La Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH) goza de la reputación de ser la principal organización científica y médica dedicada a la atención sanitaria de los transexuales. La WPATH goza de reconocimiento mundial por estar a la vanguardia de la medicina de género.
Sin embargo, el informe publicado por Environmental Progress: The WPATH Files: Pseudoscientific surgical and hormonal experiments on children, adolescents, and vulnerable adults, demuestra lo contrario. Archivos recientemente filtrados del foro de mensajería interna de WPATH, así como un panel de discusión interno filtrado, demuestran que el grupo líder mundial en atención sanitaria transgénero no es científico ni aboga por una atención médica ética.
Estas comunicaciones internas revelan que WPATH aboga por prácticas médicas arbitrarias, incluida la experimentación hormonal y quirúrgica en menores y adultos vulnerables. Aunque en medicina hay un lugar para los experimentos arriesgados, éstos sólo pueden justificarse si existe un diagnóstico fiable y objetivo, no hay otras opciones de tratamiento disponibles y el resultado para un paciente o grupo de pacientes es nefasto. Sin embargo, contrariamente a lo que afirma WPATH, las mejores pruebas disponibles sugieren que la medicina de género no entra en esta categoría. Los experimentos arriesgados sólo pueden justificarse cuando los pacientes dan un verdadero consentimiento informado. Sin embargo, los mensajes filtrados en nuestro informe revelan que los médicos afiliados al WPATH violan a sabiendas los principios fundamentales de la ética médica y el consentimiento informado.
Como tal, nuestro informe demuestra que WPATH está promoviendo experimentos médicos no éticos en niños, adolescentes y adultos vulnerables. El informe demostrará que, como revelan sus propias comunicaciones internas, el WPATH no cumple las normas de la medicina basada en pruebas, y sus miembros hablan con frecuencia de improvisar tratamientos sobre la marcha. Nuestro informe mostrará además que los miembros son plenamente conscientes de que los niños y los adolescentes no pueden comprender las consecuencias para toda la vida de la “atención de afirmación de género” y, en algunos casos, debido a los escasos conocimientos sobre salud, tampoco sus padres.
En los expedientes del WPATH, los miembros demuestran una falta de consideración por los resultados a largo plazo de los pacientes, a pesar de ser conscientes de los efectos secundarios debilitantes y potencialmente mortales de las hormonas transgénero y otros tratamientos. También hay pruebas de que se permite que pacientes con graves problemas de salud mental, como esquizofrenia y trastorno de identidad disociativo, den su consentimiento para someterse a intervenciones hormonales y quirúrgicas que alteran su vida, sin que los miembros hagan ningún intento por evitarlo.
Además, los Archivos demuestran hasta qué punto se ha descarrilado este experimento, con debates sobre cirujanos que realizan intervenciones quirúrgicas no binarias para crear tipos de cuerpo que no existen en la naturaleza. Estos deseos extremos de modificación corporal se enmarcan en la atención sanitaria necesaria desde el punto de vista médico, a pesar de que las cirugías no cumplen la definición de ser experimentales. Los Archivos también muestran que la autonomía, un concepto bioético que antaño era un escudo para proteger a los pacientes de que los médicos experimentaran con ellos en contra de su voluntad, ahora es utilizado por los miembros del WPATH como una espada: en su nombre, no hay nada que un médico pueda negar a un paciente que busca intervenciones hormonales y quirúrgicas.
El contenido de los Archivos del WPATH es de suma importancia porque el WPATH ha roto la cadena de confianza en la medicina de género. La confianza en la formación profesional basada en pruebas científicas sólidas es crucial para los médicos, que se enfrentan a limitaciones de tiempo que impiden la investigación exhaustiva de cada protocolo de tratamiento.
Organizaciones influyentes como la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Endocrina se basan en los “Estándares de atención” del WPATH a la hora de desarrollar políticas y directrices prácticas para el tratamiento de la disomía de género. Del mismo modo, los padres y los pacientes vulnerables dependen de los médicos influidos por el WPATH. Por tanto, la verdad sobre el WPATH, tal como se revela en los Archivos, es esencial para que los pacientes, incluidos los padres de menores trans, tomen decisiones informadas sobre su tratamiento médico.
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