ONU viola soberanía de Guatemala al forzar aborto legal, denuncia ex delegada GUATEMALA, 23 Ago. 01 (ACI).- Con su presión para despenalizar el aborto, la ONU “está introduciéndose en nuestra legislación, dándole órdenes a un país soberano para que cambie su Constitución y eso es inaudito”, denunció la ex delegada de …
ONU viola soberanía de Guatemala al forzar aborto legal, denuncia ex delegada
GUATEMALA, 23 Ago. 01 (ACI).- Con su presión para despenalizar el aborto, la ONU “está introduciéndose en nuestra legislación, dándole órdenes a un país soberano para que cambie su Constitución y eso es inaudito“, denunció la ex delegada de Guatemala ante las Naciones Unidas, Mercedes Arzú de Wilson.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, Wilson confirmó que los organismos que controlan la ONU y muchos funcionarios estadounidenses, trafican con las necesidades de países tan pobres como Guatemala. La táctica es condicionar la ayuda extranjera a la aplicación de programas de control natal que incluyen el aborto.
El informe
El 27 de julio pasado, el Comité de Derechos Humanos de la ONU publicó sus observaciones finales sobre el informe que Guatemala presentó a la entidad con respecto a la aplicación del Primer Protocolo Facultativo al Pacto de Derechos Civiles y Políticos el que entró en vigor el 28 de febrero último.
Lo sorprendente es que en el capítulo titulado “motivos de preocupación y recomendaciones”, acápite 19, el Comité señala que Guatemala debe cambiar su Constitución y demás legislación vigente para permitir el aborto.
“El Estado Parte ““es decir Guatemala- tiene el deber de garantizar el derecho a la vida de las mujeres embarazadas que deciden interrumpir su embarazo, proporcionándoles la información y los medios necesarios para garantizarles sus derechos, y enmendando la ley para establecer excepciones a la prohibición general de todo aborto, salvo peligro de muerte de la madre”, señala el Comité.
Asimismo, sostiene que “la penalización de todo aborto, con penas tan severas como las previstas por la legislación vigente, salvo por peligro de muerte de la madre, plantea graves problemas, sobre todo a la luz de informes incontestados sobre la alta incidencia en la mortalidad materna, de los abortos clandestinos y la falta de información sobre la planificación familiar”.
Wilson, hermana del ex presidente Alvaro Arzú, ex miembro de la Academia Pontificia para la Vida y participante de las conferencias de la ONU en El Cairo, Copenhague, Pekín, Estambul y Roma, sostiene que con sus “recomendaciones”, la ONU está diciendo a Guatemala que tiene la obligación de legalizar el aborto.
¿Indiferencia?
Aunque la ONU demandaba en su informe a Guatemala, “difundir ampliamente” estas observaciones finales, ningún medio de prensa nacional se ha atrevido a denunciar la polémica demanda, pese a la insistencia de los pro-vida.
“Lo que más molesta es que en Guatemala los medios no han publicado nada de esto. Lo he mandado a los periódicos y simplemente no han hecho caso, no han informado. Da la impresión de que hay órdenes para lograr estos cambios sin que el público sepa lo que está pasando”, indicó Wilson.
En la Comisión Defensora del Derecho a la Vida (CODEDENA), los pro-vida están tranquilos pero alertas. Según Mario Ríos, representante del grupo, la cuestión se resuelve a través de las leyes: en su artículo tercero, la Constitución de Guatemala defiende la vida desde la concepción y para legalizar el aborto se necesita un cambio constitucional que implicaría una consulta popular.
“Guatemala es un pueblo con mayoría indígena. El 60 o 65 por ciento de la población es indígena y tiene muy arraigado en sus creencias el respeto por la vida, por lo que creemos que el pueblo siempre va estar en franco rechazo a la posibilidad de legalizar el aborto”, sostiene Ríos.
Sin embargo, el pro-vida advierte que “es claro que los países pobres reciben presiones no sólo de gobiernos industrializados sino de las ONGs que trabajan en las Naciones Unidas para alentar programas controlistas que realmente atentan contra las ideas y los principios de pueblos como el nuestro”.
“Tenemos el temor de que nuestros gobiernos se vean obligados a aceptar estos programas por la presión de no recibir ayuda económica. Generalmente los programas de ayuda para el desarrollo vienen acompañados de conjuntos de medidas que pasan por el control de la natalidad”, sostiene Ríos.
¿Quién controla la ONU?
Por su experiencia como delegada ante las Conferencias de la ONU por Guatemala, Wilson sostiene que “las citas de las Naciones Unidas para analizar los problemas de la mujer y la familia son una completa farsa” porque “Estados Unidos controla la ONU”.
