Del 14 al 16 de mayo de este mismo año 2009 ha tenido lugar en Madrid el III Congreso Internacional sobre Medicina Reproductiva, organizado por el IVI (Instituto Valenciano de Infertilidad).
En él se han debatido importantes temas relacionados con estas técnicas y al mismo han asistido más de mil expertos nacionales e internacionales. De dicho Congreso el IVI publica una entrevista con los doctores Antonio Pellicer y Antonio Requena, copresidente el primero del IVI y director del IVI en Madrid el segundo.
Por su interés reproducimos aquí lo por ellos manifestado sobre dicho evento científico:
Uno de los principales obstáculos que las técnicas de reproducción asistida deben salvar es, por un lado, el índice de fracasos y por otro, los embarazos de más de un feto. “El 30 por ciento de las fecundaciones “in vitro” (FIV) termina siendo un embarazo múltiple”- desvela Antonio Pellicer, copresidente del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).
El principal temor después de un tratamiento es tener un embarazo múltiple, que con frecuencia conduce a una incidencia más alta de complicaciones médicas, perinatales y neonatales y por lo tanto a mayores costes de asistencia sanitaria. “La cuestión es que de los embriones obtenidos tras la FIV, se suelen seleccionar varios para su implantación en el útero materno, con el objetivo de que al menos uno se desarrolle hasta el final”- comenta el experto.
Actualmente, el número de mujeres y hombres con problemas para tener un hijo no deja de aumentar en nuestro país, lo que convierte a la esterilidad en un problema médico y social preocupante que provoca que alrededor de 35.000 niños nazcan al cabo del año por medio de técnicas de reproducción asistida. “Una cifra parecida al resto de países europeos- señala Antonio Requena, director de IVI Madrid – pero todavía con una asignatura pendiente en nuestro caso: el alto número de gestaciones que resultan embarazos múltiples”.
Por este motivo, los especialistas en reproducción asistida están trabajando para desarrollar nuevas técnicas de selección embrionaria que reduzcan esta tasa, “el objetivo es conseguir embriones de mejor calidad para que sea necesario transferir un menor número y garantizar la gestación sin que se produzca embarazo múltiple”- aclara el doctor Requena.
Técnicas actuales
Hasta ahora los métodos de selección se basan en las características morfológicas del embrión al observarlo bajo el microscopio para elegir a los más ‘aptos’, pero se trata de algo intuitivo y subjetivo, y los seleccionados no siempre cumplen las expectativas.
La evaluación de la viabilidad de los embriones se lleva a cabo utilizando procedimientos invasivos, “y la desventaja es que al biopsiar el embrión para diagnosticar las anomalías se daña, con lo que la ventaja de eliminar la anormalidad se contrarresta con la transferencia de un embrión dañado técnicamente”, argumenta el doctor Pellicer.
Teniendo en cuenta esta afirmación, se deriva la necesidad de buscar métodos no invasivos.
Metabolómica e Índice de viabilidad
Actualmente se sabe que el metabolismo de un embrión puede proporcionar sólidas pistas con respecto a su viabilidad. “Si somos capaces de analizar lo que un embrión consume y lo que expulsa en el medio de cultivo donde se desarrollará durante unos días, podemos conocer su salud; Es algo semejante a si conocemos los parámetros sanguíneos de un paciente (colesterol, azúcar, tensión…) y sabemos lo que consume (comidas, tabaco, alcohol, etc.), con eso nos haríamos enseguida una idea de si el paciente está sano o no” – explica el doctor Pellicer. Es decir, estudiando el medio de cultivo del embrión podremos elegir el más apto para la implantación.
Gracias a la tecnología podemos detectar de forma precoz y no invasiva el perfil metabólico de los embriones en su medio de cultivo, el denominado Índice de Viabilidad. Este marcador se puede utilizar como complemento a la morfología, “la principal ventaja de esta nueva técnica es que, al no ser invasiva, soluciona uno de los problemas por los que la biopsia y estudio del status cromosómico del embrión no funcionan y si además, resulta tan específica para eliminar las anomalías cromosómicas causantes del Síndrome de Down, Síndrome de Turner, etc., como nuestros datos iniciales sugieren, estamos ante una técnica que será de aplicación necesaria en los laboratorios de FIV en un futuro inmediato”- concluye Pellicer
Del documento comentado nos parece de interés resaltar lo siguiente:
- El elevado número de embarazos múltiples consecuentes a la utilización de la fecundación in vitro, que los autores cifran en 30%.
- El peligro médico que esto supone para madre y fetos.
- La explícita manifestación de que en estas técnicas se seleccionan embriones para implantar los más aptos.
- El que se resalte una nueva técnica, la metabolómica, que facilita “elegir el embrión más apto para la implantación”.
- Que se reconozca de una forma objetiva que al biopsiar un embrión, es decir, quitarle un blastómero para analizar su condición genética, el embrión queda dañado.
- Que gracias a la metabolómica se podrán con facilidad “eliminar las anomalías cromosómicas causantes del Síndrome de Down, del de Turner, etc.”… por lo que “estamos ante una nueva técnica que será de aplicación necesaria en los laboratorios de FID en un futuro inmediato”.
Es decir, se está proponiendo utilizar técnicas manifiestamente utilitarias y eugenésicas, algo éticamente inaceptable.
Además se reconoce explícitamente que se manipulan, destruyéndolas, vidas humanas, embriones, con la finalidad de buscar la mayor eficiencia de la fecundidad in vitro.
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