OPCIONES A LA PRACTICA PRECLINICA Y MODELOS ANIMALES BAJO PRINCIPIOS ETICOS Dania M. Bacardí. Licenciada en Ciencias Farmacéuticas. Unidad de Garantía de Calidad. Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales. Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) La Habana. . Licenciada en Ciencias Farmacéuticas. Unidad de …
OPCIONES A LA PRACTICA PRECLINICA Y MODELOS ANIMALES BAJO PRINCIPIOS ETICOS
Dania M. Bacardí. Licenciada en Ciencias Farmacéuticas. Unidad de Garantía de Calidad. Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales. Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) La Habana.
. Licenciada en Ciencias Farmacéuticas. Unidad de Garantía de Calidad. Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales. Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) La Habana.
Pedro A. Prats. MD, MSc. Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales. CIGB.
. MD, MSc. Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales. CIGB.
Jorge A. Berlanga. VD. Investigador Auxiliar. Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales.CIGB.
. VD. Investigador Auxiliar. Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales.CIGB.
Ariadne Gutiérrez Martínez. Licenciada en Ciencias Farmacéuticas. Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales.CIGB.
. Licenciada en Ciencias Farmacéuticas. Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales.CIGB.
Los autores de este trabajo no hace mucho que transitamos por los caminos de la experimentación animal, más bien hemos llegado casi azarosamente luego de un inicio en asuntos concernientes a ensayos clínicos y la educación superior. Desde un inicio llamaron nuestra atención dos hechos: primero el empleo, muchas veces indiscriminado y casi falto de toda consideración de los animales de laboratorio, incluidos órdenes tan distantes como roedores y primates no humanos; más reciéntemente la intensa propagación de doctrinas que llaman a la protección de los animales y al reconocimiento de su valor como individuos.
Así, nos hemos ido interesando cada vez más por estos temas, con la completa convicción de la razón que asiste a los que claman por el bienestar animal, y sin el ánimo de alentar aproximaciones extremistas, como es el caso de los “animalistas radicales”.
Comoquiera que nuestro trabajo se desarrolla en el Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, hemos querido realizar un análisis del estado en que se halla la experimentación animal en nuestro entorno, en cuanto al seguimiento de los principios que hoy rigen este campo y como medio de iniciar pasos que conduzcan al aumento de la conciencia y la capacitación profesionales, no solo desde el punto de vista técnico sino completado por el ético.
El número de animales que perece o padece sufrimiento por su empleo en la investigación representa un bajo porcentaje de las muertes animales por actividades humanas. Si se incluyen las muertes y el sufrimiento por deforestación, pesticidas, construcción civil y otras, la fracción declina a un nivel relativamente insignificante 1. A pesar de esto, en muchos países la investigación es una de las áreas más fuertemente reguladas del uso de animales, con comités de ética, estrictos códigos de prácticas, de monitoreo y de políticas controlados por auditores y veterinarios institucionales.
HRH Prince Laurent, en su discurso pronunciado en la ceremonia de premiación del 2do Congreso Mundial sobre Alternativas y Uso de Animales en las Ciencias Biológicas, (Utrecht, Holanda, Octubre 22, 1996) preguntaba: “¿¼ Tenemos derecho de utilizar seres vivos para aumentar nuestro conocimiento y ciencia en mejorar el destino de la humanidad¼ ? 2.
Tomando la interrogante anterior como punto de partida, dejamos sentada cual es la principal zona de convergencia entre los grupos “animalistas” que han proliferado extensamente en el mundo de la actualidad 3
El bienestar animal y el binomio estrés/sufrimiento, son conceptos muy complejos y difíciles de definir y evaluar. Muchos laboratorios utilizan animales en experimentos como la evaluación de la toxicidad, la teratogenicidad, la irritabilidad, la carcinogenicidad, etc, de diferentes productos en fase de desarrollo. Estudian la fisiología animal, la mortalidad, la morbilidad; sin tener una idea clara de los límites ni ver a los animales de experimentación como entes con valor intrínseco y sensibles al dolor y al sufrimiento, sin tomar en cuenta su bienestar.
