Mi hijo tiene sí­ndrome de Down

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«Mi hijo tiene sí­ndrome de Down» «Si las personas con sí­ndrome de Down aparecieran más a menudo entre el público de los programas televisivos, a nadie le llamarí­a la atención su presencia. Sé que Carmen le echó la bronca a su hermana por haber permitido que la humillaran de esa forma …

«Mi hijo tiene sí­ndrome de Down»

«Si las personas con sí­ndrome de Down aparecieran más a menudo entre el público de los programas televisivos, a nadie le llamarí­a la atención su presencia. Sé que Carmen le echó la bronca a su hermana por haber permitido que la humillaran de esa forma (en referencia a su presunta discriminación en TVE), dice el director de la Federación Española del Sí­ndrome de Down
 

MADRID. Las personas con el sí­ndrome no suelen llegar a viejas, es cierto, y es posible que no puedan realizar determinadas tareas, o que las lleven a cabo más lentamente, pero son perfectamente capaces de tener una vida normal. Antonio Pascual, director de la Federación Española del Sí­ndrome de Down (Feisd), asegura que quienes tienen el sí­ndrome «gozan de las mismas posibilidades que una persona media. Ahí­ está Pablo Pineda, por ejemplo, para demostrarlo. A sus 30 años, es maestro y está haciendo Psicologí­a. Otros trabajan en ayuntamientos, fábricas, jardines, obras… Son más lentos en el proceso de aprendizaje, pero con apoyos y métodos especiales son capaces de aprender a leer y escribir, incluso antes que niños normales, a moverse de forma independiente, a convivir según los hábitos sociales establecidos».

Para el director de Feisd, el hecho de que entre las personas con sí­ndrome de Down no haya muchas con una carrera universitaria no significa que tengan menos capacidad que el resto de las personas: «Entre la población en general, ¿cuántas personas estudian música? El porcentaje, entre quienes tienen el sí­ndrome de Down, es idéntico. Y lo mismo sucede con la danza, las artes escénicas o el atletismo. Algunos corren 5 o 6 kilómetros, todos no, pero ¿quién puede? Es cuestión de tener el entrenamiento adecuado. Las personas con sí­ndrome de Down y con interés por atletismo, si entrenan, lo consiguen, en el mismo porcentaje que la población normal».

Una oportunidad perdida

Pagan sus impuestos, votan, trabajan, tienen todas las obligaciones y los derechos de esta sociedad. O por lo menos, esa es la teorí­a. Episodios como el que protagonizó la joven Carmen Garcí­a, que fue invitada hace unas semanas a abandonar las primeras filas de asistentes al programa de TVE «Música sí­» demuestran que aún queda mucho camino por recorrer.

«La gente acepta lo que ve por televisión -explica el director de Feisd-. Y lo que nos indigna es la oportunidad que ha perdido un medio público de contribuir a normalizar esta situación. Si las personas con el sí­ndrome de Down aparecieran más a menudo entre el público de los programas televisivos, a nadie le llamarí­a la atención su presencia. Sé que Carmen le echó una bronca a la hermana, que la acompañaba aquel dí­a, por haber permitido que la humillaran de esa forma. Fue plenamente consciente de lo que le estaban haciendo. La trataron como si fuera alguien poco estético y que no pegaba en la primera fila».

El mejor complemento a las palabras de Antonio Pascual lo encontramos en la carta enviada a la Feisd por una madre y publicada en su página web (www.sindromedown.net):

«Guillen es un joven que cursa 3º de ESO en el instituto, no sin dificultades. Tiene 18 años, en ocasiones escribe cartas de amor que nunca llegan a su destino. Le gusta el deporte, es un forofo del Barí§a, se pone la camiseta del equipo cuando gana y prefiere no hablar del tema cuando pierde. Practica el basket y admira a Gasol. Se comunica ví­a Internet con comunidades que hablan de deporte. Y por e-mail con amigos. Se compra cada dí­a el diario «Mundo Deportivo». Ha encajado muy bien lo del euro y conoce todas las monedas. Le gusta leer, sus temas favoritos son los deportes y los animales, le gustarí­a ser adiestrador de perros y tiene varios libros sobre el tema, lo que hace que practique las teorí­as que aprende con su perra Laska. Monta en bicicleta en verano y se traslada con ella a la piscina junto con algún amigo, le gusta nadar.

Tiene criterio sobre algunos temas, por ejemplo, encuentra injusto que no haya sido Chenoa una de las finalistas de Operación Triunfo. Le encantarí­a presentarse a los «castings», aunque reconoce que no tiene condiciones. Le gusta la música, sobre todo «máquina» y además toca la flauta. Juega con la Play Station2. Programa el ví­deo parar grabar lo que le interesa. El resto de la familia le pedimos que lo haga por nosotros ya que no todos sabemos. Le gusta jugar con su hermana o con algún amigo a las damas y al ajedrez, también al monopoly o las cartas. Le gusta y practica la fotografí­a, alguna de las que hace son muy buenas.

Se plancha su ropa y la prepara para el dí­a siguiente, de esta forma dice que gana tiempo cuando se levanta para ir al instituto. Se me olvida un pequeño detalle, Guillem tiene sí­ndrome de Down. Si chicos y chicas de su edad queréis contactar con él, podeis escribirle a guillejd@hotmail.com».

 

Publicado en ABC 27-oct-2002

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