Wilson indicó que pese a que el gobierno de Bush se perfila a favor de la vida, los funcionarios que laboran en la ONU y los representantes del gobierno estadounidense en diversos países, “siguen siendo los mismos de la época de Clinton”. “Cada vez que Bush quiere ubicar a un pro-vida en un puesto estratégico, los demócratas amenazan con bloquear la nominación en el Parlamento”, explicó.
í‰ste sería el caso de la embajadora de Estados Unidos ante Guatemala, Prudence Bushnell, que, según Wilson, prácticamente “controla el gobierno del Presidente Alfonso Portillo”.
“Hace unos meses Bushnell fue al Congreso de Guatemala para exigir el cambio de unas leyes laborales, alegando que Estados Unidos no las aceptaría. Incluso, amenazó con que su país no aceptaría las exportaciones de Guatemala si es que no se cambiaba la ley. Además, hizo que subieran los impuestos de IVA de 10 a 12 por ciento, afectando a los más pobres”, denunció Wilson.
Chantaje económico
En efecto, el arma preferida para introducir el controlismo es la ayuda económica. Guatemala atraviesa por una crisis económica severa, el precio de sus productos de exportación como el café ha caído por debajo de lo que valía hace 50 años y el principal comprador de su producción vacuna, Estados Unidos, le está cerrando las puertas.
“Parece que a propósito quieren que sigamos pobres o nos volvamos más pobres. Estamos endeudados para siempre y encima regalamos nuestros productos a precios de quemazón, han obtenido nuestras materias primas por nada. Podríamos decir que son los países ricos los que les deben dinero a los países pobres”, lamenta Wilson.
En este contexto, es práctica común que los organismos de la ONU como los Fondos para el Desarrollo, la Población, la Organización Panamericana de la Salud, y hasta UNICEF condicionen la asistencia en áreas como la salud, la alimentación, la agricultura y la educación a programas de “salud reproductiva”, es decir de difusión masiva de anticonceptivos y promoción del aborto.
“A mi hermano (el ex presidente Arzú, NDR) lo amenazaron con retirar la ayuda internacional por haber suspendido la anticoncepción y la esterilización en los hospitales públicos. Cuando ingresó el gobierno de Portillo, a petición de Estados Unidos se volvió a introducir todos los métodos artificiales y la esterilización”, indicó la experta.
“La ONU es una cortina. Los que están detrás del controlismo son los mismos de siempre. La International Planned Parenthood Federation (IPPF, la cadena abortista más importante del mundo, NDR) está en todo el mundo, es fuertísima. Todos los organismos de la ONU dan ayuda condicionada al control poblacional. í‰sta es la única razón de ser de las conferencias, que con distintos títulos tenían como únicas propuestas la anticoncepción desde la niñez, quitarle derechos a los padres, la aceptación de la homosexualidad”, agregó Wilson.
En Guatemala, la IPPF tiene su filial en la Asociación por el Bienestar de la Familia (APROFAM), una entidad que desde hace 37 años promueve la esterilización y los métodos de control natal.
Aunque uno de sus más conocidos representantes, Elízar Castro, dijo no conocer el informe de la ONU, reconoció que para ellos “el problema que hay en Guatemala es que el aborto es ilegal y eso está en la Constitución”.
Castro asegura que no pretenden promover la legalización del aborto porque “respetan las leyes guatemaltecas”. Sin embargo, reconoció haber tenido problemas con algunos métodos de control natal como el DIU o las “pastillas hormonales” porque han sido relacionados con el aborto.
Para Castro, en Guatemala “el aborto es un tema ideológico, cargado de factores éticos, emocionales y sólo ofrecemos nuestros servicios a personas que buscan métodos reversibles o irreversibles”; pero reconoció que son afiliados a la IPPF.
Respuesta pro-vida
Según Ríos de CODEDENA, actualmente hay varias organizaciones pro-vida que están tratando de sistematizar sus esfuerzos. “Nuestro gobierno está siendo muy atacado por diversos sectores sociales debido a que hay problemas en todos los niveles y hay otros temas prioritarios que ocupan la atención pública, pero estamos trabajando en el diseño de una política para que la población exija al gobierno el cumplimiento de las normas constitucionales en materia de defensa de la vida”.
Para Wilson, ahora “Guatemala está más vulnerable que nunca. Como somos un país pobre, lo único que nos queda es nuestra gente, nuestros niños y nuestra fe, y hasta con eso quieren acabar”.
Según el cuestionado informe del Comité, Guatemala debe enviar un informe sobre la aplicación de sus recomendaciones ““incluyendo la legalización del aborto- antes del 1 de agosto del año 2005 y aunque faltan algunos años, la presión ya comienza a llegar de otros lados. En julio, Canadá anunció la donación de dos millones de dólares al Fondo de Población de la ONU con el fin de que sean utilizados en la promoción de abortos químicos específicamente en Guatemala.