Análisis del CERS de la información facilitada por la ministra de sanidad en base a la encuesta del INE sobre conductas sexuales de los españoles. A más preservativos no hay menos SIDA

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Introducción: La ministra de sanidad ha dado a conocer parte de los datos de la encuesta del INE sobre conductas sexuales cuyos resultados completos serán presentados en diciembre. La razón de este avance y presentación parcial de datos es, según palabra de la propia ministra Elena Salgado, que “el verano es …

Introducción:

La ministra de sanidad ha dado a conocer parte de los datos de la encuesta del INE sobre conductas sexuales cuyos resultados completos serán presentados en diciembre. La razón de este avance y presentación parcial de datos es, según palabra de la propia ministra Elena Salgado, que “el verano es una estación propicia para disfrutar con parejas ocasionales”. No es habitual que el responsable de la sanidad pública se dedique a señalar cuáles son los periodos del año más propicios para prácticas sexuales más o menos aleatorias, más o menos promiscuas. En cualquier caso, es un criterio afectado de falta de seriedad como justificación para presentar a la opinión pública una visión parcial de una información que cuando sea conocida en su totalidad, permitirá extraer conclusiones de interés, siempre dentro de las reservas importantes que más adelante se mencionan. La ministra de sanidad en este caso, confunde el análisis demoscópico con la transmisión de su particular ideología y esto resulta particularmente grave para quien tiene a su cargo la sanidad pública.

Análisis:

1. La observación más importante y que condiciona todo el resultado de la información es que la muestra no es aleatoria sino que ha sido configurada por personas que se han prestado a contestar el cuestionario. Tal como se indica en la información facilitada, el cuestionario es muy extenso. Estos dos hechos, voluntarios y tiempo de dedicación, desvirtúa la aleatoriedad de la muestra y en consecuencia, ésta no tiene por qué ser representativa del conjunto de la sociedad española. Más bien se trataría de un sector de población predispuesto a informar sobre aspectos de su intimidad sexual, más desinhibido, podríamos decir, y en este sentido más predispuesto a mantener relaciones sexuales. De hecho, este es el problema de fondo de una gran parte de los estudios realizados sobre comportamiento sexual. Primero, la dificultad de construir muestras representativas como es el caso. Segundo, la variable sinceridad, que en conductas tan personales acostumbra a relativizarse. Resulta absolutamente inadecuado que la ministra de sanidad presente los resultados sin advertir de esta limitación. Es peligroso para el conjunto de la población española que puedan adoptarse determinadas medidas sanitarias a partir de comportamientos que no es demostrable que sean los generales de la población. La insistencia de la ministra en las relaciones ocasionales y la presentación del preservativo como la panacea de todo contacto entrañan el riesgo que todo llamamiento público tiene cuando se induce a unas relaciones sexuales escasamente controladas y con niveles altos de promiscuidad. La utilización parcial de los datos y la omisión de la limitación de la muestra ponen de relieve el uso ideológico de su contendido por parte de la ministra que, sin duda, puede favorecer a los fabricantes de preservativos pero que es dudoso que contribuyan de manera eficaz a la prevención del SIDA.

2. Los resultados mostrados contradicen el argumento habitual de que los jóvenes se ven afectados por el SIDA y las jóvenes por los embarazos como consecuencia de la escasa utilización del preservativo, y de los métodos anticonceptivos. El 80% de la población comprendida entre los 18 y 29 años afirma que utilizaron el preservativo en su primera relación sexual. El 64% lo utiliza siempre con las parejas ocasionales a lo largo del último año. Dado que el riesgo de contraer el SIDA está en función del desconocimiento de que la pareja sea portadora, el mayor riesgo se produce en los contactos ocasionales únicos o de número muy reducido. En este sentido, el nivel de protección de los más jóvenes sería extraordinariamente alto.

En relación a los embarazos, debe añadirse que el 34% de las mujeres que no han utilizado el preservativo afirman usar otro método anticonceptivo. Ello significa que, como mínimo, el 92% de la población de 18 a 29 años utiliza algún método de protección para el embarazo. Es evidente que el problema no radica en este punto, sino en las propias condiciones de uso del preservativo.

3. Existe una gran polémica en cuanto a la tasa de fallos en el preservativo y una gran discrepancia sobre los datos en función de si quienes los presentan son los fabricantes, coincidentes con los de la sanidad pública española, u otras fuentes. Una razón objetiva de la diferencia radica en que los fabricantes presentan los resultados en base a la pruebas de laboratorio que simplemente verifican el comportamiento del material, pero es evidente que esto solamente encierra una pequeña parte del número de fallos porque la otra, y más importante, obedece a su aplicación, especialmente cuando se trata de las primeras relaciones y cuando éstas se llevan a cabo en condiciones de fugacidad o de pérdida parcial de las capacidades cognitivas; en otras palabras, cuando son el fruto de una relación esporádica después de una noche en la disco, para ejemplificar un tipo bien corriente. En este sentido, es ilustrativo el estudio de la clínica DATOR en el que se señala que casi el 50% de las mujeres que han abortado utilizaba el preservativo como método preventivo. No se trata ahora de concluir que esa es la tasa de error pero evidentemente, dada la naturaleza de la fuente en nada sospechosa de reservas sobre los anticonceptivos, es una cifra que debe mover a la sanidad pública española a un mayor estudio y reflexión puesto que de lo contrario, al dinamizar las relaciones sexuales frecuentes y aleatorias, lo que estará haciendo será facilitar los contagios, porque si con un mal uso la mujer se embaraza es evidente que con mayor facilidad uno de los dos puede quedar afectado por el virus del SIDA.

