Incluidos los «sobrantes» de la procreación artificial (6 de octubre (2007)
documento original: Parere del Comitato nazionale per la bioetica sul destino degli embrioni derivati da pma e non piu' impiantabili
Es la opinión expresada por mayoría en el organismo, que se ha dividido en tres posturas: 26 miembros en contra de la experimentación, 10 a favor y 5 en una posición intermedia, pero de tendencia contraria.
La Ministra italiana de Educación, Universidades e Investigación, Leticia Moratti, solicitó el parecer de la CNB en relación con la puesta en marcha del VI programa marco de investigación de la Unión Europea.
Francesco D’Agostino, presidente de la CNB, explicó la postura del organismo consultivo del gobierno afirmando que «los embriones son vidas humanas de pleno derecho» y por lo tanto existe «el deber moral» de respetarlos y protegerlos «en su derecho a la vida, independientemente de la modalidad con que hayan sido procreados».
Vista la Convención de Oviedo y la Carta de Niza, el CNB se declara también contrario a una eventual financiación pública de estas investigaciones, opción que dañaría la investigación orientada hacia «la cada vez más prometedora y éticamente impecable utilización de células estaminales procedentes de cordones umbilicales, de fetos espontáneamente abortados o de células estaminales “adultas”».
Según D’Agostino, dos son las razones del «no» de la CNB: «Una de orden ético: si el embrión es vida humana de pleno derecho, tiene un derecho total a la vida que hay que reconocer».
La otra motivación «es de orden pragmático: si se admitiera el uso de los embriones sobrantes, se correría el riesgo de avalar una trampa, esto es, la creación de embriones para uso reproductivo pero realmente destinados a la investigación», explica el jurista.
La postura minoritaria, encabezada por Demetrio Neri, «ha subrayado más el carácter pragmático: pone entre paréntesis la ética por una solución de compromiso», aclara D’Agostino.
«Puesto que estos embriones (los sobrantes) existen –continúa– y tendrán un mal final, según los partidarios, al menos hay que emplearlos en la investigación».
En este sentido, el presidente del CNB apunta que, a diferencia de los protocolos científicos habituales, para la investigación en células estaminales no se ha agotado en modo alguno la preventiva investigación en animales.
«Temo que los científicos, con la prisa de alcanzar objetivos científicos y económicos, quieran forzar las metodologías», concluyó D’Agostino.