Desde el descubrimiento de la doble hélice por Watson y Crick, los avances biotecnológicos en relación al mundo de la genética, han dado rápidos saltos para la humanidad. Grandes hitos como el secuenciamiento del ADN, el Proyecto del Genoma Humano, la clonación de la oveja Dolly, e incluso el desarrollo de gatos fosforescentes modificados genéticamente para brillar en la oscuridad, entre otros, han sido posibles con estos avances. La ingeniería genética es una posibilidad gracias a este desarrollo de la ciencia, y es así que desde el año 2012, la aparición de una nueva técnica que utiliza el sistema conocido como CRISPR/Cas9 ha abierto las fronteras a nivel global, a la era de la edición de genes, de una manera más rápida, fácil y accesible. Al hablar de nuevas tecnologías de modificación genética, especialmente si se trata de la modificación de la línea germinal, es importante tener en cuenta el impacto bioético, que trataremos en el presente artículo.