En cualquier debate ético la reducción del número de experimentos con animales y los posibles métodos alternativos deben tenerse en cuenta. A cualquier nivel debemos prestar atención a la evaluación de los experimentos con el objetivo de buscar un balance entre el estrés/sufrimiento y la utilidad de cada experiencia.
La ética en los animales es tomada en cuenta como una actividad neutral, no consciente 4. Con el fin de mejorar la calidad de vida de los animales de experimentación cada día se emiten directrices que establecen cómo debe ser el trabajo en estudios preclínicos, un ejemplo de lo planteado es el concepto de las tres Rs como alternativa para la experimentación in vivo4. Lo que hoy se conoce como las tres Rs de Russell y Burch, reemplazo, reducción y refinamiento, tuvo su origen en una proposición hecha en 1954 por Charles Hume fundador de UFAW (del inglés: Universities Federation for Animal Welfare) para humanizar las técnicas de trabajo con los animales de laboratorio 5.
En el presente trabajo se esbozan los principales aspectos relacionados con la ética y el bienestar de los animales de experimentación y se muestran tres ejemplos prácticos del quehacer en nuestro laboratorio, en los que se valora la aplicación de estos principios con la intención de lograr un acercamiento humano hacia los animales como entes vivos con un estatus moral y con derechos.
DESARROLLO
Los lineamientos y directrices sobre el uso y cuidados del animal de laboratorio tienen como objetivos: El bienestar del animal, y la disminución del estrés.
El bienestar del animal, y la disminución del estrés.
Bienestar animal: Los animales de laboratorio deberán ser mantenidos en un entorno controlable y protegido en cuanto a:
– Agentes físicos: son aquellos agentes incorporados por el propio hombre, relacionados fundamentalmente con las condiciones de alojamiento de los animales en las instalaciones. Entre estos podemos citar la temperatura, la humedad relativa, las radiaciones, los recambios de aire, etc.
– Agentes químicos: tales como desinfectantes (sólo se admiten derivados clorados y de amonio cuaternario; no derivados fenólicos ni detergentes industriales, que dañan tanto al animal como al hombre).
– Agentes biológicos: dentro de estos tenemos como más importantes: Amonio Urinario (£ 25 ppm, debe estar estrictamente controlado). Feromonas. Microorganismos patógenos 6.
Estrés:
Las respuestas de un animal al stress son muy variables; su homeostasia varía, o sea, se altera el equilibrio electrolítico, bioquímico y metabólico del organismo. La influencia del estrés sobre la fisiología del animal es uno de los métodos que se emplea para evaluar el bienestar animal, que ha sido definido como la capacidad de adaptarse a los agentes estresantes internos y externos. El estrés es un estado fisiológico y emocional del hombre y de los animales superiores en el cual la regulación autonómica se sobrecarga y se altera temporalmente bajo el impacto de diversos estímulos 7.
Eutanasia:
Se recomiendan métodos rápidos, poco traumáticos y tan poco dolorosos como sea posible 6.
En cada bioterio deben existir: Código de uso y cuidados de animales de laboratorio, y
Comité de ética.
Dentro de las funciones del Comité de ética están:
Analizar el sufrimiento que podría causar una técnica determinada.
Analizar del número de animales a utilizar en cada experiencia.
Valorar los inconvenientes que causará el procedimiento ensayado.
Velar por la aplicación correcta de anestésicos, analgésicos y de los métodos de eutanasia.
Capacitación del personal técnico 4.
Valoración desde el punto de vista bioético de diferentes estudios preclínicos.
“Efectos del Factor de Crecimiento Epidérmico sobre la regeneración del nervio ciático transectado en ratas.”
Este estudio estuvo destinado a explorar los efectos de la administración del Factor de Crecimiento Epidérmico humano recombinante (EGFhr) sobre indicadores clínicos, ultraestructurales y electrofisiológicos de regeneración del nervio ciático transectado de ratas Sprague Dawley.
