SIDA: Tranmisión y aspectos éticos (Dr. J. Aznar)

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  índice: IMPORTANCIA DEL SIDA EN LA SOCIEDAD ACTUAL. TRANSMISIí“N DEL SIDA. MEDIDAS GENERALES PARA PREVENIR LA TRANSMISION DEL SIDA. VALORACIí“N DE LAS CAMPAí‘AS PROMOVIDAS PARA EVITAR LA TRANSMISIí“N DEL SIDA. PRINCIPALES ASPECTOS í‰TICOS RELACIONADOS CON EL SIDA. VALORACIí“N í‰TICA DE LAS ACTITUDES A SEGUIR EN LAS RELACIONES SEXUALES DE PAREJAS HETEROLí“GAS …

 

índice:

 

Pocas circunstancias sociales y, seguramente, ninguna médica, han tenido últimamente tanto impacto en la opinión pública, como el descubrimiento y posterior evolución del SIDA. Por sus especiales caracterí­sticas de transmisión; por su implantación en determinados grupos de riesgo, muy sensibilizados y reivindicativos; por la gravedad de la enfermedad en sí­ misma; por sus repercusiones económicas y sociales, y por los numerosos debates éticos que suscita, el SIDA ha trascendido los márgenes estrictamente sanitarios, para convertirse en un amplio problema social.

 

Al considerar algunos aspectos relacionados con el SIDA, nos referiremos a cuatro apartados fundamentales: importancia del SIDA en la sociedad actual, su transmisión, medidas generales para prevenirla y distintos aspectos éticos en relación con esta patologí­a.

 

  1. IMPORTANCIA DEL SIDA EN LA SOCIEDAD ACTUAL.

     

    Una primera consideración que se puede hacer para valorar la importancia del SIDA es revisar algunos datos estadí­sticos que nos indiquen su extensión. Existen magní­ficas revisiones sobre esta materia (1,2,3) que pueden mostrar la importancia de esta pandemia, aunque, a nuestro juicio, pueden destacarse algunos aspectos concretos.

    Según datos de la OMS de 1995, se estima que el virus del SIDA está presente en todos los paí­ses del planeta y que el número de portadores oscila alrededor de 28 millones (4), siendo el número de pacientes con SIDA de aproximadamente de 6,5 millones y el número de fallecidos hasta ahora por esta causa, superior a los 5 millones (3).

    El SIDA está especialmente extendido en el continente africano, sobre todo en el Africa subsahariana y central. Así­, datos de 1995 indican que un 3% de la población total, del subsanara, aproximadamente 10 millones de individuos, son portadores del virus de la inmunodeficiencia humana (HIV) (5), llegando algunos paí­ses de esta zona a tener una prevalencia de esta infección de alrededor del 9% (6). En Uganda, que tiene actualmente una población de 19 millones de habitantes, existen 1,8 millones de personas infectadas (3), y en los distritos de Mosaka y Rakai de este paí­s, la prevalencia de esta infección oscila entre el 8 y 13% respectivamente (7,8), siendo el SIDA la principal causa de muerte entre adultos. La situación es especialmente crí­tica en Botswana, en donde, según datos recientes de la OMS (9), el 18% de la población es seropositiva. Según MH Merson, responsable durante los últimos cinco años, de los programas de la OMS en Ginebra para la erradicación del SIDA, pocos conocen la extensión del problema en el continente africano, en donde se producen la mitad de las infecciones de SIDA que en el mundo se dan diariamente, constatando que en muchas ciudades africanas 1 de cada 3 embarazadas está infectada (10).

    También el sur de Asia es una región en la que el SIDA está en permanente expansión. Aunque el SIDA fue introducido en Asia más tarde que en el resto del mundo, actualmente existen en aquella región más de 4 millones de personas HIV positivas (1). En Tailandia, según datos de1996 (11), la prevalencia del SIDA entre drogadictos era del 45%, de 28% entre prostitutas y de 1,7% en mujeres embarazadas, aunque en algunas regiones concretas la prevalencia de esta infección entre varones jóvenes, en 1990 era del 10%, y en 1996, en embarazadas, oscilaba entre el 7% y el 12%, llegando a ser entre los drogadictos del 80%.

    Pero no solamente en los paí­ses en ví­as de desarrollo es alarmante la prevalencia de esta infección, sino también en paí­ses occidentales de elevado nivel de vida. Según datos del Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades Infecciosas de Atlanta (CDC), en Estados Unidos, desde 1981, año en el que se detectó el primer paciente de SIDA, hasta 1995, habí­an contraí­do esta enfermedad alrededor de 500.000 personas (3); pero lo más alarmante es que cada año se incorporan 40.000 nuevos individuos a este colectivo de pacientes (12), lo cual ha ocasionado que hasta 1994 hubieran muerto en ese paí­s 243.423 pacientes afectos de SIDA (13), mortalidad superior a la habida en Estados Unidos por todas sus guerras, desde la Guerra Civil (14).

