“Derecho al aborto en salud reproductiva” llevaría a desacatar declaración sobre DD.HH., afirma experta de Harvard WASHINGTON DC, 1 Feb. 01 (ACI).- La profesora de leyes de la Universidad Harvard, Mary Ann Glendon, afirmó que si prospera el esfuerzo de los grupos que pretenden incluir el derecho al aborto bajo el eufemismo de “derechos sexuales” en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, los países podrían desacatar este documento.
Según Glendon, las ONGs que tratan de incluir en la Declaración los “nuevos derechos sexuales y reproductivos” ““que incluyen el libre acceso al aborto- arriesgan el texto. “Ahora sé qué tan vulnerables son las instituciones internacionales a los intereses especiales, y lo poco que sabemos de sus agendas y su respaldo financiero”, afirmó Glendon.
Glendon hizo estas afirmaciones en el discurso que dirigió en el Providence College como parte de un ciclo de conferencias sobre la civilización occidental.
“Temo que la declaración llegue a ser exactamente lo que muchos países africanos y asiáticos han temido desde hace tiempo: un documento “˜occidental”™ que no refleja los valores que no son occidentales”, señaló Glendon.
Según la experta, las ONGs “han rodeado e intervenido” las oficinas de las Naciones Unidas y más del 90 por ciento de ellas tienes sus sedes en Europa y Estados Unidos.
En su plática, titulada “Los Riesgos y Promesas de la Declaración Universal de los Derechos Humanos”, Glendon recordó que el Papa Pío XII quien en declaraciones a Radio Vaticano en 1941, habló por primera vez de un documento con estas características.
El borrador del Documento fue elaborado por una comisión liderada por la ex primera dama Eleanor Roosevelt y logró aprobación en 1948.
Glendon se refirió a los esfuerzos de las ONGs en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en Pekín para expandir los derechos básicos del Documento a los derechos sexuales y reproductivos.
Glendon, que lideró la delegación de la Santa Sede a la cita de 1995, recordó que fue en esa cita donde “por primera vez me di cuenta del problema”.
Según Glendon, en esa ocasión los grupos se desgastaron por los derechos sexuales pero se oponían tenazmente a reconocer la libertad religiosa, ofrecer protección a las familias, cuidado especial para las madres y los niños, y el derecho de escoger la educación de los hijos.
“Se les vio como obstáculos para un número de derechos sexuales y reproductivos que la coalición occidental esperaba reconocer”, indicó Glendon.
Glendon afirmó que la coalición occidental se retractó de su posición solo después de que la delegación de la Santa Sede envió declaraciones a los principales periódicos europeos afirmando que las posiciones de los delegados “no eran autorizadas”.
“No representaban a las mujeres más pobres del mundo, a las que se les negaba sus intereses primarios, el cuidado de la salud, la nutrición y la educación”.