Se utilizaron 60 ratas machos, esta fue la n adecuada según cálculos basados en el nivel de sensibilidad en la comparación, y la potencia del estudio entre otros factores8. El número de animales empleados fue el estrictamente necesario para detectar diferencias entre los grupos. Se identificó a cada animal mediante ponches auriculares como se establece por el Código de Uso y Cuidados de los Animales de Laboratorio del CIGB, evitando métodos que suponen la mutilación.
Aquí hubo tres momentos claves generadores potenciales de estrés y/o malestar:
– La inducción de la lesión.
– El estudio de conducción nerviosa motora.
– El sacrificio de los animales.
Inducción de la lesión: Las condiciones de trabajo y adaptación y/o cuarentena de los animales en el experimento fueron similares a las recomendadas.
: Las condiciones de trabajo y adaptación y/o cuarentena de los animales en el experimento fueron similares a las recomendadas.
Para aminorar el sufrimiento en los dos primeros momentos se empleó pentobarbital sódico (40 mg/Kg.), i.p. como anestésico, lo que se realizó con mucho cuidado por el estrecho margen terapéutico del barbitúrico.
Se practicó una incisión en la región lateral del muslo derecho, se separaron los planos musculares y se expuso el nervio ciático, al cual se le realizó un corte transversal y luego una sutura perineural para unir los cabos proximal y distal. Posteriormente, se procedió al cierre de los planos muscular y superficial.
La manipulación se efectuó en condiciones asépticas y de manera cuidadosa, minimizando, en lo posible, el estrés 8.
Tanto en el grupo control como en el tratado con EGFhr, la lesión nerviosa provocó alteraciones motoras y sensitivas de la extremidad afectada, lo más sobresaliente fue la aparición de ulceraciones y mutilaciones en las patas de los controles, lesiones que tardaron en aparecer en los que recibieron tratamiento con el péptido, lo que sugirió efecto protector sobre las estructuras blandas de la extremidad.
Estudio de Conducción Nerviosa Motora: Luego de la anestesia se colocó el electrodo de estimulación directamente sobre los extremos del segmento del nervio ciático expuesto, primero por encima (estimulación proximal) y luego por debajo del sitio de transección (estimulación distal). El electrodo de registro se situó siempre en la parte distal del músculo cuádriceps femoral.
Luego de la anestesia se colocó el electrodo de estimulación directamente sobre los extremos del segmento del nervio ciático expuesto, primero por encima (estimulación proximal) y luego por debajo del sitio de transección (estimulación distal). El electrodo de registro se situó siempre en la parte distal del músculo cuádriceps femoral.
Sacrificio de los animales: Se llevó a cabo inmediatamente después del registro de los potenciales eléctricos por sobredosis de pentobarbital sódico (60 mg/Kg)8. La muerte fué rápida y no traumática.
Se llevó a cabo inmediatamente después del registro de los potenciales eléctricos por sobredosis de pentobarbital sódico (60 mg/Kg)8. La muerte fué rápida y no traumática.
Comentario:
Como se ve, se trata de la reproducción en animales de un estado patológico de incidencia común en humanos, lo que requiere intervención cruenta. Ha de notarse que los procedimientos realizados para el montaje del modelo, a pesar de haberse efectuado en condiciones asépticas, en instalaciones con buenas condiciones y en el espíritu de las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) implantadas en el CIGB, no pudieron evitar la producción de daño a los animales.
La inducción de la lesión trae consecuencias indeseables para las ratas pues al transectar el nervio ciático se corta el citoplasma de la neurona ocasionando degeneración neuronal y por tanto la inmovilidad de la extremidad, dificultándose así la marcha y la sensibilidad, lo que puede originar deficiencias en la alimentación y el consumo de agua, que pudieran conducir al deterioro del estado general.
Con el fin de evitar el sufrimiento en cada uno de los momentos traumáticos, se utilizó la anestesia con pentobarbital sódico. De cualquier manera resultó inevitable el trauma a los animales.
A partir de analogías neuroanatómicas, neurofisiológicas, neuroquímicas, así como de observaciones conductuales se ha llegado a concluir que los animales probablemente experimenten el dolor de forma cualitativa y cuantitativamente similar a los humanos9. Los nociceptores se hayan en todos los mamíferos y otros vertebrados, las sensaciones de dolor se correlacionan con actividad de los pequeños nervios mielínicos y no mielínicos que se activan exclusivamente por estímulos de intensidad dolorosa.
