La ministra de Sanidad holandesa, Clémence Ross, ha apelado al “profesionalismo de los médicos” ante los crecientes indicios de que no están cumpliendo los requisitos legales para practicar la eutanasia, en particular la notificación del procedimiento Su llamamiento se ha producido -según el último número del British Medical Journal- tras la …
La ministra de Sanidad holandesa, Clémence Ross, ha apelado al “profesionalismo de los médicos” ante los crecientes indicios de que no están cumpliendo los requisitos legales para practicar la eutanasia, en particular la notificación del procedimiento
Su llamamiento se ha producido -según el último número del British Medical Journal– tras la cuarta caída anual consecutiva en el número de informes.
Un estudio sobre la notificación de la eutanasia hasta 2001 -realizado el año pasado por Paul van der Maas, profesor de Política Social en el Centro Médico Erasmus, de Rotterdam, y Gerrit van der Wal, profesor de Medicina Social en el Hospital de la Universidad Libre de Amsterdam- concluyó que en el país sólo se daba cuenta oficial del 54 por ciento de las muertes provocadas a pacientes. La ley que entró en vigor en 2002 tenía precisamente como objetivo mejorar la tasa de informes, que sin embargo no ha dejado de caer.
Clémence Ross. |
Las últimas cifras de las que disponen los comités regionales de abogados, médicos y bioéticos que controlan y supervisan a posteriori la práctica de la eutanasia revelan que en 2003 se notificaron 1815 casos, que contrasta con los 1882 de 2002, los 2054 de 2001 y los 2123 del año 2000.
La ministra Ross ha manifestado su preocupación por la “dificultad para valorar el descenso del número de informes”, dado que no hay “datos suficientes” sobre el alcance real de la eutanasia en el país. Por eso ha encargado un estudio -que se realizará en 2005- para aclarar si las cifras están relacionadas con un descenso de la eutanasia, así como detectar por qué algunos médicos incumplen este deber legal.
Excepto ocho, todos los casos notificados en 2003 cumplieron los requisitos legales, incluido el de que la petición fuese voluntaria y meditada y que el paciente padeciese un sufrimiento “grave y sin esperanza”.
Publicado en Diario Médico