Se presentan comentarios, a modo de apostillas, sobre la actualidad de algunos textos hipocráticos desde la perspectiva del aprendizaje y la práctica del quehacer médico en las primeras décadas del siglo XXI, en plena expansión de una civilización técnico-científica e informática.
Se destaca la afirmación de verdades perennes –con valor para todos los tiempos– extractadas de una selección de los escritos hipocráticos, los cuales expresan el espíritu de la medicina clásica griega entendida como tekhne iatrike, concebida originalmente como una actividad de carácter racional, humana, filantrópica y científica, dirigida al servicio del bien de los pacientes, con la puesta en marcha de un ethos, unos principios y valores éticos de rango, validez y aplicación universales.
Se propone que la asimilación de estos conceptos añade calidad humana, dignidad, crecimiento moral e intelectual al estudiante de medicina, así como mejoramiento de sus actitudes y aptitudes, habilidades y destrezas, para la comprensión y el enfrentamiento de las múltiples situaciones existenciales que impregnan la práctica clínica diaria, la cual no solo exige competencias técnicas profesionales, sino también cualidades humanísticas para un mejor enfoque de las relaciones interpersonales y las actitudes ante el paciente y sus familiares.
Estas ideas se presentan como un aporte de la bioética, caracterizada por su tarea de integración de humanidades-ciencia-tecnología y su misión educativa en la formación de conciencias críticas en la civilización tecno-científica, a fin de fomentar una actitud de respeto y apertura ante los diferentes aspectos de la realidad.