El bienestar animal se ve usualmente como la ausencia de estados como dolor, distrés, ansiedad, miedo y sufrimiento 9. De modo que si tomamos este criterio para definir si el procedimiento provocó alteración del bienestar de los animales debemos convenir que así fue, al menos en términos de ansiedad, miedo y sufrimiento no así en cuanto al dolor que debió resultar mínimo luego de la inervación perdida.
Uno de los principios que enarbolan las regulaciones para el empleo de los animales en la experimentación es el que plantea que solo en caso de que no se pueda implementar una alternativa, es que se debe proceder al establecimiento del modelo animal 10.
Las lesiones de los nervios periféricos son condiciones de relativa frecuencia en la práctica clínica, se observan como consecuencia de traumatismos, afecciones virales, nutricionales y en estados como la diabetes mellitus en las que se establecen lesiones de curso lento e insidioso. En este punto resulta difícil establecer alternativas, ningún modelo in vitro sería capaz de sustituir las complejas interacciones que se producen en los fenómenos de regeneración de nervios periféricos en los que interviene una serie compleja de tipos celulares, citocinas, moléculas de adhesión y factores de crecimiento.
La influencia del sistema nervioso es dual, por un lado en la producción del dolor, por otro en la coordinación a nivel de organismo, la que no puede reproducirse sino de modo limitado a nivel de cultivo. La mejor opción para solucionar los problemas aquí planteados sería buscar medios que permitan reproducir condiciones lesivas minimizando el malestar derivado de los procederes quirúrgicos.
“Efectos de diferentes esquemas de tratamiento de una formulación tópica de EGFhr sobre la cicatrización de lesiones cutáneas de grosor total en ratas”.
El propósito de este trabajo fue conocer el efecto de las variaciones de la frecuencia de aplicación de una crema de EGFhr (5 m g/g) sobre diferentes indicadores morfométricos y no morfométricos de la cicatrización de heridas cutáneas de grosor total en ratas.
El ensayo se realizó cumpliendo las normativas que establece el Código de Uso y Cuidados de los Animales de Laboratorio del CIGB, incluyendo las condiciones de alojamiento y manipulación.
Se utilizaron 60 ratas hembras SD. La n se determinó por procedimientos similares al anterior 8.
Momentos traumáticos del estudio:
– Inducción de la lesión.
– Sacrificio de los animales.
Inducción de la lesión:
Se realizó un ponche de 9 mm de diámetro y grosor total, en la cara externa del tercio superior del muslo derecho con un biótomo cutáneo, que interesó epidermis y dermis. Se operó en condiciones asépticas, previa anestesia con pentobarbital sódico i.p. La lesión fue completada con una tijera curva de punta fina, luego de depilar cuidadosamente la zona, y de una escrupulosa desinfección. La manipulación se efectuó de manera cuidadosa y fue lo menos estresante posible 11.
El estrés inherente a la situación experimental se evidenció como causa de la pérdida de peso encontrada en todos los grupos.
Sacrificio de los animales:
Se realizó por sobredosis de pentobarbital sódico (60 mg/Kg).
Comentario
La producción de la lesión es en sí un proceso traumático, a pesar de que se intenta mitigar con el uso del anestésico, no se evita la sensación dolorosa post-anestesia y la producción de dolor al aplicarse las cremas en los días sucesivos, lo cual se evidenció por la pérdida de peso de todos los animales implicados en el estudio.
El impacto del estrés sobre los mecanismos fisiológicos del animal es un método común de evaluar el bienestar animal, que ha sido definido como la capacidad de adaptación a los agentes estresantes internos y externos 12.
El miedo es uno de los más poderosos agentes productores de estrés 12. Pero ¿cómo se podría evitar? El solo hecho del acercamiento humano es ya suficiente generador. Por supuesto que se podrían tomar medidas para reducirlo. La adaptación a la manipulación y a la presencia humana podría ser una variante efectiva.
