Luxemburgo se ha unido a Bélgica y Holanda y se ha convertido en el tercer país de la Unión Europea en despenalizar la eutanasia, tras una votación parlamentaria muy ajustada y a pesar de la oposición del partido socialcristiano (CSV) del primer ministro, Jean-Claude Juncker. El Parlamento dio a última hora de ayer su visto bueno, con 30 votos a favor y 26 en contra, a una proposición de ley para la despenalización de la eutanasia, gracias a la movilización de los socialistas -que forman parte de la coalición de Gobierno-, los liberales de la oposición y los verdes.