La Universidad de Stanford anuncia su intención de investigar con células madre de embriones humanos La Universidad de Stanford ha anunciado que va a iniciar experiencias para obtener nuevas líneas de células madre obtenidas de embriones conseguidos por clonación terapéutica. Esta línea de investigación está subvencionada con una donación anónima de …
La Universidad de Stanford anuncia su intención de investigar con células madre de embriones humanos
La Universidad de Stanford ha anunciado que va a iniciar experiencias para obtener nuevas líneas de células madre obtenidas de embriones conseguidos por clonación terapéutica. Esta línea de investigación está subvencionada con una donación anónima de 12 millones de dólares y va a ser dirigida por el profesor Irving Weissman. Como es natural, este anuncio ha reabierto la polémica sobre la clonación de embriones por trasferencia nuclear somática (clonación terapéutica), pues según los impulsores de este proyecto, ésto no supondrá la clonación de embriones humanos, opinión no compartida por otros investigadores y bioéticos, que estiman que el resultado de la transferencia nuclear somática, es un cigoto de la especie del individuo que dona el material genético, por lo que en este caso será un embrión humano (El Observador 12-XII-2002). Ante este anuncio, el presidente de Bioética que asesora al presidente Bush, León Kass, ha exigido a la Universidad de Stanford una rectificación pública, acusando a los responsables de la Universidad de mantener oculta la naturaleza de sus investigaciones sobre células madre y de manipular la opinión del Comité sobre ellas. Ante la opinión de Stanford de que sus experiencias de transferencia nuclear somática no deben ser consideradas clonación, el Comité de Bioética que asesora a Bush, ha afirmado que tales trabajos deben considerarse como “clonación con fines de investigación, a la vez que exigen una disculpa pública del Centro por “confundir sobre la naturaleza de sus proyectos”, ya que según León Kass se van a crear embriones humanos con fines de investigación, “es esencial que llamemos a las cosas por su nombre, para no confundir sobre sus implicaciones morales” afirmó (DM, 27-XII-2002).