comité el que tenga la última palabra.
Con la ayuda de un temporizador
Un temporizador, colocado en el respirador del paciente, regulará el tiempo de ayuda artificial que se le suministra al enfermo. A las 12 horas emitirá una alarma para avisar que se entra en la recta final. A las 24 horas dejará de funcionar y el paciente morirá poco después, según explicó el profesor Steinberg, quien se dijo satisfecho de lo conseguido en el Parlamento israelí pues se ha llegado a la solución definitiva por consenso.
Los pacientes terminales renunciarán por escrito, si pudieran hacerlo, o a través de un poder cuya validez será de 5 años a recibir la ayuda necesaria para sobrevivir.
La ley ha chocado con la complejidad religiosa del país. De hecho, los diputados musulmanes de la Knesset se han abstenido mientras que los votos negativos han llegado desde las filas ortodoxas judías, ya que su religión considera que sólo su Creador está facultado para extinguir la vida.
JUAN CIERCO CORRESPONSAL. ABC 8-12-2005