Población: el último informe de la Onu (3 mar 2001)

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POBLACIí“N: EL íšLTIMO INFORME DE LA ONU La población mundial sigue creciendo, pero solamente en un reducido número de paí­ses, mientras que en muchos otros hay una disminución de gente joven. Este es el hallazgo clave de las últimas proyecciones demográficas publicadas esta semana por la División de Población del Departamento …

POBLACIí“N: EL íšLTIMO INFORME DE LA ONU

La población mundial sigue creciendo, pero solamente en un reducido número de paí­ses, mientras que en muchos otros hay una disminución de gente joven. Este es el hallazgo clave de las últimas proyecciones demográficas publicadas esta semana por la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas.

La ONU calcula que a mediados del año pasado la población mundial alcanzó 6.100 millones y aumenta a un ritmo del 1,2%, equivalente a 77 millones de personas cada año. En comparación con las proyecciones previas, en 1998, el crecimiento de la población sigue descendiendo, cayendo de un incremento anual del 1,33% (en el informe de 1998) al 1,2%.

La ONU estima que en 2050 la población mundial podrí­a caer en algunas partes a proyecciones que van desde los 7.900 millones, el cálculo más bajo, a 10.900 millones, la estimación más alta. Sólo seis paí­ses -India, China, Paquistán, Nigeria, Bangladesh e Indonesia- comprenden la mitad del crecimiento anual del número de personas.

En el mundo desarrollado, durante algunos años, el número de niños que nacen no es suficiente para mantener la población en el nivel actual. Las proyecciones de la ONU para 2050 calculan que en no menos de 39 paí­ses los números habrán descendido, y en algunos casos dramáticamente: Japón y Alemania, un 14%; Italia y Hungrí­a, un 25%; Federación Rusa, Georgia y Ukrania, entre un 28 y un 40%.

Como resultado, la proporción de la población mundial que vive en el Tercer Mundo aumentará, de los 4.900 millones en 2000 a 8.200 millones en 2050, según la proyección mediana de las estimaciones de población para la mitad del siglo.

La caí­da en el número de niños llevará a un envejecimiento de la población mundial. Durante los próximos cincuenta años, el número de personas de 60 años o mayores será más del triple, aumentando de 606 millones actuales a casi 2.000 millones en 2050. El aumento de los mayores de 80 años se prevé que será más acentuado, pasando de 69 millones en 2000 a 379 millones en 2050.

El envejecimiento se hará sentir especialmente en los paí­ses más ricos. Actualmente el número de personas mayores de 60 años, en estos paí­ses, está en torno al 20% de la población. Hacia 2050 alcanza el tercio de la población. Ya el número de los mayores de 60 años en las regiones desarrolladas ha excedido a la población de menores de 14 años. En 2050, habrá dos personas mayores por cada niño. Mientras que en las regiones menos desarrolladas la proporción de la población mayor de 60 años crecerá del 8% en 2000 al 20% en 2050.

Los años venideros también estarán caracterizados por altos niveles de migración internacional, según las proyecciones de la ONU. Los paí­ses del Primer Mundo podrí­an experimentar una afluencia neta de unos dos millones al año desde ahora a 2050. Si los paí­ses más ricos deciden cerrar sus puertas a los inmigrantes, su población disminuirá casi inmediatamente en 2003, antes que en 2025.

Reacciones al informe

Afortunadamente, se han aprendido las lecciones del exceso del pasado alarmismo sobre la «bomba poblacional», que ahora se está desactivando rápidamente. El informe de la ONU no atrajo mucha atención de la prensa y numerosos informes se centraron en el envejecimiento de la población del mundo desarrollado y cómo contará el Tercer Mundo en una parte creciente de población.

«The New York Times» (28 febrero) informaba que en 2050 Estados Unidos será el único paí­s desarrollado entre los veinte más poblados del mundo. En cambio, en 1950 al menos la mitad de los 10 con más población eran paí­ses industrializados.

Joseph Chamie, director de la división de población de Naciones Unidas, indicaba que «tras la Segunda Guerra Mundial, Europa contaba con el 22% de la población mundial y Africa con el 8%». «Hoy, tienen más o menos la misma, en torno al 13%, pero en 2050 se espera que Africa tenga el triple que Europa».

