Un español utiliza células de embriones humanos para investigar la diabetes Cuenta con financiación de varios países e importa el material del extranjeroMADRID.- En 1997, cuando se constituyó la Comisión Nacional de Reproducción Asistida Humana para dar una solución a los casi 30.000 embriones congelados que hay en España, el doctor …
Un español utiliza células de embriones humanos para investigar la diabetes
Cuenta con financiación de varios países e importa el material del extranjero
MADRID.- En 1997, cuando se constituyó la Comisión Nacional de Reproducción Asistida Humana para dar una solución a los casi 30.000 embriones congelados que hay en España, el doctor Bernat Soria realizaba unos experimentos que, cuatro años después, le han colocado en la elite científica.
A partir de células madre procedentes de embriones de ratones, obtuvo células productoras de insulina que, al implantarlas en el páncreas de roedores con diabetes, curaban la enfermedad. Los resultados de sus investigaciones se publicaron en 2000 en una de las principales revistas de endocrinología, Diabetes. Ahora, el reto es reproducirlos en personas, para lo que cuenta con más de 250 millones de pesetas y un proyecto que le sitúa en la vanguardia de la investigación.
La terapia celular que Soria, catedrático de Fisiología en la Universidad Miguel Hernández de Elche, trata de desarrollar, sigue el mismo patrón que la que ya ha realizado con éxito en roedores. La diferencia es la materia prima que utiliza: líneas celulares embrionarias humanas, en lugar de animales.
El plazo que este estudioso ha establecido para completar el trabajo es de tres años. «Hay que realizar varias matizaciones sobre la investigación», dice el científico, muy interesado en explicar con detalle, para evitar posibles malentendidos, en qué consisten realmente los experimentos que está llevando a cabo. «No hay clonación terapéutica ni es uno de los objetivos de nuestro trabajo. Lo que estamos haciendo es derivar células productoras de insulina que, a su vez, proceden de líneas celulares embrionarias que nos mandan de otro país», dice.
Sin clonaciones
«No hay posibilidad de invertir el proceso con el propósito de realizar algún tipo de clonación. Como una posible vía alternativa, hemos empezado a utilizar células humanas de adultos que previamente han dado su consentimiento informado», completa Soria. La investigación se realiza íntegramente en España, en el Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández. El 90% de la financiación procede de centros e instituciones extranjeras. En torno al 50% lo aporta la Fundación Juvenil para la Diabetes (FJD, en Nueva York). Otros patrocinadores son la compañía alemana Cardion AG (que dispone de material y duplica en su laboratorio de Dusseldorf los resultados que obtiene Soria en Alicante) y la Fundación Europea para el Estudio de la Diabetes, creada recientemente.
Las dimensiones de este estudio lo convierten en uno de los más ambiciosos que se han llevado a cabo en España. «Esperamos grandes cosas de las investigaciones de Soria», dice Richard W. Furlanetto, director científico de la FJD y una de las personas que evaluó el proyecto del científico español. Igual que él, investigadores de todo el mundo confían en la esperanza que representan las células madre para el tratamiento de diversas enfermedades. Sin embargo, su obtención inicial a partir de embriones humanos (la fuente sobre la que hay más información, aunque se han propuesto más de 20 alternativas) ha supuesto un freno a las investigaciones de este tipo.
En EEUU, la Administración Bush paralizó el pasado mes de mayo la distribución de fondos públicos para financiar investigaciones con células madre embrionarias. En Europa, sólo el Reino Unido permite esta práctica e, incluso, la creación de embriones humanos para investigaciones. En España, la Comisión Nacional de Reproducción Asistida Humana, que lleva desde el mes de marzo de 2000 sin reunirse, aún no ha aportado una solución.
Mientras tanto, existe la creencia de que «la investigación con embriones humanos desechados durante el proceso de fecundación in vitro está permitida, dice Furnaletto. «Cuando me enteré de que aquí es posible realizar estos experimentos me sorprendí», declara el director científico de la FJD. Soria va más lejos: «La ley británica es el modelo a copiar».
CARLOS MARTINEZ
(Publicado en El Mundo, 24 julio 2001)