Las adolescentes abortan cada vez más, a pesar del mayor uso de los anticonceptivos Uno de cada cinco abortos que se practican en las clínicas españolas es realizado a mujeres menores de 20 años, según un estudio MADRID. – Las adolescentes españolas abortan cada vez más a pesar del progresivo avance …
Las adolescentes abortan cada vez más, a pesar del mayor uso de los anticonceptivos
Uno de cada cinco abortos que se practican en las clínicas españolas es realizado a mujeres menores de 20 años, según un estudio
MADRID. – Las adolescentes españolas abortan cada vez más a pesar del progresivo avance en la utilización de los métodos anticonceptivos. Así lo afirmó la doctora Margarita Delgado, investigadora del departamento de Demografía del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ayer expuso las principales conclusiones de un estudio sobre la evolución del uso de los anticonceptivos en España.
El 41% de los embarazos de adolescentes en el año 1998 (7.774 casos) concluyeron en aborto, frente al 33% de 1994. Una de cada cinco españolas que abortan tiene menos de 20 años y dos de cada diez menos de 25. Delgado explicó también que aunque no hay datos concretos más recientes, lo que ya se sabe de los últimos años reafirma esta tendencia.
Esta circunstancia contrasta con un progresivo aumento del uso de los métodos anticonceptivos, especialmente los considerados como eficaces -píldora, DIU y preser- vativo-, que son los más utilizados por el sector de población más joven; frente a los considerados no eficaces -método ogino y coitus interruptus- que utilizan mayoritariamente las mujeres nacidas antes de los años 60.
Delgado destacó que desde mediados de los 80 a mediados de los 90 la utilización de métodos anticonceptivos pasó de 65% al 80% de mujeres con pareja. “Pero quizá es más importante el avance conseguido en el grado de eficacia. La utilización de los métodos eficaces pasó del 40% al 62% en el mismo periodo”, señaló la investigadora.
También han cambiado en los últimos 15 años los métodos más utilizados por las españolas para impedir la concepción. Mientras en los 80 los más usados eran la “marcha atrás” y la píldora casi a la par, a finales de los 90 el más utilizado es, sin lugar a dudas, el preservativo. Los motivos hay que buscarlos en las reiteradas campañas de concienciación sobre el uso de este último para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Los expertos entienden que en las dos últimas décadas se ha producido un profundo cambio en el uso de los anticonceptivos y pronostican una auténtica revolución en este terreno a lo largo de los próximos años. La doctora Francisca Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Contracepción, señaló ayer que a lo largo de este año “se están produciendo más novedades en el mercado anticonceptivo español que en toda la década pasada”.
Martínez destacó el avanzado estado en que se encuentra la denominada píldora estacional, una nueva pastilla que permitirá menos descansos y propiciará que las mujeres que la tomen tengan tan sólo cuatro reglas al año. Esta nueva modalidad viene a reducir los riesgos de la píldora clásica, que precisa de descansos en cada ciclo menstrual y cuya ingesta incorrecta se sitúa en porcentajes cercanos al 20%.
La especialista se refirió también a los implantes intrauterinos “de eficacia elevadísima” y a la píldora poscoital (más conocida como la píldora del “día después”) “más eficaz y con menos efectos secundarios” que, a su juicio “debería ser de libre acceso y sin necesidad de receta médica”. Martínez destacó la importancia de que esta pastilla esté pronto disponible en España para reducir el número de embarazos no deseados en la adolescencia.
El 41% de los embarazos de adolescentes en el año 1998 (7.774 casos) concluyeron en aborto, frente al 33% de 1994. Una de cada cinco españolas que abortan tiene menos de 20 años y dos de cada diez menos de 25. Delgado explicó también que aunque no hay datos concretos más recientes, lo que ya se sabe de los últimos años reafirma esta tendencia.
Esta circunstancia contrasta con un progresivo aumento del uso de los métodos anticonceptivos, especialmente los considerados como eficaces -píldora, DIU y preser- vativo-, que son los más utilizados por el sector de población más joven; frente a los considerados no eficaces -método ogino y coitus interruptus- que utilizan mayoritariamente las mujeres nacidas antes de los años 60.
Delgado destacó que desde mediados de los 80 a mediados de los 90 la utilización de métodos anticonceptivos pasó de 65% al 80% de mujeres con pareja. “Pero quizá es más importante el avance conseguido en el grado de eficacia. La utilización de los métodos eficaces pasó del 40% al 62% en el mismo periodo”, señaló la investigadora.
También han cambiado en los últimos 15 años los métodos más utilizados por las españolas para impedir la concepción. Mientras en los 80 los más usados eran la “marcha atrás” y la píldora casi a la par, a finales de los 90 el más utilizado es, sin lugar a dudas, el preservativo. Los motivos hay que buscarlos en las reiteradas campañas de concienciación sobre el uso de este último para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
Los expertos entienden que en las dos últimas décadas se ha producido un profundo cambio en el uso de los anticonceptivos y pronostican una auténtica revolución en este terreno a lo largo de los próximos años. La doctora Francisca Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Contracepción, señaló ayer que a lo largo de este año “se están produciendo más novedades en el mercado anticonceptivo español que en toda la década pasada”.
Martínez destacó el avanzado estado en que se encuentra la denominada píldora estacional, una nueva pastilla que permitirá menos descansos y propiciará que las mujeres que la tomen tengan tan sólo cuatro reglas al año. Esta nueva modalidad viene a reducir los riesgos de la píldora clásica, que precisa de descansos en cada ciclo menstrual y cuya ingesta incorrecta se sitúa en porcentajes cercanos al 20%.
La especialista se refirió también a los implantes intrauterinos “de eficacia elevadísima” y a la píldora poscoital (más conocida como la píldora del “día después”) “más eficaz y con menos efectos secundarios” que, a su juicio “debería ser de libre acceso y sin necesidad de receta médica”. Martínez destacó la importancia de que esta pastilla esté pronto disponible en España para reducir el número de embarazos no deseados en la adolescencia.
La Vanguardia 26/04/2001