En la medicina de los animales de laboratorio la ausencia de enfermedad manifiesta y un buen estado nutricional e higiénico ha sido la condición sine qua non de bienestar animal10. Partiendo de este criterio, el bienestar de las ratas de este experimento se vio comprometido, pues aunque no se verificó ninguna alteración aparente del estado clínico, la disminución observada del peso corporal hace pensar en un estado de alarma con la lógica puesta en marcha de los mecanismos de adaptación a las nuevas condiciones.
En este caso sería recomendable el uso de analgésicos o anestésicos locales para el momento de la aplicación de la crema a cada animal por el grosor del ponche y por el sufrimiento que implica la manipulación una vez realizada la lesión. A diferencia del ensayo anterior, ya en el mundo se han desarrollado metodologías in vitro y ex vivo que permiten evaluar la cicatrización cutánea sin el empleo de gran número de animales.
Claro, la posibilidad de implantación de alternativas está en correspondencia con el nivel de desarrollo alcanzado por los distintos países. Las naciones del tercer mundo probablemente no puedan acceder a los métodos de alta excelencia y costo y enfrentan la necesidad de realizar las evaluaciones fármaco-toxicológicas de sus productos según sus posibilidades. A las preguntas: ¿Vale la pena emprender este tipo de estudio y llegar a este conocimiento? ¿Es posible minimizar el sufrimiento en tales diseños? deben añadirse: ¿Es éticamente correcto realizarlos con los medios a nuestro alcance? ¿Encontrarán beneficio la salud y la economía del país a partir de los resultados? Todas estas interrogantes, sin dudas complican aún más el escenario de discusión.
A pesar de que los resultados de este estudio no fueron los esperados en cuanto al incremento, mediado por el EGFhr, de la velocidad y calidad de la cicatrización de lesiones cutáneas, creemos que el ensayo resultaba necesario para establecer las capacidades funcionales de una molécula producida por recombinación genética, con variaciones estructurales en comparación con su homólogo natural. No debemos olvidar que los ensayos preclínicos forman parte del largo camino que han de transitar los productos en su desarrollo hasta ser registrados y comercializados, lo que tiene evidentes implicaciones económicas y sociales.
“Efecto terapéutico de la administración sistémica de EGFhr en ratas severamente quemadas”.
El EGF alberga en su haber funciones bien fundamentadas como: efecto trófico sobre el tracto gastrointestinal, regulación del pH gástrico y de la hemodinámica gastrointestinal 13. Por ello se pensó en su utilización para el tratamiento de quemaduras severas, tanto en la fase de choque como en la tóxico-séptica, con el objetivo de evaluar la integridad de la mucosa gastointestinal y el comportamiento de indicadores clínicos como el peso corporal en animales severamente quemados y tratados por vía sistémica con EGFhr.
Se utilizaron 60 ratas SD, hembras, distribuidas en tres grupos de 20 animales cada uno. En este caso no se realizó el cálculo de la n, se acudió a la experiencia de los investigadores que intervinieron en el estudio.
Momentos traumáticos:
– Inducción de la lesión.
– Sacrificio de los animales.
El trabajo se llevó a cabo con una adecuada asepsia, las ratas fueron depiladas abarcando toda la región del dorso y se expusieron por 25 segundos a agua con una temperatura entre 98 y 100° C en un baño termostatado. Los animales fueron previamente anestesiados con 100 mg/kg de hidrocloruro de ketamina. Generalmente fueron premedicados con 25 mg/kg de diazepam.
Luego de inducida la lesión los animales fueron reanimados con 5 mL de solución salina i.p., no se utilizó ningún analgésico por ser lesiones indoloras.
Los animales recibieron EGFhr a una concentración de 5 m g/mL, i.p. (30 m g/rata), o solución salina al 0.9.
Entre las primeras 3 o 4 horas postquemadura, se constató la presencia de hematuria en el 30% y diarrea en el 20% de los animales del grupo control. En esta fase se mostraron deprimidos, postrados y con falta de interés por el entorno. Ninguno de estos hallazgos se observó en aquellos animales que recibieron EGFhr.