    En nuestro paí­s, desde 1981, año del inicio oficial de la epidemia, hasta el 31 de marzo de 1997, el total de casos notificados en el Registro Nacional asciende a 45.102, de los cuales en el 54,4% se ha notificado su fallecimiento (15), siendo el número de infectados alrededor de 120.000. Los casos diagnosticados en 1996 ascienden a 5.301, el 76% con edades comprendidas entre 25 y 39 años. En este año España ya tení­a una tasa de individuos HIV positivos de 16,5 casos por 100.000 habitantes, la más alta de Europa (16), siendo por otro lado el paí­s de la Europa Occidental con mayor aumento de casos de SIDA durante 1994, con un incremento del 14,2% respecto al año anterior (17).

    En el hospital La Fe de Valencia iniciamos en el año 1991 un estudio para valorar la prevalencia de esta infección en recién nacidos (18). Para detectar la inmunoinfección en estos niños, se utilizaron muestras de sangre, obtenidas en papel secante, de las enviadas a nuestro Departamento de Biopatologí­a Clí­nica, para el control de las metabolopatí­as congénitas en los recién nacidos. Tras analizar 50.979 muestras se pudo comprobar que, el porcentaje de niños HIV positivos nacidos en la Comunidad Valenciana era del 3,15″°. En ese mismo estudio se estudiaron 36.066 casos de la provincia de Sevilla, con una incidencia de 2,08″° y 17.741 de Galicia con una incidencia de 1,44″°. En estudios similares al nuestro, la incidencia de niños infectados en Estados Unidos era del 1,7″°, en Italia del 0,9″°, en Suecia del 0,09″° y en Noruega del 0,08″°. Cuando este estudio se realizó en ciudades en que se sospechaba una alta prevalencia de esta infección, se encontró que, en Washington la incidencia era del 12,1″°, en Roma del 4,05″° y en Ediburgo del 0,2″°. Si se tiene en cuenta que, en esos años, el porcentaje de nacidos infectados de madres HIV positivas era de alrededor del 25% (19) (hoy, gracias a las modernas terapéuticas y a su más temprana utilización, este porcentaje ha disminuido aproximadamente al 13%), se puede calcular fácilmente la elevada prevalencia de madres infectadas en las áreas geográficas anteriormente comentadas.

    Para concluir esta pequeña evaluación estadí­stica sobre la prevalencia del SIDA en nuestra sociedad, cabrí­a destacar que, según datos de la OMS, cada dí­a 10.000 nuevas personas se infectan por el virus del SIDA, lo que aproximadamente supone un nuevo infectado cada 8,5 segundos (1,2).

    Pero no solamente los datos estadí­sticos sobre la extensión del SIDA son de gran relevancia, sino también la especial incidencia de esta infección en determinados grupos sociales. Así­, según el CDC, el SIDA en 1994 fue la primera causa de muerte entre los varones norteamericanos de 25 a 44 años, ya que de cada 100.000 jóvenes adultos de aquel paí­s comprendidos en esa edad, 35 murieron por causa del SIDA y 32 por accidente de tráfico (21). En nuestro paí­s las cifras son parecidas, habiéndose convertido el SIDA igualmente en la primera causa de muerte entre los varones de 25 a 40 años (17). Como más adelante se comentará, hay que considerar la importancia que puede tener la elevada incidencia de esta enfermedad en un colectivo sobre el que descansa, en gran parte, la productividad económica de una paí­s.

    También en mujeres jóvenes, en edad fértil, la incidencia es muy elevada en Estados Unidos. Así­, aproximadamente 100.000 de estas mujeres, son portadoras del virus HIV, naciendo alrededor de 7.000 niños cada año con esta infección (19), siendo el SIDA la tercera causa de muerte entre mujeres de 25 a 44 años (21).

    Otra área social en el que esta enfermedad está especialmente extendida es en el de la prostitución. Así­, se estima que en el Zaire un tercio de las prostitutas son HIV positivas, aunque en algunas áreas africanas, así­ mismo según datos del CDC, el porcentaje de prostitutas infectadas podrí­a llegar a ser del 90% (22) . En Bombay, en donde existen alrededor de 100.000 prostitutas, también aproximadamente un tercio de ellas son HIV positivas (23,24) . Si se tiene en cuenta que cada una de estas mujeres recibe alrededor de 5 clientes por noche (23), y que la posibilidad de contagio por un solo contacto en este tipo de relación sexual oscila entre el 3 y 5%, fácilmente se puede deducir el número de posibles nuevos individuos que cada dí­a pueden, en aquella ciudad, aumentar el número de los HIV positivos.

    Otro aspecto social relacionado con el SIDA de importancia es el gran número de niños que pueden quedar huérfanos al fallecer sus padres por esta infección. Así­, según datos de la OMS, en el año 2.000 podrí­an existir entre 5 y 10 millones de niños huérfanos por esta causa (25).

    Pero no solamente los datos sobre el número de individuos afectados, o la consideración de su mayor incidencia en determinados colectivos sociales, generalmente de los más deprimidos, sino también las consecuencias económicas de esta enfermedad merecen ser tenidas en cuenta. Según datos del CDC, en Estados Unidos, el tratamiento y cuidado de un paciente con SIDA, puede llegar a los 120.000

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