El «Times» en su informe presentaba una nota de advertencia sobre los datos de la ONU. Nicholas Eberstadt, un demógrafo del «American Enterprise Institute» en Washington, dijo que las proyecciones de la población tení­an que verse con escepticismo.

«No hay base cientí­fica para una predicción de tan largo alcance -dijo- porque nadie se ha imaginado cómo calcular cuántos hijos tendrán los niños que aún no han nacido. Cuando se contempla más de medio siglo, se está haciendo ciencia ficción». Todo lo que los demógrafos pueden hacer, dijo, es proporcionar un vistazo de cómo será el mundo del futuro.

En Gran Bretaña, «The Guardian» (1 marzo) se centraba en el «creciente desequilibrio entre el mundo desarrollado y el mundo en ví­as de desarrollo», ante la expectativa de que los 48 paí­ses menos desarrollados casi tripliquen su población, de 658 millones a 1.800 millones. Los datos de la ONU sugieren, indicaba «The Guardian», que en 50 años nueve de cada diez personas vivirán en un paí­s en ví­as de desarrollo, y una de cada seis vivirá en India.

Los diarios españoles mostraban su preocupación por el envejecimiento de la población europea. «El Mundo» (28 febrero) informaba que la ONU estima que en 2050, 19 paí­ses o regiones tendrán poblaciones con más del 10% por encima de los 80 años de edad. En España, en el punto más bajo de las tasas de fertilidad con 1,13 hijos por mujer, 50 años de una población en aumento darán paso a una disminución en 2050 de no menos del 21,6%: de los actuales 39,9 millones a 31,2 millones. Y el 44% de la población española en 2050 será mayor de 60 años.

Envejecimiento, el mayor problema

En las décadas venideras, habrá un continuo descenso del número de paí­ses que afrontan problemas de aumento de población. El tema más serio será una población envejecida en muchas regiones. Recientes informes de prensa han subrayado las consecuencias sociales y económicas del declive excesivamente rápido del crecimiento de la población.

* «The Globe and Mail» (7 febrero) de Canadá ofrecí­a comentarios del auditor general Denis Desautels, que advertí­a de que el proceso del presupuesto del Departamento de Finanzas no acierta a contabilizar claramente la intensa presión que una población crecientemente envejecida ejercerá sobre las finanzas del paí­s en las próximas décadas. En Canadá, en 2030, los mayores serán en torno al 22% de la población, en comparación con el 12% actual. Hoy hay cinco canadienses en edad laboral por cada habitante mayor de 65 años. Dentro de tres décadas serán la mitad.

* «The New York Times» (26 diciembre) informaba de que el ministro de Finanzas japonés habí­a calculado que el gobierno afronta deudas de 776 millones de yenes, o cerca de 7 billones de dólares, admitiendo que paga a todos los jubilados con los que se ha obligado.

* La agencia «France Presse» (15 febrero) citaba los datos gubernamentales de Rusia, que ahora considera la disminución de la población como un grave desafí­o a la seguridad nacional. La población del paí­s ha estado disminuyendo sin parar en los últimos años y en 1999 cayó en 768.000, el 0,5%, dijo el primer ministro Mikhail Kasyanov en una reunión del Gobierno.

* Las ponencias presentadas en enero en una conferencia mundial sobre envejecimiento en Suiza, organizada por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, advirtieron de recortes laborales globales, í­ndices de ahorro decrecientes, disminución del valor de los activos y deuda creciente como resultado del envejecimiento de los paí­ses más industrializados. Los participantes observaron que la explosión de poblaciones en edad de jubilación se combinará con la bajada de las fuerzas laborales para crear la posibilidad de un déficit fiscal significativo en la mayorí­a de los paí­ses industrializados en 2010.

El envejecimiento, y no el «boom» poblacional, es ahora el principal problema demográfico. Es de esperar que los gobiernos y las agencias de control de población se den cuenta de ello y reduzcan sus programas de planificación familiar.

Publicado en Zenit

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