Entre las 12 y 16 horas de inducida la quemadura, se efectuó la necropsia al 50 % de los animales de cada grupo. La muerte se indujo por sobredosis de éter dietílico, lo que no provoca cambios morfológicos en los tejidos. El estudio macroscópico de los órganos demostró la presencia de úlceras sangrantes en la mucosa gástrica, acompañadas generalmente de enteritis hemorrágica severa. En ninguno de los animales tratados con EGFhr se apreciaron los cambios antes descritos.
Los animales que se dejaron evolucionar fueron igualmente sacrificados al cuarto día post-lesión. Se constató que el tratamiento con EGFhr previno la aparición de gastritis erosiva, úlceras sangrantes en la mucosa gástrica, lesiones que sí se detectaron en los animales del grupo control 14.
Un hallazgo interesante se relaciona con el efecto anabólico del EGFhr en esta fase de la enfermedad por quemadura. Las ratas tratadas y controles mostraron similares niveles de consumo alimentario cada día; sin embargo la ganancia de peso corporal en los animales tratados con EGFhr fue superior en 12 g con respecto a los controles.
Comentario:
En comparación con los estudios antes vistos, en este se emplea la premedicación con diazepam como método adicional para lograr la insensibilización de los animales en el momento de producir la lesión. Se utilizó clorhidrato de ketamina y no pentobarbital sódico como agente anestésico. Hemos observado que el uso del pentobarbital sódico en las ratas, puede producir efectos extrapiramidales severos; en tanto que la ketamina es un fármaco más seguro, de rápida inducción y recuperación anestésica sin acción depresora de la función cardiorrespiratoria ni vasomotora. Por ello aconsejamos su uso en el trabajo con ratas en procedimientos cruentos de corta duración; a pesar de ser un producto costoso.
Hubo muchas muertes en el grupo control, no por la lesión local sino por las consecuencias sistémicas de las quemaduras, como las ulceraciones en el tracto gastrointestnal propias de las escaldaduras severas; trayendo consigo hemorragias y diarreas por la deshidratación drástica por la que atraviesan sin tener ningún tipo de medicación contra ello, cayendo en un estado lamentable y con un deterioro rápido y progresivo. Es decir, se aprecia evidentemente el tormento por el que atraviesan estos animales y su inevitable fin.
No se utilizó un procedimiento regulado para la definición de la n de trabajo y por tanto no se tiene en cuenta el refinamiento del estudio, ni la posible reducción del número de animales utilizados.
Consideraciones Generales.
Resulta innegable que el empleo de los animales en la investigación ha contribuido al aumento de las expectativas y calidad de vida del género humano, es justo también consignar que ha sido responsabilidad del hombre utilizar los adelantos derivados de la experimentación en beneficio de la propia salud animal.
Ciertos grupos promueven la abolición de la experimentación in vivo, alegando que no se ve a los animales como entes con valor intrínseco, merecedores de respeto a su integridad física.
Los movimientos dedicados a la defensa de los derechos de los animales deben adaptar su lucha a las circunstancias actuales, sin olvidar en sus demandas la comunión de intereses que deriva del conocimiento que se alcance y la perspectiva de que este será de usufructo universal, sin barreras de especie. Así como la investigación y el desarrollo de nuevos productos tiene como fase final los ensayos clínicos en humanos, que son regulados estrictamente por un riguroso cuerpo de directivas y organizaciones, así debe establecerse para los animales como etapa previa a la clínica, en lugar de abogar por la abolición.
Estamos convencidos de que el camino a seguir debe estar signado por el concepto de las Tres Rs, que supone la disminución del uso de los animales y de los ensayos, el mejor diseño de los estudios y el incremento de las técnicas alternativas donde sea posible, o en su lugar emplear los procedimientos que representen malestar y dolor mínimos.
En nuestro caso es evidente que aún empleamos métodos que resultan traumáticos, a pesar de que se realizan teniendo en cuenta todas las posibilidades de disminución del estrés y el dolor, lo que sin embargo no los elimina. Son el tipo de estudios del área biomédica en que el investigador está obligado, como parte integral de la investigación, a provocar daño deliberado a los animales con el objetivo de estudiar las consecuencias y modos de prevención y/o tratamiento 1.
