El aborto se ha convertido en un auténtico negocio en España. Alrededor de 78.000 mujeres decidieron terminar con su embarazo en 2002, lo que supone una facturación de más de cuarenta millones de euros (seis mil milllones de pesetas) en clínicas abortistas. Un aborto practicado en un centro privado suele costar entre 400 a 3.000 euros, en función de lo avanzado que esté el proceso de gestación del feto. Las intervenciones suelen durar media hora. Un negocio que crece cada año. Según el Instituto de Política Familiar, cada siete minutos y medio se produce un aborto en España.
Loreto Velázquez – Madrid.-
E l aborto se ha convertido en los últimos años en un verdadero negocio en España. Los datos hablan por sí solos. El número de abortos aumenta cada año y, según las últimas estadísticas, el 98 por ciento de las mujeres que se encuentran en esa situación opta por un centro privado; dos factores que han animado a numerosas empresas a lanzarse a este mercado que cada año mueve millones de euros.
El precio de un aborto en una de las múltiples clínicas abortistas privadas que hay en nuestro país depende del estado de gestación de la mujer que quiere acabar con su embarazo. Si está dentro del primer trimestre, los precios oscilan entre 350 y 420 euros, mientras que si supera ese tiempo, las tarifas suben conforme avanza el embarazo hasta alcanzar los 3.000 euros que cuesta en algunas clínicas abortar a las 22 semanas.
Tarifas diferentes
Sin embargo, las tarifas no son únicas y, dependiendo de la comunidad autónoma, varían los precios. Así, mientras que poner fin a un embarazo dentro de las primeras doce semanas en una clínica de Aragón cuesta 460 euros y terminar con un embarazo de 22 semanas sale por 1.460 euros, en Asturias, es más económico, ya que abortar en el primer trimestre cuesta 300 euros y en la semana 18 vale 900 euros.
Por ello, si tenemos en cuenta los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, en el año 2002, 77.125 mujeres terminaron con su embarazo de forma voluntaria en nuestro país, lo que significa que las clínicas abortistas privadas facturaron, apuntando por lo bajo, cerca de unos cuarenta millones de euros (alrededor de los 6.660 millones de pesetas).
En la última década se ha ido consolidando un negocio alrededor del aborto en nuestro país. El número de abortos y de clínicas dedicadas a terminar con embarazos no deseados han experimentado un crecimiento espectacular. En 1993 había 95 centros de aborto, mientras que en 2002 la cifra se incrementó en un 30,5 por ciento, situando la cifra actual en 124 clínicas, de las cuales 86 son privadas.
Por otro lado, los centros privados donde se realizan abortos se clasifican en dos tipos: los que practican intervenciones hasta las doce semanas de gestación y los que realizan intervenciones hasta las 22 semanas, límite establecido por la ley. En España, hay comunidades donde las clínicas sólo pueden intervenir dentro del primer trimestre de gestación. En tal caso, remiten a la paciente a centros de otras comunidades autónomas como Madrid o Barcelona donde hay clínicas capacitadas para realizar intervenciones en embarazos más avanzados.
Baleares, a la cabeza
Entre las comunidades autónomas que más abortos practican se sitúan Baleares, donde se producen 14 abortos por cada mil mujeres en edad reproductiva, seguido de Madrid, Murcia, Cataluña y Aragón. Por su parte, Ceuta y Melilla, Extremadura y País Vasco son las comunidades autónomas donde menos abortos se realizan.
En cuanto a centros privados dedicados a estas práctica abortivas, Cataluña lidera el ránking con 21 clínicas, seguido por la comunidad andaluza con 19 centros y por la valenciana con 13, mientras que las comunidades autónomas de La Rioja, Cantabria y Navarra carecen de centros privados especializados en estas prácticas.