Influencia gay en los escolaresFuente: The World and I, EEUU La campaña en las escuelas nacionales de EEUU para promover la tolerancia a la homosexualidad, la bisexualidad y la transexualidad, sigue creciendo, manteniéndose la oposición de los grupos a favor de la familia, cuyas creencias morales son redefinidas como “odio” o …
Influencia gay en los escolares
Fuente: The World and I, EEUU
La campaña en las escuelas nacionales de EEUU para promover la tolerancia a la homosexualidad, la bisexualidad y la transexualidad, sigue creciendo, manteniéndose la oposición de los grupos a favor de la familia, cuyas creencias morales son redefinidas como “odio” o “fobia”.
Este esfuerzo propagandístico está siendo encabezado por la “Red de Educación Gay, Lesbiana y Heterosexual” (GLSEN por sus iniciales en inglés) y “Padres, Familias y Amigos de Gays y Lesbianas” (PELAG), a las que se han unido numerosas organizaciones y sindicatos profesionales, a favor de programas de afirmación homosexual en las aulas (incluidas la Asociación Nacional de Educación, la Federación Americana de Profesores, la Asociación Psicológica Americana, la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales, la Asociación Nacional de Consejos Escolares, la Asociación Médica Americana, la Academia Americana de Pediatras y la Asociación de Bibliotecas Americanas, aunque muchos de sus miembros se opongan a esta tendencia).
En ciudades de todo el país, el descubrimiento de actividades prohomosexuales en las escuelas ha levantado protestas de padres que consideran que los planes escolares políticamente correctos que se imparten a sus hijos socavan los valores que están enseñándoles en sus hogares. Y se sienten intimidados cuando las autoridades escolares les oponen una visión “profesional y académica” contraria.
Pero los padres de alumnos desconocen la terminología sofisticada y las estrategias de los activistas homosexuales: la frase “escuelas seguras” se atribuye a las que garantizan protección a estudiantes por razón de su “orientación e identidad sexual”, y lo justifican declarando que frecuentemente se ejercen malos tratos contra los estudiantes bisexuales, homosexuales, lesbianas y transexuales, que necesitan una especial protección. Pero los grupos profamilia añaden que basta con proteger a todos los alumnos, sin necesidad de crear categorías especiales basadas en sus comportamientos u orientaciones sexuales. En palabras de la fundadora de una ONG de Ohio, “cuando una escuela de distrito o estatal crea una política especial a favor de la homosexualidad en su código, se convierte en un caballo de Troya que será utilizado para cambiar las actitudes de los niños en este tema”.
La primera vez que se acuñó el término “escuela segura” fue cuando los activistas del GLSEN promovieron en 1994 una ley en Massachusetts prohibiendo en las escuelas la discriminación “por razón de orientación sexual”, y declarando que los estudiantes gays se hallaban en gran riesgo de suicidio. En un discurso posterior, el director ejecutivo de este grupo declaró la utilidad de la “fórmula victimista” de historias dramáticas para generar apoyos y evitar rechazo a sus pretensiones.
Pero los programas escolares más controvertidos son los que, desde el jardín de infancia, dicen combatir la “homofobia”, la “transfobia” y el “heterosexismo” que dominan la sociedad actual, así como los “valores anticuados” que prevalecen en muchos hogares y enseñan el “prejuicio antigay” desde edades tempranas.
Grupos de padres se quejan de que los educadores prohomosexuales abusan de su autoridad en la clase para introducir unos temas relacionados con la sexualidad que las jóvenes mentes no están preparadas para asimilar, socavando así el derecho paterno a guiar el desarrollo de sus hijos. A menudo se incita a los niños a transgredir las “normas de género” y a cuestionarse su “identidad de género”.
GLSEN ya está vendiendo un programa curricular desde la escuela maternal hasta el tercer curso, titulado “Previniendo prejuicios: Guía Lesbiana/ Gay/ Bisexual/ Transexual de Lecciones para Escuelas de Educación Elemental”. Por su parte, los grupos profamilia han empezado una campaña de ayuda a estudiantes para “no optar” por las sesiones de tolerancia homosexual o actividades similares en sus escuelas.
(Publicado en www.mujernueva.org)