Se necesita mayor perfeccionamiento de los procederes. El principio general debe ser que una vez producido el daño, que es esencial para el estudio, los animales sufran lo menos posible.
En cuanto al balance entre la necesidad de los estudios y la producción de daño, dos de los trabajos analizados demuestran efectos beneficiosos nunca reportados de acción terapéutica del EGFhr en lesiones del sistema nervioso periférico y del tracto gastrointestinal, hallazgos que sin dudas representan una considerable contribución a problemas serios y preocupantes de nuestros días como las afecciones nerviosas y las consecuencias de las quemaduras.
En realidad no hay forma de sustituir de modo radical el uso de animales, pero sí se puede acudir a una metodología complementaria que mejore el conocimiento de los mecanismos biológicos. Ningún sistema artificial, electrónico ni in vitro puede sustituir un organismo vivo, que no reproduce, ni en sí mismo en ocasiones, muchos fenómenos fisiológicos o inducidos. Parece imposible reconstituir in vitro la complejidad de factores hormonales, humorales y neuronales que influyen sobre las células in vivo 15.
Ya nuestro departamento se va incorporando a la red nacional de laboratorios que participan en la validación de métodos alternativos como el RBC y el HET-CAM como sucedáneos a la en ocasiones cruenta prueba de Draize para la evaluación de la irritabilidad oftálmica, también se dan pasos en la introducción del método de dosis fija que tiende a disminuir el número de animales en los ensayos de toxicidad aguda. De modo similar recibimos la asesoría de estadísticos calificados que contribuyen al diseño racional de los estudios y al cálculo del tamaño muestral apropiado.
Un punto que merece especial atención es el funcionamiento del comité de ética, al que debe concederse un papel mas activo en el análisis de protocolos, la aceptación de los estudios y la garantía de que el trabajo transcurra bajo el signo de las Buenas Prácticas de Laboratorio y el respeto a las normas del Código de Uso y Cuidados de Animales de Laboratorio del CIGB. La aplicación de la ética depende de las personas involucradas en el sistema y por tanto es imprescindible la educación de las mismas en un ambiente meramente bioético con plena consciencia de su responsabilidad ante los sistemas experimentales.
Queda también el problema de la alometría que limita la utilidad de los animales en la extrapolación de resultados al hombre, la información preclínica sobre la que se diseñan los ensayos clínicos aun depende de los experimentos en animales aunque estos con frecuencia no dilucidan cómo responderá el hombre a una nueva droga16 esto obliga a una mejor selección de los modelos y al aumento de la acuciosidad en la interpretación de los resultados. Por otra parte no hay mejor modelo para mejorar la salud animal que el propio animal.
Creemos que la tendencia más válida seria poner en la balanza los beneficios que la experimentación animal ha aportado a la humanidad durante siglos y que puede seguir aportando, contra el sufrimiento y malestar que se puedan producir y aminorar realizando investigaciones bajo los principios de las tres Rs.
La ética no es el seguimiento de reglas absolutas, sino la realización de aquello que reporte mejores consecuencias 17, en vista de ello la ejecución de ensayos animales dependerá de qué métodos se encuentran disponibles o de qué repercusiones traería su omisión por no contar con las alternativas deseadas.
La ciencia moderna considera que el próximo gran paso en el enorme desarrollo alcanzado en este siglo será la creación de máquinas inteligentes con un nivel de independencia cada vez mayor, incluso muchos avisoran organismos complejos a imagen y semejanza del hombre. Quizás hasta podamos soñar con la creación de organismos artificiales con estructuras e interconecciones tales que permitan simular las mismas circunstancias que acontecen en el hombre. Esperemos pues a los modernos flautistas de Hamelin que alejen para siempre de los laboratorios no solo a los roedores sino a todas las especies animales por el bien común de ellos y nosotros.
(Departamento de Estudios Preclínicos y Modelos Animales. Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) La Habana. Cuba. P.O. Box 6162. Fax: 53 (7) 218070 email: Bioensa@gigb.edu.cu)
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