4. El que la muestra está fuertemente sesgada y solamente refleja al grupo de población que tiene hábitos sexuales más diversificados lo pone de relieve el dato que nos informa de que el 39% de la población española de entre 18 y 49 años se ha sometido alguna vez a la prueba del SIDA. Esto representaría que han llevado a cabo esta práctica médica 20 millones de personas, de las que 7.7 millones corresponderían al intervalo de 18 a 29 años. Estas cifras no resultan en absoluto coherentes con las observaciones de las que dispone la sanidad española, ni con los resultados de otras observaciones de campo, por resultar extraordinariamente elevadas.

5. Es preocupante el planteamiento de la ministra de sanidad en relación a cómo combatir el SIDA si se observa la falta de correlación que existe con los datos facilitados entre el nivel de prevención mediante preservativos por grupos de edad y el número de afectados por el virus. Así, entre la población de 18 a 29 años utilizan preservativo el 80% y la afectación por la enfermedad es de 19.971 casos. En el grupo siguiente de población, de 30 a 39 años, utilizan el preservativo el 55% y el número de afectados es de 32.020. En el último grupo, de 40 a 49 años, sólo utilizan preservativo el 31.5% y están afectados por el virus del VIH 9.043 personas. Como puede constatarse, el grupo de edad que utiliza menos el preservativo es el que, con diferencia, menos casos presenta. Para el conjunto, no existe una correlación significativa entre el uso de preservativo y un menor número de afectados. Es decir, no hay posibilidad de una relación de causa y efecto. Ello significa que el caso de transmisión por vía sexual, ampliamente mayoritaria, el 75% de los casos según la ministra, es la causa fundamental de que continúe el nivel de expansión del SIDA. Y no está ligada al preservativo, sino a la conducta sexual, es decir al incremento de relaciones ocasionales.

 

Relación por edades casos de sida por 100.000 personas

 

Edad

 

Personas nº 2001

 

Afectados Diciembre 2003

 

Casos por 105 personas

18-29

7.740.760

19.971

257,99

30-39

6.671.565

32.020

479,94

40-49

5.637.917

9.043

160,39

Fuente INE Fuente CNE Centro Nacional Epidemiología

 

 

 

 

 

Edad

 

% Preservativos

 

Tasa afectación

18-29

79,6

257,99 (1)

30-39

55,1

479,94

40-49

31,5

160,39

 

 

(1) Existe una gran diferencia entre el grupo de población a 19 años, el de 20 a 24 años y el de 25 a 29 años.

 

Grupo de máximo nivel de uso del preservativo

 

 

Edad

 

Casos

 

Casos por 105

15-19

423

17,16

20-14

4.459

140,01

25-29

15.343

438,34

 

 

Por consiguiente, las diferencias no se explican por un mucho menor uso del preservativo, sino por el aumento de los contactos sexuales.

En este sentido, la crítica, por otra parte innecesaria, de la ministra a la fidelidad y a la abstinencia sexual resulta peligrosa por cuento es en su progresiva pérdida en donde se debe encontrar una de las explicaciones centrales de la expansión del SIDA. A mayor ocasionalidad, diversidad y frecuencia de las relaciones sexuales, mayor contagio.

6. Al margen del objetivo del informe de la ministra, la lucha contra el SIDA, la encuesta aporta datos de interés en relación a la homosexualidad. De acuerdo con la misma sólo el 3% de la población de 18 a 49 años ha mantenido alguna vez relaciones homosexuales, un 3.9% en los hombres y un 2.7% en las mujeres. Estos datos son consistentes con la mayoría de estudios realizados que sitúan el porcentaje para los hombres entre el 2 y el 4% y el de las mujeres entre el 1.5 y el 3.5%. Debe remarcarse que se trata sólo de haber mantenido relaciones homosexuales en alguna ocasión y no de una conducta permanente, aquella que define no una tendencia homosexual, sino la fijación en la conducta de la persona. En este último caso, el número de homosexuales es de sólo el 1%. Debe advertirse además, que el sesgo apuntado inicialmente sobre la encuesta en el sentido de que las personas dispuestas a contestarla no tienen inconveniente en manifestar su actitud sexual, puede significar que las personas con tendencia sean superiores en número a las indicadas, pero también que las que se confiesan homosexuales plenas no lo sean, dado que constituyen un público objetivo que ya ha asumido su rol. En todo caso, es evidente que las cifras están extraordinariamente alejadas de las que difunden los colectivos homosexuales quienes, como todo grupo, aspira a una significación poblacional mucho mayor de la que en realidad tiene.

 

Características de la encuesta

 

Universo :Población española de ambos sexos de 18 años a 49.

 

Tamaño de la muestra: Realizada: 10.8382.479 entrevistas.

 

Características de la muestra: Voluntaria.

 

Error muestra: No puede establecerse el nivel de confianza ni el error real dado que no se trata de una muestra aleatoria.

 

Fecha de realización: No ha sido dada a conocer.

[1] ref. Violencia contra las mujeres. Piloto de tamizado de detección en consulta para interrupción voluntaria del embarazo. Informe. Sobre 395 mujeres, “La extrapolación de estos datos ha coincidido plenamente con el perfil definido en la totalidad de las usuarias de la clínica atendidas a lo largo de un año completo

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