En 1968 un comité de expertos de la Universidad de Harvard propuso una definición del coma irreversible, a la que denominó “muerte cerebral” (brain death), y estableció un protocolo para su diagnóstico. A partir de entonces este término entró a formar parte tanto del vocabulario científico-médico, como sucesivamente, del lenguaje común.
Lcdo en Medicina y Cirugía, y Doctor en Teología Moral. Profesor de esta materia en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, Roma. Tesis doctoral defendida en Roma, 2005.